Un control ciudadano que releva las cifras de homicidios compara los registros en la prensa y en las redes sociales con las cifras brindadas por el Ministerio del Interior. Si se compara el primer semestre de 2019 con el primero de 2023, se constata que hubo un crecimiento del 10% en los homicidios perpetrados entre esos dos períodos. Por otra parte, las muertes dudosas lo siguen siendo, porque en el informe presentado este martes por el Ministerio del Interior hubo silencio con respecto a este indicador. Sobre este asunto, la Fiscalía concluyó que gran parte de las muertes calificadas como dudosas tienen, en realidad, el perfil para calificarlas como homicidios.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
La Fiscalía General de la Nación realizó un estudio sobre las muertes calificadas como dudosas. Se designan de esa manera cuando los cuerpos se encuentran sin escena de violencia ni modificaciones de ningún tipo. El informe de la Fiscalía que conoció Caras y Caretas indica que gran parte de las muertes designadas como dudosas coinciden con los perfiles de los homicidios; esto es, masculinos, entre 20 y 45 años y en Montevideo y Canelones, en la mayoría de los casos. Al mismo tiempo, 19 del total de muertes dudosas contaban con antecedentes penales. El diputado del Frente Amplio Sebastián Valdomir indicó que si bien no significa que una persona por contar con antecedentes penales sea víctima de homicidio, “es una cantidad importante para concluir que las 19 personas calificadas de muertes dudosas no fueron realmente homicidios”. Valdomir agregó que el informe de Fiscalía sobre la cantidad de muertes dudosas -que en 2021 registraban 100 y en 2022 treparon a 200- se elaboró en el marco de un pedido de acceso a la información “que aún estamos analizando en su totalidad”. El diputado, quien además es sociólogo e interpeló en junio pasado al ministro del Interior, agregó que “si se traslada a que el ministro dijo que hubo tres homicidios menos en el primer semestre de 2023 con respecto a 2022, hay algunas muertes dudosas de este semestre que están catalogadas como dudosas pero realmente debería pensarse que se trata de homicidios”. En definitiva, según la respuesta dada por Fiscalía, de la cantidad y perfiles de las personas muertas, puede inferirse que, en realidad, se trata de homicidios.
En tanto, este martes se presentó la cifra de homicidios, rapiña y violencia doméstica perpetrados en el primer semestre de 2023. Se observó un aumento según las cifras registradas por el Observatorio de Criminalidad del Ministerio del Interior.
Esto es: el primer semestre registra tres homicidios menos con relación al primer semestre del año pasado, al tiempo que debe recordarse que 2022 terminó con 25% de homicidios más que 2021. Además, se registra un 10% más de homicidios con respecto a 2019, “último año sin pandemia”, dijo el diputado Sebastián Valdomir, quien agregó que “estamos por encima del registro de homicidios del último año del gobierno del Frente Amplio, al tiempo que hubo más rapiñas en este primer semestre que en el año 2022”.
Las explicaciones del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se limitan a sostener que un “50% de los homicidios obedecen a conflicto entre criminales o ajustes de cuentas, o conflicto entre narcotraficantes”. Esto contradice -siguió Valdomir- el informe presentado por el Ministerio del Interior a mediados de julio, de una investigación realizada a través del Fondo Sectorial de Seguridad Ciudadana de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación del sociólogo Emiliano Rojido que concluyó, entre otros puntos, en base a los datos del Observatorio de Criminalidad del Ministerio del Interior, que entre 2012 y 2022 solamente el 6.5% de los homicidios tienen raíz en conflictos entre narcotraficantes y 13,6% se explican en venganzas y represalias. “Pero el ministro solamente sostiene que la mayoría de los homicidios son por ajustes de cuentas y no hay un número académico validado empíricamente, demostrado que ese 50% se refieren a muertes originadas por conflictos en el narcotráfico”.
Otro capítulo es el número de denuncias. En la previa de la interpelación al ministro del Interior, varios testimonios relataron que en Montevideo y Canelones la gente muchas veces no denuncia cuando sufre un delito de hurto. “No denuncia porque siente que pierde el tiempo, porque siente que es difícil que le recuperen las cosas, o no denuncia porque tiene miedo de que le pase algo luego de la denuncia”. Claramente, el número de hurtos -continuó Valdomir- no refleja la cantidad real de víctimas de este delito. Hace pocos días, una persona en Durazno fue apuñalada y no quiso hacer la denuncia por lesiones ni por el delito de rapiña que sufrió que, lo que demuestra, es que las denuncias no reflejan la violencia porque hay problemas de confianza entre la ciudadanía y la policía. Es más: muchas veces, la denuncia se toma en la seccional de policía de forma incompleta, porque la denuncia es oral y se consigna con falta de información. Por tanto, la calidad de la denuncia o evento es muy baja y esto tiene relación con la eliminación de los becarios de las seccionales policiales.