El Portal de la Udelar dialogó con la decana de Facultad de Ingeniería y una de las docentes que recomendó otorgar este reconocimiento a Guarga, María Simon, acerca de las justificaciones de esta recomendación.
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«Lo apreciamos por un lado como científico, como persona que ha ejercido notablemente en el área de fluidos e hidráulica, donde se ha desempeñado principalmente, con aportes fundamentales, con inventos, innovaciones, con aportes propios a la tecnología», expresó la decana.
Dentro de estas actividades resaltó la investigación tecnológica en la que Guarga se destacó mucho. Entiende que esta es un tipo de investigación que mantiene su lógica propia, distinta a la investigación en letras, en humanidades y también a la investigación básica.
«La investigación tecnológica tiene otros tiempos, otras escalas y es necesario llevarla al campo, no todo se puede reproducir en el laboratorio o tiene modelos numéricos complicados», afirmó.
Simón entiende que es esencial algo que siempre estuvo presente en el pensamiento de Guarga, que un sistema científico tecnológico en un país viva como un organismo, «como un ecosistema vivo» en el que unas partes alimentan a las otras. «Si este sistema está cortado, el medio productivo, sea estatal o no, tiende a comprar soluciones tecnológicas en otros lugares, que no son las más adecuadas y en especial nunca nos van a vender aquellas que nos harían altamente competitivos, porque ellos también compiten», indicó.
Otro de los aspectos a resaltar del investigador, que había sido un tecnólogo destacado ya antes de la intervención de la Universidad, es haber construido un grupo humano relevante a su vuelta de un prolongado exilio en México durante la dictadura cívico militar, en el marco de su concepción de Ingeniería ambiental, observó.
Destacó que ese grupo tiene permanencia hoy en el IMFIA. Este Instituto está integrado no sólo por los discípulos del ex rector sino también por alumnos de estos. «Guarga tiene nietos y bisnietos académicos», apuntó Simon. Destacó que el resultado de esta construcción es un grupo sumamente sólido y amplio cuyos integrantes no se dedican exclusivamente a lo que hacía Guarga, sino que abordaron la ingeniería ambiental con una amplitud de pensamiento tan grande que incluye temas como el ruido acústico en las ciudades, el agua potable, el saneamiento, el aire, la dinámica atmosférica, los ríos y el transporte de sedimentos.
En la trayectoria de Guarga, Simon también destacó su «prolífico» período al frente del Decanato en la Facultad de Ingeniería, en el que entre otros avances se produjo un nuevo plan de estudios, el Plan 1997 genérico, que él impulsó. Este plan implicó un proceso de modernización de la enseñanza de la ingeniería que iba más allá de las formas, entre otros objetivos se apuntó a que los ingenieros egresaran más jóvenes para lo que se acortó la carrera llevándola a cinco años.
Entre las contribuciones del ex rector, Simon destacó sus aportes institucionales «en el ámbito de la enseñanza, la organización, el diseño, el pensamiento de la Universidad», la construcción de redes como la Red Temática de Medio Ambiente entre otras que logran vincular a las facultades de la Udelar.
Asimismo destacó que uno de los inventos de Guarga, el sistema de protección contra las heladas y las nieblas, que se basó en ideas de la física, de la mecánica de los fluidos, fue puesto en marcha a través de una empresa y aplicado en obras muy grandes e importantes.
«Guarga observaba la naturaleza con ojos desprejuiciados buscando soluciones que a veces parecían muy sencillas pero nadie las realizó antes, y que tienen aplicaciones impensadas», señaló Simon. Acotó la necesidad e importancia de no separar la investigación de la enseñanza de grado, algo a lo que Guarga le prestó especial atención al planificar iniciativas para la Udelar, porque este vínculo es lo que caracteriza a la verdadera enseñanza universitaria.
«Por su aporte científico y tecnológico, por su capacidad de entender y de generar trabajo original, por su aporte a la Facultad, a la Universidad y al país porque muchos vínculos entre el sector académico y el productivo se deslindan de su pensamiento y su tarea, es más que merecido otorgar el título de Doctor Honoris Causa a Rafael Guarga», concluyó.