“La campaña del miedo”, insistió, “es parte del juego, y quienes más temen a los trabajadores organizados, participando de forma activa y protagónica en la política, son quienes recurren a ese miedo”.
Asimismo, aseguró que, “para el movimiento sindical, el miedo nunca ha sido un impedimento para el desarrollo de las acciones de los trabajadores y trabajadoras”. Recordó que “en plena pandemia de covid-19, la central sindical también recolectó las firmas necesarias para habilitar una consulta popular contra la Ley de Urgente Consideración (LUC), y también se enfrentaron a ‘cucos’ cuando se llegó a la votación. Aunque no se alcanzaron los votos suficientes para derogar parte de los artículos de la LUC, el movimiento sindical nunca claudicó. Pero lo que resulta evidente es que cuando alguien recurre al miedo para fundamentar y no discutir ideas, significa que, en realidad, estamos en el camino correcto”.
Leymonié también cuestionó que el oficialismo “intenta disociar a la organización de los trabajadores de manera sistemática”. Señaló que “cuando se estigmatiza o se reduce al dirigente sindical, separándolo de lo que el movimiento sindical es por naturaleza, lo que buscan es generar una división que, en realidad, demuestra lo contrario”. Agregó que “hay determinadas posiciones que ni siquiera merecen una respuesta, porque el pronunciamiento más grande del movimiento sindical lo tiene a través de cada militante que está en cada rincón del país, con un puestito, haciendo que todos los uruguayos y uruguayas tengan acceso a la papeleta para esta reforma jubilatoria. Después, si el presidente de la República, al margen de la Constitución de la República, sale a hablar del plebiscito, habla más de él que de nosotros mismos. Es parte de las reglas de juego, van a defender sus intereses, son los que impulsaron la reforma, son los que defienden a sus amigos, la pequeña porción que concentra la riqueza más grande. No va a salir a favor de los trabajadores y trabajadoras, no lo hizo durante los años de gobierno, no lo va a hacer en una conferencia de prensa”.
Sobre el rol de la militancia, trazó una definición en la jerga de la clase trabajadora: “Nosotros, tranquilos”. Agregó que la gente que milita no lo hace por decisiones administrativas: “La gente destina horas de su vida, incluso horas de su familia y no lo hace porque hay una resolución administrativa, lo hace con un sentido de pertenencia, de justicia, y de amor a la humanidad y a nuestro pueblo. Eso me parece que es mucho más grande que cualquier otra palabra que yo pueda responder o decirle a quien se opone a esta reforma, y que está en su legítimo derecho que lo haga”.
Recambio generacional y adaptación
En el marco de un análisis sobre los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones de dirigentes sindicales, la dirigente de SUTEL subrayó la importancia de que el movimiento sindical se adecúe a los cambios globales y en el mundo del trabajo para no perder relevancia. Para Leymonié, es fundamental que el movimiento sindical no se quede atrás en el proceso de transformación que viven la sociedad y el mercado laboral. “Con los cambios que se vienen dando en el mundo del trabajo y en las sociedades, si el movimiento sindical no acompaña estos cambios, en realidad tiene una fecha de vencimiento”, afirmó.
Asimismo, consideró que el próximo congreso del Pit-Cnt será clave para “renovar la visión de futuro del sindicalismo”. Entre los principales desafíos mencionó “la integración generacional y el abordaje de una población trabajadora diversa, que incluye migrantes y personas en situación de discapacidad. ¿Cómo hacemos un movimiento sindical más accesible, por ejemplo, para las personas en situación de discapacidad, con una perspectiva de derechos en materia de diversidad y género?”, interpeló.
“Personalmente, me gusta entender la historia en un proceso que se va enlazando, porque no comienza con una nueva generación”, y destacó la necesidad de «modernizar» las herramientas sindicales, aprovechando las nuevas tecnologías para organizar trabajadores en modalidades de empleo emergentes. “La tecnología es algo que tiene que incorporarse como una herramienta más para el movimiento sindical, en especial con las nuevas formas de empleo”, explicó, refiriéndose a aquellos trabajadores que operan bajo el modelo de autónomos. “Soy mi propio dueño, pero también formo parte de clase oprimida. Porque son trabajadoras y trabajadores que trabajarán por su cuenta, pero tienen los mismos problemas que tenemos todos”.
