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Mundo

The Washington Post elogia a Cuba por el desarrollo de vacunas contra la Covid-19

“En caso de que tuvieran éxito, las vacunas (cubanas) serían una proeza de destreza médica contra todo pronóstico, así como un golpe de relaciones públicas, para un país aislado de 11 millones…”, subraya el diario de la capital norteamericana.

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El diario The Washington Post reconoció que, “contra todo pronóstico”, el hecho de que Cuba haya entrado en la carrera mundial por las vacunas contra la Covid-19 es consecuencia del desarrollo de su industria biotecnológica, algo inusual en países del Tercer Mundo.

“Las inversiones en educación y atención médica plantaron la semilla de lo que hoy es un aparato biotecnológico inusualmente sofisticado para un pequeño país en desarrollo, con al menos 31 empresas de investigación y 62 fábricas con más de 20.000 trabajadores”, escribió el rotativo estadounidense.

Y  continuó: “cuarenta años después, la nación isleña comunista podría estar en la cúspide de un avance singular: convertirse en el país más pequeño del mundo en desarrollar no solo una, sino múltiples vacunas contra el coronavirus”.

En estos momentos, dos de estas vacunas, Soberana 02 y Abdala, están ya en la fase tres de ensayos clínicos y probadas en centenares de cubanos, aunque los resultados finales de los estudios no han sido revelados aún. En total, los cubanos trabajan ya en cinco candidatos vacunales en total, las tres restantes todavía en fases menos avanzadas. Pero ya tienen clientes, apunta The Washington Post.

Venezuela, por ejemplo, es uno. Otro es Irán, nación a la que se han enviado 100.000 dosis también para su estudio entre los iraníes. Este último caso es un indicio raro de la política, porque el país persa pudo haber escogido la vacuna china o la rusa, que ya han logrado ingresar a Latinoamérica.

“En caso de que tuvieran éxito, las vacunas (cubanas) serían una proeza de destreza médica contra todo pronóstico, así como un golpe de relaciones públicas, para un país aislado de 11 millones que fue agregado nuevamente a la lista de Estados Unidos de patrocinadores estatales del terrorismo en el últimos días de la administración Trump”, subraya el periódico de la capital norteamericana.

“Tenemos una gran confianza en la ciencia médica y la biotecnología cubanas», dijo el canciller venezolano Jorge Arreaza a The Washington Post. “No solo será fundamental para Venezuela, sino para América Latina. Será la verdadera solución para nuestra gente ”.

Además, para el diario editado en Washington DC, un eventual éxito cubano en este campo pudiera sacudir el inmovilismo de la política estadounidense hacia la isla del Caribe, que prácticamente sigue siendo la misma del expresidente Donald Trump, aun cuando sea ya Joe Biden quien ocupe la Casa Blanca. El demócrata apenas ha definido que una política hacia la Isla entra por el filtro del respeto de los derechos humanos y su gobierno anunció la revisión de lo implementado por su antecesor.

“Si se alcanza, ese ambicioso objetivo podría ubicar a Cuba, un país donde el investigador científico promedio gana alrededor de $ 250 al mes, entre las primeras naciones del mundo en alcanzar la inmunidad colectiva, lo que la coloca en una posición para atraer turistas de vacunas y exportar excedentes de lo que los funcionarios afirman que podría llegar a 100 millones de dosis para fin de año”.

“La principal contribución será inmunizar a toda la población cubana y controlar la transmisión del virus”, dijo la semana pasada Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, el conglomerado estatal que supervisa el desarrollo de la vacuna en Cuba. “El país podrá volver a la normalidad y será seguro para quienes quieran y decidan visitar la isla”.

Un éxito en este terreno sucedería para Cuba en un momento crítico. Luego de tasas de infección relativamente bajas el año pasado, los casos de coronavirus de la Isla se han disparado en las últimas semanas, convirtiéndola en uno de varios nuevos puntos calientes en una América Latina muy afectada por la pandemia, considera el Post.

Aun con sus señalamientos, la publicación de The Washington Post resulta un hallazgo porque el diario estadounidense tiene una política editorial no muy halagadora hacia la Isla. Desde que Fidel Castro llegó al poder, sus editoriales, usualmente no firmados, han sido muy críticos del gobierno cubano, al contrario de los del The New York Times que jugaron un rol positivo en el nacimiento de la política de deshielo bilateral impulsada por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro.

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