"No inventaron nada"
Romani también cuestionó las medidas propuestas recientemente por el gobierno, como los allanamientos nocturnos y la internación compulsiva. Con respecto a esta última, y pidiéndole perdón al presidente, opinó que se trata de "una maniobra electoral" y expresó su escepticismo acerca de su impacto real, argumentando que podrían ser utilizadas para hacer ruido en el corto plazo y después desaparecerán, ya que, según él, "no hay capacidad ni criterio" para sostenerlas en el tiempo. "La internación compulsiva siempre existió", recordó, mencionando que ya estaba contemplada en la ley de salud mental y en la ley del psicópata.
El exsecretario general criticó la idea de convertir la internación involuntaria "en un modelo de política social para resolver un tema tan complejo como el de los que no tienen casa", sugiriendo que existen otros enfoques para tratar el consumo de drogas.
Además, hizo referencia a la presión de ciertos sectores de la sociedad, especialmente del colectivo de madres sufrientes, que exigen la internación "con la desesperación de una situación familiar que no se previó correctamente". y añadió: "Cuando llega el desborde, lo único que se les ocurre es sacarse al botija de encima".