Por primera vez desde su creación en 1927, la presidencia de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadesa) estará ocupada por una mujer. Una mujer que, además, fue secuestrada y detenida durante la dictadura cívico militar. Mirta Iriondo es doctora en Matemáticas, tiene un master en Ingeniería Física en Suecia -donde estuvo exiliada durante muchos años-, y cuenta con una extensa trayectoria académica y laboral: fue directora del área de Planificación Industrial para el Ministerio de Defensa, subdirectora de Investigación Científica y Desarrollo y Tecnológico y la primera decana de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación en la historia de la Universidad de Córdoba. Desde el 20 de enero, es la titular de la empresa dependiente del Ministerio de Defensa que se encarga de la fabricación de aviones en el país.
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Estuvo desaparecida en El Vesubio y en La Perla, fue testigo en los juicios de la verdad, y terminó trabajando a pocos metros del centro clandestino de detención donde estuvo secuestrada. Su condición de sobreviviente y su trabajo rodeada de militares, tiene una fuerte carga simbólica, personal y para la memoria colectiva de la sociedad argentina.
Expone ademas, la fortaleza de voluntad de una mujer que se recibió en el exilio, durmiendo cuatro horas por día.
Si bien el cargo estuvo muy brevemente ocupado por la abogada Cristina Salzwedel durante el macrismo -que asumió de manera transitoria para llevar a cabo una auditoria interna-, Iriondo destaca la importancia de que haya más mujeres en espacios que, como el militar, cuentan con una cultura machista y autoritaria, y acarrean un pasado manchado por la experiencia de las dictaduras militares. En este sentido, analiza como «una reivindicación» para los sobrevivientes que haya otra sobreviviente ocupando un cargo de este tipo. «Es un orgullo para los sobrevivientes y un homenaje para los 30 mil desaparecidos».
Fuente: Página 12.