La figura de José Gervasio Artigas perdura bien forjada en bronce, en mármol y en papel. "El prócer de la patria" es uno de los íconos principales de la construcción identitaria del país. A lo largo de la historia se fue convirtiendo en imagen y mito, construcción social de sus hazañas que dejó de lado los pormenores de su vida cotidiana.
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Se dice que nació en Sauce, se dice que nació en Las Piedras, se dice que nació en Montevideo. Abundan los relatos alrededor de su figura, difuminados en una nebulosa que permite rescatar los valores que la idea de nación necesita. Pero existen datos, estudios e información que permiten conocer aspectos de la vida de Artigas. Por ejemplo, que su solar natal está ubicado en la intersección de las calles Cerrito y Colón, en Ciudad Vieja.
En 2020 el municipio B compró el inmueble a su última propietaria y generó un acuerdo con la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República para realizar una investigación historiográfica y arqueológica del lugar. La edificación fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1975, pero permanecía cerrada y en estado de abandono.
Los historiadores Nicolás Duffau y Franco Morosoli y el arqueólogo José López Mazz lideraron el trabajo interdisciplinario en el solar. El objetivo era tratar de hacer un recorrido histórico vinculado a la evolución del solar natal y un recorrido arqueológico para encontrar restos de materiales de la casa.
Encontraron cimientos de la construcción colonial sobre los que se construyó, a mediados del siglo XIX, la casa posterior, que es en parte la edificación que hay hasta hoy en día. Luego identificaron un muro que separaba el rancho inicial en el que vivían los abuelos maternos de Artigas de lo que pasó a ser una pieza subsidiaria a la que se mudaron. También hallaron partes de vasijas, fichas de juegos, botellas, restos de cerámica y otros elementos de uso cotidiano.
Duffau dialogó con Caras y Caretas sobre la investigación, el valor histórico de los hallazgos y la construcción de nuevos relatos alrededor de la figura de Artigas.
¿Hace cuánto se sabe que allí se encontraba el solar natal de Artigas? Porque hoy siguen vigentes y son ampliamente aceptados diferentes relatos, por ejemplo, que nació en Sauce
Ya en 1956 el profesor Juan Pivel Devoto plantea la necesidad de construir [allí] un centro cívico, una biblioteca, porque había sido el lugar en que había nacido Artigas. En 1901 hay un artículo del memorialista, historiador y cronista Isidoro de María que muestra y habla de esa casa como la casa en la que había nacido Artigas. Cuando se empieza a discutir si había nacido en Sauce, Las Piedras o Montevideo ya se tenía conocimiento de que esa era la casa natal de Artigas. Pero es un tema en discusión permanente. Viendo comentarios en redes decían "están mintiendo, Artigas nació en Sauce no en Montevideo". La partida bautismal lo da nacido en Montevideo y esa era la vivienda familiar, y en la época los niños nacían en las casas.
Si ya existía esa información, ¿por qué estuvo abandonado tanto tiempo?
Tiene que ver con los procesos que se dan en cada sociedad. Inicialmente los espacios de memoria en torno a Artigas y al artiguismo se construyeron en lugares que tenían que ver con un tipo de relato histórico que rescataba la imagen del héroe infalible, prácticamente perfecto; monumentos ecuestres, bustos omnipresentes, sitios de memoria vinculados al desarrollo político de la revolución oriental (como la meseta de Artigas que se creyó que ahí había estado Purificación y se demostró que no, que estaba 15 km más arriba). Durante buena parte del siglo XX los niños se escolarizaban en un discurso de Artigas asociado a esa figura infalible. Esos espacios de memoria traducen ese relato. Y pensar en un rancho de la Ciudad Vieja donde vivía una de las familias fundacionales de la ciudad también tiene que ver con esto porque es un redescubrimiento histórico que tiene más que ver con la vida cotidiana, con el rol de las mujeres, el rol de la sociabilidad, de los espacios más íntimos o más privados de esa familia. Por eso la casa se incorpora como espacio de memoria. Ese Artigas heroico tiene otras facetas. El Artigas niño, pero no para decir que hacía tal cosa, sino para problematizar la situación de las infancias en el siglo XVIII y XIX, que tiene que ver con el rol de la familia en ese proceso de pasaje del orden colonial a la revolución. Hoy en día la sociedad ha cambiado y ha incorporado otras miradas.
¿Qué cambió?
