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Falsa dicotomía

TLC con China o Mercosur

El Mercosur es un proceso. Señalar sus debilidades sin comprometerse a superarlas juntos y desde adentro es conspirar en su contra.

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Hace pocos días el expresidente José Mujica decía que este gobierno tenía le enfermedad de la “anuciatitis”. Es así. En políticas domésticas, echando humo para ocultar cosas. En política exterior, para ocultar la nada misma. Por estos días, los anuncios falaces, terminaron creando una crisis en el Mercosur. No puede ser que la propaganda nos dañe y dañe también a terceros.

La dicotomía TLC con China o Mercosur es de falsa oposición. Mientras que sea dentro de casa, disimular la inacción para consumo interno es una cosa. Otra, como ocurrió en la última cumbre, regional, pone en riesgo el lento y necesario proceso de integración regional. Uruguay asumió la rotativa presidencia con malestar de todos sus socios: Paraguay (país anfitrión), Argentina (que con altura criticó a nuestro canciller) y -¡vaya sorpresa!- hasta la oposición de Bolsonaro.

El Mercosur es un proceso. Señalar sus debilidades sin comprometerse a superarlas juntos y desde adentro es conspirar en su contra. Este es estratégico para Uruguay y du destino como nación. Cuando se dice que el único proceso de integración exitoso es el europeo, se dice solo una parte de la verdad. Se pasó de la Comunidad (CEE) a la Unión. Tras los acuerdos de Maastricht del 92, pasó tener el euro como moneda única. La unión aduanera pasó a ser también migratoria. Cero control de aduanas o documentación para pasar de uno a otro miembro de la unión.

Pero no se puede hablar de ese éxito sin narrar las marchas y contramarchas que debió atravesar. La impaciencia es enemiga de la política exterior. Un gobierno más ansioso en mostrar resultados que en tenerlos está condenado al fracaso. Acá, en el retorno de la democracia se habló de política exterior de Estado. El Dr. Sanguinetti solía viajar con delegaciones pluripartidistas. A mí mismo me tocó, por ejemplo, integrar tres delegaciones junto al general Seregni: Nicaragua, Brasil y EEUU. Una de ellas, con el presidente.

Los países que creen en una política exterior de largo plazo no cambian su propuesta porque roten los partidos en el gobierno. Generalmente sus cancillerías se conocen con nombre propio: Itamaraty (Brasil), Palacio Santos (Argentina) y, en otros tiempos, Torre Tagle, en Perú. “Palacio Santos” es solo el nombre de un edificio.

La CEE fue creada por el Tratado de Roma en 1957. Va a cumplir 65 años. ¡Si habrá conocido tropezones y caídas! Si cada país hubiera antepuesto intereses inmediatos, no hubiera llegado a ser lo que es. Arrancaron países con diferentes lenguas, historias y formas de gobierno. Hoy tienen gobernantes propios, partidos diversos, pero un solo territorio aduanero. Uno la recorre sin pasar un solo puesto fronterizo (ni mercaderías ni títulos de viaje).

No se logró pateando el tablero a la primera dificultad. El Mercosur surge en los 90, sobre proyectos y anhelos, la mayoría no realizados, de los que depende nuestro destino. El sueño de Wilson, de Tucho Methol, herencia de los padres de la patria.

Buscó primero el libre comercio (circulación de bienes y servicios intrazona). Unión Aduanera es cuando el arancel externo es común. Ingresan a la zona productos con el igual arancel y circulan libremente dentro de la misma. Estamos a años luz. Ahora Uruguay quiere que la opción sea TLC con China (aranceles especiales solo con Uruguay) o Mercosur. Falsa opción.

Bustillo, ni bien asumió, anunció el TLC con China. Este gobierno ya tiene dos años y medio. Y nada. Luego dijo que sería antes de fin de 2021. Tampoco. Ahora se anunció que una Carta Intención (CI) era inminente. Y luego, con “anuciatitis”, con bombos y platillos, que se logró la mentada CI. ¿Qué es exactamente? Una lista de productos que cada país protege y deja fuera del tratado. ¿Par eso dos años y medio? Y otro anuncio: “Ya se van a iniciar las negociaciones”.

El gran éxito transcurrida la mitad del período de gobierno, “vamos a empezar…”. Perú y Chile son los dos únicos países sudamericanos que lo tienen. A ambos les llevó más de un gobierno. Los chinos no improvisan y quieren saber la continuidad de lo que negocian.

¿Por qué a tan arduo proceso Uruguay lo plantea como excluyente del Mercosur? Un país “tomador de precios”. ¿Cómo negocia mejor? ¿Desde un mercado de 2 millones y medio de consumidores o desde uno de 260 millones? ¿Desde un mercado exportador de 9.500 millones o desde uno de US$ 340.500 millones?

Mercosur sí. TLC con China también. Juntos, negociando con más fuerza.

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