Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Sociedad ecoparque | familias | Paysandú

Plan ACC Río Uruguay

De asentamiento ilegal a ecoparque resiliente: así combate Paysandú el cambio climático

El ecoparque fue construido en una zona que durante años albergó familias en situación de vulnerabilidad, expuestas a inundaciones recurrentes.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Donde antes había viviendas precarias y riesgo de inundaciones, hoy se alza el Ecoparque Mburucuyá, un proyecto que transformó un ex-asentamiento ilegal en un espacio público diseñado para adaptarse al cambio climático. Ubicado en el barrio La Chapita, este parque es un ejemplo de cómo recuperar terrenos degradados y convertirlos en áreas resistentes a las crecidas del río Uruguay, priorizando la inclusión social y la sostenibilidad.

Un espacio que convive con el agua

El ecoparque fue construido en una zona que durante años albergó familias en situación de vulnerabilidad, expuestas a inundaciones recurrentes. Tras su realojo en viviendas seguras, la Intendencia de Paysandú reconvirtió el terreno en un área recreativa con canchas multiuso, juegos infantiles y mobiliario urbano, todo diseñado con materiales que resisten el agua y se recuperan rápidamente tras una inundación.

"Este parque está pensado para convivir con el río", explicó Horacio Marsico, director de Obras de la Intendencia. "Cuando el agua sube, el espacio se anega, pero una vez que baja, se limpia y sigue funcionando. Es infraestructura resiliente, clave para una ciudad expuesta a fenómenos climáticos extremos".

De la marginalidad a un modelo replicable

El proyecto se enmarca en el Plan ACC Río Uruguay, una iniciativa binacional (Uruguay-Argentina) para reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático. Andrea De Nigris, del Ministerio de Ambiente, destacó que la obra "demuestra que es posible resignificar territorios inundables con un enfoque comunitario".

Además de su función ambiental, el ecoparque busca reforzar el tejido social: "Queremos que los vecinos lo hagan suyo, pero también que sea un punto de encuentro para toda la ciudad", señaló Marsico. La intendenta Nancy Núñez remarcó que el éxito dependerá de que la comunidad "lo cuide y lo disfrute".

Un precedente para futuras intervenciones

Las autoridades destacaron que este modelo podría replicarse en otros asentamientos irregulares junto a cursos de agua, como los ex-barrios Sacra y Curupí, ya intervenidos con programas de realojo. "No basta con reubicar familias: hay que devolverle valor al territorio", afirmó Marsico.

Con su inauguración, el Ecoparque Mburucuyá se consolida como un caso testigo: un espacio que pasó de ser un problema urbano a una solución climática y social.

Dejá tu comentario