Quienes estudiamos el artiguismo y el siglo XIX nos preguntamos por ejemplo qué pasó con los afrodescendientes, con las mujeres, con los amerindios en el proceso revolucionario. Eso abre nuevos espacios de memoria, aparecen figuras a priori secundarias y eso también encuentra su correlato como lo tuvo la historiografía del siglo XX, la del héroe guiando al pueblo. Hoy aparecen otros espacios de memoria asociados a la pluralidad, que tiene que ver con nuestro presente. Nuestra sociedad es la que ha empezado a problematizar el rol de estos sectores en el presente y por ende en el pasado. Pensar en Montevideo desde una visión amplia. Pensamos un Montevideo en el que la revolución fue llevada adelante por hombres blancos asociados a la vida política y militar, y en realidad Montevideo era y sigue siendo hasta hoy una ciudad muy diversa. En ese entonces convivían españoles y españolistas con criollos, africanos esclavizados, unos pocos afrodescendientes libres, amerindios. Es una ciudad portuaria, vienen personas de distintos lugares del mundo, las noticias circulan porque llegan barcos de Europa y del mundo Atlántico. La casa puede ser un aspecto para problematizar el rol de la ciudad.
Artigas es un abstracto, una idea, una nebulosa de la que no conocemos datos específicos
No sabemos dónde está la casa o dónde nació pero sabemos que dijo frases célebres porque durante largo tiempo la historia del país permitió construir un pasado común y tener un relato integrador asociado al héroe más allá de los bandos políticos y las diferencias de los uruguayos. Eso hoy se rompió. No digo que no tengamos que tener referentes o pasado común, pero ese relato unificado, ese relato común se rompió, porque aparecen voces desde la disidencia, desde la subalternidad, de lo popular, voces que resignifican a Artigas, como decía Barrán, como un conductor conducido que respondió a múltiples demandas, tuvo alianzas, enemigos, aciertos, errores. Hemos incorporado el relato nacionalista sobre Artigas que lo reduce a un gran hombre, a unas fronteras que son las del Uruguay y a algunas características que estaban más asociadas a Uruguay que a la región; eso desde la mirada de los historiadores es problemático porque la identidad no se puede reducir a un gran hombre, a una geografía y a algunas características que casualmente coinciden con el país.
¿Cómo se construye una identidad auténtica (o una que se le acerque)?
La construcción de la identidad tiene que ser lo más plural posible porque vivimos en una sociedad democrática, lo más amplia posible desde el punto de vista geográfico porque la revolución tuvo que ver también con lo que ocurre en la región, con lo que pasaba en las provincias del litoral de Argentina, con lo que pasaba en el sur de Brasil, con lo que pasaba en el mundo Atlántico en general, en Francia, España, EEUU, Caribe. Y que además pueda mostrar en la evolución temporal la convivencia de proyectos políticos que fueron múltiples, que no pensaron en forma exclusiva en Uruguay como país. Ahí es que esa mirada más tradicional es la que se puede cuestionar, pero no en aras de decir que no tenemos que tener referentes comunes o no tenemos que construir un pasado común. La sociedad del presente es más diversa, le da espacio a veces a otras voces, se preocupa por distintas minorías, tiene políticas afirmativas entonces el relato sobre el pasado se pluraliza también. El relato de hombres blancos heroicos sin matices ni diferencias construyendo la revolución se cae. Si hay diversidad social se cae el relato de los grandes partidos políticos exclusivamente. Aquella idea de los partidos más viejos del mundo, bueno sí, hay una relevancia de los partidos, pero también de la sociedad llamémosle civil, organizada y no organizada.
¿Qué consecuencias tendrán estas investigaciones?
Demostrar claramente que la sociedad uruguaya se ha construido a partir de la existencia de numerosos colectivos étnicos sociales, afro, amerindio, personas nacidas y no nacidas en el territorio. Nos queda mucho camino para recorrer para salir de la mirada artigocéntrica y de relatos tradicionales. Hay que salir de la mirada nacionalista que restringe la revolución al territorio del uruguay con las fronteras tal como las conocemos. Hasta 1851 Uruguay estuvo negociando sus límites y tuvo tratados de ratificación posteriores y negociaciones por límites que llegaron hasta entrado el siglo XX. Tenemos que pensar ese proceso desde un punto de vista que lo vincule a lo que ocurría en distintos espacios regionales. Una mirada desde el punto de vista cronológico que sea amplia, los antecedentes, la revolución y las consecuencias.
Hay intenciones de abrir el espacio e introducirlo en la vida social
El espacio está en obra ahora que se terminaron las tareas arqueológicas. La intención de las autoridades del municipio B es que el fin de semana del patrimonio, en octubre, ya esté abierto al público.
¿Alguno de los elementos encontrados en la casa arrojó información nueva?
Fue posible historiar el desarrollo de ese espacio de Montevideo, ese es uno de los aspectos más novedosos. En segundo lugar, [conocer] el ambiente hogareño de la vida de los Artigas; si bien Gadea en su momento lo había estudiado, no había demasiados elementos para saber qué características presentaba esa vida familiar. Afinando un poco más, terminando algunos aspectos de la investigación podemos hacer un aporte que suma a tratar de comprender en la totalidad el personaje José Gervasio Artigas.