Para Fernando Amado el resultado electoral de las pasadas elecciones, y la perdida de esos 6 puntos del Frente Amplio respecto a las elecciones pasadas, responde a los votantes «desencantados» que venían votando a esta fuerza política, pero en esta oportunidad utilizaron el «voto castigo» para transmitir un mensaje respecto a las cosas que no les gustaron del gobierno. «Tiene que ver con un tirón de orejas de gente que venía votando al FA y en primera vuelta decidió manifestar ese sentir, votando partidos chicos cuyo porcentaje difícilmente sea genuino ya que no tienen arraigo partidario. Los únicos que podían haberlo tenido son el Partido Independiente y Asamblea Popular», analizó.
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A su entender, el resto de los «partidos de ocasión», que constituyen en suma 3 o 4 puntos, fueron favorecidos por el razonamiento del voto castigo. Por otro lado, hizo referencia a los ciudadanos que optaron por expresiones que tienen que ver con apostar por candidatos o legisladores que conocen de «sus pagos».
Hacia el balotaje
Amado explicó que en esta recta final el progresismo debe apuntar a canalizar los votos de estos dos tipos de ciudadanos y realizar una campaña que logre transmitir y garantizar un proyecto de país «de certezas» y no un «cheque en blanco».
Para el diputado, el electorado «desencantando» tiene sus razones entre las cuales mencionó como la más fuerte «la eventual soberbia con la que, en algunos momentos, el FA actuó desde el gobierno», así como también la toma de decisiones tardías en asuntos éticos, o el haber caído en una lógica binaria como lo hicieron los partidos tradicionales en la década de los 90 que gobernaban sin tener en cuenta la otra mitad del país. «Blancos y colorados gobernaron durante años haciendo de cuenta que no existía el FA cuando ya tenían el 40 % de los votos y representaba a muchos uruguayos. Cuando uno gana tiene legitimidad tiene derecho a gobernar con su programa e ideas, pero también es saludable ampliar la mira y generar acuerdos más allá de la fuerza política», reflexionó.
En tal sentido, Amado reconoció que el FA tampoco lo hizo durante mucho tiempo pero que actualmente dio un claro mensaje con respecto a «dejar de mirarse el ombligo» e incluir sectores progresistas que estaban por fuera. «Daniel Martínez y el Frente Amplio, después de las internas, salieron a buscar a otros actores políticos y técnicos que son progresistas más allá que no sean frenteamplistas, como es nuestro caso. A nosotros nos fueron a buscar para ampliar la mirada reconociendo la necesidad de la nueva etapa de la izquierda uruguaya de mirar a todas las izquierdas que hay con orígenes distintos».
Con respecto al escenario del balotaje en el cual en FA se enfrenta a una oposición de coalición, aseguró que «no todo es tan lineal» como quieren hacer creer dirigentes y consultoras. «Estamos frente a una situación muy particular, con dos candidatos muy distintos desde el punto de vista de su perfil como personas. Ante esa disyuntiva, hay una gran seguridad de que, esa masa del electorado, va tener mucho más empatía con Martínez que con el candidato de la oposición». Sobre este punto, explicó que esa empatía radica en los rasgos que tiene el candidato frenteamplista. «Se trata de un ciudadano que trasmite esa cosa de uruguayo promedio, de cercanía y simpleza. Martínez no tiene que ponerse en pose de presidente. No va tratar de buscar un ángulo para la foto. Además, cuenta con formación, experiencia y certeza debido a todos los cargos en los que estuvo. Si el uruguayo promedio se mira al espejo, estoy seguro que se refleja más la imagen de Martínez que la de Lacalle Pou», afirmó.
Consultado sobre las estrategias actuales del Frente Amplio de cara a la próxima instancia electoral hablo de la necesidad de trasmitir ideas claras y comunicar logros y certezas. «Es fundamental desplegar una campaña clara con la certeza de un programa de gobierno que ya existe e incorporó las visiones de otros sectores que también han logrado objetivos fuera del FA como en su momento lo hicimos nosotros».
Amado subrayó la importancia de reconocer logros y certezas de este gobierno. «En mi caso, vengo de un sector donde reconocer algo bueno de FA era señalado como un acto equivocado, pero yo creo en la honestidad intelectual y si otro partido hace algo bueno, hay que reconocerlo. Así lo hicimos durante mucho tiempo y también supimos criticar y marcar cosas a corregir y otras que comenzar».
A los colorados los conozco
El diputado de Unir permaneció durante 18 años en el Partido Colorado y fue donde se formó como actor político. En esta oportunidad, se mostró convencido de que un gran porcentaje de sus votantes optará por el Frente Amplio en segunda vuelta. «Conozco al PC como la palma de mi mano y también conozco a sus votantes. Lamentablemente este sector ha quedado en una situación de tal marginalidad electoral que se festeja un 12 %» comentó.
Según afirmó el líder de Unir, dentro de ese 12%, hay una gran cantidad de votantes que se identifica mas con un proyecto progresista que con la corriente histórica de Lacalle Pou. «Tienen una reacción muy negativa hacia el Herrerismo y hacia la figura del candidato», sentenció.
En esta linea de pensamiento, Amado puntualizó algunos aspectos del batllismo que se acercan mas al proyecto del FA que al del PN. «Si bien el FA no es batllista, ha tenido ciertas vetas desde su fundación y en su gestión. Ha tenido políticas que bien podrían haber sido batllistas como la reinstalación del Consejo de Salarios, la formalización de las empleadas domésticas, y todo lo vinculado al trabajador rural. Incluso la agenda de derechos, y el feminismo que años atrás, en un país mucho más machista y conservador, el plantear una ley de divorcio por la sola voluntad de la mujer era una revolución, significaba atentar contra los valores más tradicionales y básicos del status cubo uruguayo. Esas cosas las hizo el viejo Batlle»,valoró.
«Cualquier batllista que evoque la figura de Batlle y Ordoñez, con honestidad intelectual, no puede no percibir estas similitudes. Y de alguna manera el FA tuvo el atrevimiento de plantear cosas distintas que van en la línea de romper con ciertos status cubos morales y avanzar en derechos igualdad y diversidad», reconoció.
Con respecto a Talvi, criticó que tuvo dos momentos totalmente diferentes y que no sabría definir cuál es el auténtico.»En un primer momento se presentó como liberal progresista e intentó romper la lógica partidaria imponiéndose ante Sanguinetti de forma muy dura y generando fuertes tensiones. En su discurso había cosas fáciles de decodificar como guiñadas hacia un perfil político no esperable en el PC, acerándose al centro. Después que ganó la interna pasó a ser otra cosa diferente, tanto el cómo su comunicación experimentaron un viraje ideológico que se alejó de lo que abrazó al comienzo», analizó.
En este contexto recordó que en sus inicios, Talvi dijo que de Manini lo separaba un océano. «Ahora lo separa un hilo de agua y ya está para saltarlo. Quieren formar parte de un mismo gobierno. Aquel Talvi poderoso y fuerte que enfrentaba al Sanguinetti, recientemente ,antes de ir a hablar con Lacalle Pou, fue a pedir consejos a la casa del mismo Sanguinetti», cuestionó.
Ante esta situación, Amado aseguró que el candidato de la oposición, para muchos colorados batllistas, «no goza de buena salud» en cuanto a su personalidad y el lugar ideológico del cual proviene. «Todos estos votantes no van a actuar de acuerdo a lo que plantea Talvi, sino que van a decidir según la empatía con el candidato, y estoy convencido que se inclinarán por el candidato del FA, Daniel Martinez», concluyó.