El aumento de casos de covid-19 en la capital la obligó a tomar algunas decisiones que dicen que son señales de por dónde cree que se debería transitar para frenar el ritmo de contagios. Cree que habría que ser más restrictivos, pero hay que garantizar una renta básica temporal. Está convencida que hay que saber formar equipos, que la intendencia debe ser 100% digital y que ese cambio se verá tras estos años de gestión. El Frente, los principios, los anhelos y la emoción profunda cuando habla de Tabaré Vázquez. Todo esto y mucho más en este diálogo con Carolina Cosse.
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Lleva menos de un mes como intendenta y se la ve muy activa, ha tomado medidas para evitar que surjan más brotes de coronavirus, cerró teatros, suspendió el carnaval, recorre las ollas populares. ¿Se imaginó un comienzo de gestión tan dinámico?
Sí, estaba absolutamente consciente de que la situación iba a ser dinámica, cambiante, con incertidumbre, por eso era tan importante armar un equipo muy sólido, con el cual estoy muy contenta, porque estamos trabajando todos a marcha camión y muy en equipo, con muy buen desarrollo de todos los directores. Por eso era tan importante eso. El plan de emergencia comenzó a rodar, no solo con la visita a las ollas populares, sino también con las intervenciones en los barrios Marconi y Padre Cacho. Se están definiendo en estos días, si es que no está resuelto ya, los otros barrios en donde intervendremos y además ya tenemos reuniones de profundizaciones con cada dirección para ver la estrategia del año, a dónde apuntar y demás.
¿Cuáles son las cosas que más la han sorprendido en estas cuatro semanas?
Yo me siento muy cómoda aquí y la verdad es que no me sorprende, pero me alegra la buena respuesta a los desafíos planteados por parte de los funcionarios. Esa respuesta positiva, sinceramente, la esperaba. Por ejemplo cuando decidimos un espacio abierto más para Arenal Grande, hubo que coordinar con gente de Cultura, gente de Inspección General, gente de Planificación, de Tránsito, del municipio. Y eso se hizo rápidamente, en una semana, y funcionó muy bien. Yo esperaba esa respuesta porque la gente quiere formar parte de una construcción, es mejor formar parte de algo nuevo que se está construyendo que estar al margen.
¿Esas cosas se habían descuidado o se pueden descuidar a veces?
Se pueden descuidar. Yo las tengo muy presentes. Ahora tenemos el escenario de la pandemia, pero justamente estamos definiendo las líneas principales para cada área para que se vayan conociendo y se compartan con los funcionarios y funcionarias porque todo es un gran equipo.
¿Cuáles son las prioridades para estos primeros tiempos?
Limpieza, movilidad y trabajo, las que siempre dije. Primero, en limpieza vamos a tener un enfoque medioambiental, con un equipo entre el Director de Medio Ambiente, de Limpieza y de Saneamiento, que van a trabajar en equipo, conversan los temas entre los tres y deben tener mucho contacto con la sociedad. Hoy se anunciaron, en acuerdo con los trabajadores, las medidas que se van a tomar para la zafra de fin de año y no hay que olvidar que se sumó la pandemia y eso determinó que se estructure el trabajo en burbujas, en cuadrillas que no se mezclaran unas con otras. En Movilidad ya configuramos un equipo multidisciplinario. Porque acá tenemos un sistema de transporte que se desarrolló en los últimos años que logró equilibrar el asunto en términos de sistema de transporte. A ese sistema lo que le pasó ahora fue la pandemia y la demanda bajó drásticamente, después comenzó a recuperarse y ahora estamos en una situación en que nosotros mismos estamos estimulando que la gente no se mueva. Entonces, hemos configurado un equipo para que, en base a la información digital que hay, qué factores de flexibilidad en términos de recorrido, de frecuencias, podemos tener para cumplir con los que habíamos dicho, que no haya congestión en algunas zonas y que la parada no te quede a diez cuadras en otras. Ese equipo ya está conformado. Ya los planes de consolidación de datos está conversado, la preparación de datos abiertos está conversado, etc. Estamos preparando la maquinaria para desplegar todas estas iniciativas.