A la vez, se preguntó sobre los nuevos desafíos que enfrenta la organización. “¿Cómo organizamos también a los pequeños comercios y cooperativas?, porque hay distintas formas en que se organiza el trabajo y no hay que escatimar ningún recurso para lograr hacer llegar la herramienta. Es importante que las nuevas generaciones con las nuevas formas, con las nuevas propuestas, entiendan que el movimiento sindical está para ser conformado por ellos, por nosotros, por ellas y por nosotras. Si hay algo en que confío es en la clase obrera organizada. Sé de qué lado pararme, la democracia que tenemos dentro del movimiento sindical, capaz que a veces no nos garantiza las mejores verdades porque también nos equivocamos, pero sí es verdad que nos ubica en las mejores decisiones desde el punto de vista del proceso que transitamos para tomarlas”. En esta dirección, agregó que en el Congreso del año próximo “serán bienvenidos todos los trabajadores y trabajadoras y las distintas formas de organizarse”.
La revolución y el legado del “Che” Guevara
Consultada sobre el 57 aniversario de la muerte de Ernesto “Che” Guevara, Leymonié expresó que la revolución sigue vigente como un concepto que se adapta a los tiempos. “La perspectiva revolucionaria está siempre presente desde el momento en que nos encontramos con una realidad y nos organizamos para transformarla”, señaló.
La dirigente aclaró que no se trata de repetir fórmulas pasadas, sino de adaptar las luchas a las realidades actuales. “No sé qué forma tiene la revolución hoy para los jóvenes, pero está bien no saberlo, porque en realidad la revolución no es un producto agotado, sino un conjunto de transformaciones”. En ese sentido, destacó la importancia de la juventud en estos procesos de cambio, reconociendo que los jóvenes cuestionan las formas tradicionales de hacer política y aportan nuevas perspectivas. “No hay revoluciones sin organización, y en esto también es clave la juventud que viene a mostrar otra formas de participación a las que no hay que negarse. Hay que trabajar con una amplitud ordenada, organizada de forma tal que no nos quede nada por cambiar, porque nos limite un formato de organización. Sigo creyendo en que los jóvenes queremos cambiar el mundo, en los jóvenes que militan en cualquier espacio, no sólo en el movimiento sindical, y que creen en las transformaciones, algunas inmediatas y otras a largo plazo”.
Dijo que la actual campaña electoral tiene una gran chatura, “pero la chatura no es porque la gente no se interese en política. También hay una forma de hacer política que las nuevas generaciones sí están cuestionando. Me parece interesante que no se opaque, que no se frustre, porque justamente si tenemos que cambiar todo lo que deba ser cambiado, no es el manual, y después del manual puedo cambiar. No, el manual también, de repente, hay que ir modificándolo, porque como decimos, cambia todo, cambia la organización del trabajo, la sociedad, la perspectiva de derechos y las realidades. No es lo mismo hace 15 años atrás, desde el punto de vista de los derechos, del aborto legal, entonces, estamos en sociedades que se han transformado y las iniciativas políticas y las formas también merecen ser transformadas. Y desde la mirada generacional, sigo creyendo que los jóvenes siguen creyendo en las transformaciones. Algunas son más inmediatas, otras son más a largo plazo, algunas son más chiquitas, otras más grandes, pero la realidad es que todas acumulan en ese sentido de transformación, sobre todo de causas populares”.
