La pandemia de Covid-19, no sólo ha impactado en la vida de las personas y sus rutinas diarias.
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Sus efectos no se han limitado a los aspectos negativos que hayan producido en las diferentes economías, sino que, además de transformar muchas de las agendas de los gobiernos en el mundo, ha impactado también en las instituciones internacionales y en la forma en que las mismas la ubican en sus agendas de trabajo.
El mejor ejemplo de lo anterior lo tenemos en las propias Naciones Unidas (ONU).
El 2020, marcó, parte relevante de la institución internacional y de acuerdo a las valoraciones realizadas por el organismo, el tema seguirá en el centro de atención en este año.
Desde la propia sede de la ONU, se ha informado que, para hacer frente a un contexto tan complejo como la pandemia de COVID-19, la ONU dispondrá en este 2021 de un mayor presupuesto que el año precedente.
La información divulgada por Prensa Latina (PL) señala que la decisión del incremento presupuestal emerge, “tras alcanzar un acuerdo sus estados miembros”, lo que lleva a “reforzar su trabajo en más de cien millones de dólares”.
El pasado 31 de diciembre, “la Asamblea General de la ONU aprobó un presupuesto de 3 231 millones de dólares para 2021, cifra por encima de los 3 074 asignados para el año anterior” consigna PL.
“La Quinta Comisión de la Asamblea, encargada de los asuntos administrativos y presupuestarios, dio luz verde a esa cantidad, y luego el plenario realizó una votación, con 168 papeletas a favor, ninguna abstención y solo dos países miembros en contra: Estados Unidos e Israel”.
La oposición de estos países no es reciente, en repetidas oportunidades, ambos se han opuesto, o han intentado, obstaculizar negociaciones en el organismo internacional.
En este sentido, PL recuerda que “aunque Estados Unidos es el país sede, en los últimos cuatro años sus posturas se han distanciado de las defendidas por la mayoría de los Estados miembros, mientras abandona pactos y entidades de la ONU”.
La agencia recuerda, cómo durante la administración de Donald Trump hubo recortes abruptos de “sus contribuciones a la organización multilateral, y en no pocas ocasiones, demoró sus pagos previstos (…) en medio de una pandemia, el Gobierno norteamericano dio la espalda a la Organización Mundial de la Salud, y entorpeció la aprobación de cualquier documento que la apoyara o la mencionara”.
PL recuerda que “durante la última semana del año, el presidente de la Asamblea General en su 75 período de sesiones, Volkan Bozkir” había expresado “gran preocupación porque aún el plan financiero para 2021 estaba pendiente de aprobación”.
“El mundo espera que las Naciones Unidas, incluida la Asamblea General, muestren liderazgo y tomen acciones al respecto, dijo y llamó a dejar las diferencias a un lado en función de un acuerdo.
Luego de aprobarse finalmente el presupuesto para 2021 en la última sesión plenaria del 2020, Bozkir destacó la necesidad de trabajar juntos para construir el consenso y ejercer la prudencia y la flexibilidad en un momento crítico de la historia”, señala la agencia de noticias.
En sus declaraciones, Bozkir,” instó a los Estados miembros a aprovechar el multilateralismo para poner fin a la pandemia de COVID-19 y convocó a abordar primero las necesidades de las personas más rezagadas y vulnerables”.