«Estamos esperando el veredicto, así como me está esperando en casa mi nueva familia, cuando baje me voy a abrazar a todas ustedes, las quiero a todas. Gracias por todo el respeto y sabiduría que me mandan, con todo el corazón. Gracias». Esas fueron las palabras de Higui un rato antes de escuchar en la sentencia la palabra más esperada de toda su vida: «Absuelta».
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Eva “Higui” de Jesús finalmente recibió la absolución en el juicio que se le seguía por haber matado a un hombre al defenderse de una violación grupal ocurrida en 2016 en la localidad bonaerense de Bella Vista.
Al salir dijo, “Vamos a sacar más pibas, más chicas trans, más chicos trans de las cárceles. Vamos con todo, vamos que nos necesitan”, dijo al salir de Tribunales. “¿Dónde está Tehuel?”, gritó junto a un coro de militantes que la siguieron. “Justicia para todas las pibas trans y los chicos trans que están injustamente… Para el gatillo fácil, ¡que aparezcan los nietos! ¡Basta de injusticia, basta!”, gritó Higui, completamente emocionada.
El veredicto lo dio a conocer el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Martín, luego de que la Fiscalía solicitara 10 años de prisión por “homicidio simple” y la defensa, la absolución.
Después de más de tres horas de audiencia durante la cual desfilaron cuatro testigos y prestó declaración la propia Higui, los jueces Gustavo Varvello, Germán Saint Martin y Julián Descalzo decidieron adelantar los alegatos y el veredicto, previstos inicialmente para el martes.
En consecuencia, los manifestantes que desde hace tres días mantenían cortada la avenida Balbín al 1700 frente a los Tribunales para reclamar la absolución de esta cartonera y futbolista fortalecieron su presencia en el lugar para que se escuchara más fuerte el grito de “Yo también me defendería como Higui”.
Antes de los alegatos, en la tercera jornada del juicio, había declarado una mujer policía que asistió a Higui en el lugar de los hechos y en la comisaría, tres peritos –dos oficiales y uno de parte- y la propia acusada, que pidió hacer uso de su derecho para proclamar su inocencia.
Con dos años de retraso en relación a la primera fecha fijada para el juicio, Higui llegó a juicio acusada de “homicidio simple” por defenderse de una violación grupal «correctiva».
Y a pesar de realizar la denuncia y de que fuera encontrada desvanecida en el lugar de los hechos, con traumatismos en diferentes partes del cuerpo, el pantalón y la ropa interior rotos; la violación nunca se investigó como tal.
Tras ocho meses presa, la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria gracias a la fuerte movilización para exigir su libertad.