«Los rusos no verán este viernes en los cines el estreno de The Batman porque Warner Bros ha decidido cancelarlo. Tampoco llegará a las salas la semana próxima la comedia de animación Red, de Pixar, anulada por su dueña, Disney. Ni Morbius, de Sony. Las tres compañías han suspendido la emisión de sus películas en el país «, señala el informe.
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«Tampoco podrán los rusos comprar iPhones de Apple. Ni zapatillas de Nike. Ni conducir el coche que prefieran. La marca sueca Volvo no enviará más vehículos hasta nuevo aviso. Ni la británica Jaguar Land Rover o la división de camiones de la alemana Daimler. Otras, como BMW, estudian seguir sus pasos, o desprenderse de sus participaciones allí, como Mercedes Benz con su 15% en el fabricante ruso de camiones Kamaz. También sucede en otros sectores: Shell romperá sus alianzas con Gazprom, y la petrolera estatal noruega Equinor detendrá sus inversiones y se deshará de sus activos. En Rusia, mucho más interconectada por su extensión y su proximidad a la Unión Europea, la desbandada de grandes corporaciones es patente, y crece cada hora que pasa. Con ellas se marchan, sin fecha de vuelta, inversiones, empleos, servicios y mercancías que antes llegaban por tierra, mar y aire. Presión extra para el régimen de Vladimir Putin».
Invertir y perder
Las compañías occidentales se juegan en la crisis decenas de miles de millones de euros, y eso puede marcar la diferencia: no es lo mismo abandonar el mercado ruso para una firma que no ha invertido demasiado que para los supermercados franceses Auchan, que cuentan con 231 establecimientos, facturan más de 3.000 millones anuales y emplean a 30.000 personas.
Uruguay
Aunque la Federación Rusa pasó de estar entre los primeros 10 lugares de destino de la carne vacuna uruguaya, sigue comprando el 50% de la manteca y el 17% de los quesos uruguayos.
En el 2021 en Rusia se realizaron colocaciones por US$118 millones cuando en el 2012 era de US$ 383 millones, claramente mucho antes de la guerra.
Esta baja se explica porque China empezó a comprar la carne uruguaya pagando mejores precios que los rusos, que siguieron comprando lenguas, hígados, lácteos y soja.
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