Al ser consultada por si cree que para las nuevas generaciones la bandera del “Che” sigue siendo una referencia, dijo que ella quiere cambiar el mundo “porque existió el ‘Che’. No es una cuestión de que yo para cambiar el mundo tengo que llevar al ‘Che’ Guevara; yo voy a cambiar el mundo con el ‘Che’ Guevara que me antecedió. No empieza conmigo la historia, entonces no empieza conmigo la revolución. El Che Guevara va a seguir siendo uno de los símbolos más trascendentes, aunque lastimosamente también el sistema lo convirtió en un producto, lo que ha jugado en contra para reivindicar a ese líder sin fronteras y con una humanidad hermosa. Es impensable hablar de revolución sin desconocer que hay una Cuba heroica que sigue sobreviviendo a todos los embates del imperialismo internacional. Es imposible saber que mi abuela iba a poder ver gracias a la ‘Operación Milagro’. ¿Cómo no voy a creer en la revolución, si mi abuela pudo ver gracias a una revolución? Quiere decir que yo ando con mi revolución y tiene la bandera de Cuba, del ‘Che’ Guevara. Lo que lamento es que el sistema lo haya convertido en un producto comercial”.
La lucha contra las desigualdades
“Si verdaderamente a la derecha le importaran los problemas de los jóvenes, estaríamos discutiendo el empleo juvenil; si verdaderamente importaran las juventudes, se estarían discutiendo otras reformas de la educación. Pero la derecha tiene una excelente estrategia de marketing que se parece a las ventas televisivas de ‘Llame Ya’ que venden aspiradoras. La derecha intenta vender la mejor solución para la marginalidad y no, porque las soluciones son integrales. Que los gurises estén en las cárceles y que las cárceles estén atiborradas habla, no de la inseguridad, habla también de un conjunto de carencia en nuestra sociedad, porque ese joven que está en la cárcel, tendría que tener un hogar, tendría que estar en el liceo, estudiando y teniendo un mercado laboral que lo formalice. Hay un conjunto de situaciones problemáticas que padecen las juventudes y también según el género, si sos varón o mujer, o si sos amigo de presidente y tenés el pasaporte para irte lejos”.
Desafíos de las telecomunicaciones
El próximo 19 de octubre, SUTEL celebra casi cuatro décadas de existencia, marcadas por una constante lucha por los derechos de los trabajadores del sector de las telecomunicaciones. “Son 39 años de una organización que tuvo la grandeza de algunos ‘locos y locas’ que dijeron: ‘Si no estamos juntos, nos matan por separado’. Esa es la naturaleza del movimiento sindical: resistir y al mismo tiempo, defender nuestros intereses”. Como parte de los festejos, SUTEL llevará a cabo el 18 de octubre una asamblea general acompañada por un paro de 24 horas. Durante la asamblea, los trabajadores discutirán la coyuntura actual y las proyecciones del sindicato frente a un nuevo gobierno, cualquiera sea su signo político.
La defensa de ANTEL, una prioridad inaplazable
Uno de los principales temas en la agenda será la “histórica defensa de ANTEL”, empresa pública que ha sido objeto de fuertes debates y presiones en los últimos años, y sobre las proyecciones que realizan los trabajadores. “Nuestro compromiso es instalar una mesa de diálogo, porque nuestra defensa de ANTEL requiere desarmar, deshacer y reconstruir toda la matriz de telecomunicaciones en manos del Estado. Esto no admite demora para ninguna administración. Y a nosotros cada administración que venga nos encontrará discutiendo y aportando, también desde nuestra idoneidad, desde los temas y nuestra visión política, cuál es la mejor empresa pública, cómo se construye la mejor empresa pública y cómo podemos recuperarnos de todo el daño que se le ha hecho, no ante una entelequia, sino al pueblo uruguayo a través de las iniciativas de este Gobierno, como fue la Ley de Urgente Consideración, como fue la Ley de Medios, o las sistemáticas rendiciones de cuenta que asfixian a la empresa, y como han sido las decisiones políticas de rentabilizar cuestiones que tienen que ser de acceso universal y democrático. Las definiciones políticas las tomarán los cargos de gobierno, pero los que hacemos que las cosas pasen después somos los trabajadores y trabajadoras que formamos parte de la empresa pública”. (Producción MC)