Legislación necesaria
La futura norma reconoce como víctimas no solo a los menores asesinados o instrumentalizados, sino también a hermanos, hermanas, abuelos y parejas, es decir, a todo el círculo afectivo que puede convertirse en blanco del maltratador cuando ya no logra dominar a la mujer.
Entre sus principales innovaciones, la ley obligará a los jueces a escuchar siempre a los niños antes de resolver custodias, tipificará penalmente la violencia vicaria y exigirá formación específica a magistrados, fiscales, policías y personal médico forense. Además, incluye una medida simbólica de gran alcance: prohibir que los agresores difundan testimonios o detalles de sus crímenes, evitando que casos como el libro El odio sobre el asesinato cometido por José Bretón vuelvan a repetirse.
Las cifras, sin embargo, muestran la urgencia de esta legislación para los españoles, en 2024 fueron asesinados nueve menores por sus padres o por las parejas de sus madres, y en lo que va de 2025 ya se contabilizan tres víctimas: Eva Yasmin, Nadia y Samuel. Desde 2013, 65 niños y niñas han muerto en España a manos de la violencia vicaria.