¿A esto apuntaba cuando hablaba de una intendencia 100 digital?
Sí. Significa, antes que nada, gobernar en base a evidencia. Nosotros no vamos a decir que cambiamos algunos recorridos porque se nos ocurre, para eso conformamos un equipo con Economistas, Ingenieros, Contadores, Especialistas en datos. Por otro lado significa lograr que la relación con el gobierno de Montevideo sea fácil. El desarrollo natural de la informática siempre es por trámite. Una vez que eso se ha superado, el paso siguiente es centrarlo en la gente, que yo rodee a las personas y no que las personas tengan que entrar acá. El área donde vamos a comenzar esta idea es Edificaciones, lo que tiene que ver con los permisos de construcción. Es un servicio bien importante que tiene una buena cantidad de desafíos para simplificarlo, para que sea transparente, para aprovechar los conocimientos de muchos especialistas que hay en esa área. Yo no puedo tener a un especialista contestando cosas muy sencillas. Para eso debe ser muy claro el procedimiento porque la culpa no la puede tener el que pregunta, la tengo yo que no soy lo suficientemente clara como para que me tengan que preguntar. Esa es la primera área donde implementaremos la estrategia 100% digital. Y ya hay cambios que hemos hecho además de lo digital. Tuvimos una reunión con la Asociación de Promotores Privados de la Construcción y ya les hicimos una devolución en la cual les avisamos que vamos a instaurar la figura de referente para proyectos específicos. Eso va a alivianar mucho. Un referente que va a atender proyectos específicos para que cuando tengas ese proyecto no hagas que el proyecto recorra todos los Departamentos de la Intendencia. Habrá una persona, el referente, que se encarga de que el proyecto cumpla con todo y de recabar dudas y respuestas. Es como un Ejecutivo de Cuentas de Antel, de un Banco, algo muy normal. Tiene que ser fácil, tenemos que testear la usabilidad de las cosas. Si yo genero una aplicación pero para usarla tenés que hacer un doctorado, no sirve. Hemos desplegado también un proyecto de usabilidad para gran cantidad de cosas.
¿Qué implica eso?
Lo primero que implica es la coordinación acá adentro. Por eso es tan importante el equipo de gobierno. Lo primero que debe pasar es que nos hablemos todos con todos y no dejar que el expediente viaje de un lado hacia el otro. El expediente no debe hacer nuestro trabajo, debemos hacerlo nosotros.
Usted habló en el discurso de asunción de integración y participación. ¿Cómo se conjugan ambas cosas?
Creo que deben estar disponibles todas las formas de participación posible, y en pandemia más aún. Cuando podamos tenemos que tener una comunicación presencial con los vecinos y las vecinas. Empezando por mí. Tenemos que acompañar a los municipios en muchas recorridas. Pero también tenemos que dejar la puerta a la ciudadanía para que pueda participar, no solo opinar, denunciar o reclamar, sino también decidir. Hay un avance muy importante con el presupuesto participativo. Como ministra viví una experiencia muy interesante con la consulta que realizamos con el dique Mauá y esa clase de participación la voy a expandir cada vez que se presente un proyecto, voy a compartirlo y vamos a avanzar en términos razonables en la construcción colectiva. Digo en términos razonables porque hay una frontera entre el rol que debe cumplir una institución y la participación. En el rol de la institución hay conocimientos técnicos, hay reglas básicas de lo que debe ser la dirección de la urbanidad.
Aunque eso implique que la participación ciudadana cuestione una idea de la intendencia.
No tengo ningún problema con eso. La participación no es solo un proceso de opinar. Nosotros tenemos que informar. La participación debe ser de calidad, no es “no me gusta”. Para eso la Intendencia debe informar, dar los elementos, compartir esa reflexión. Eso generalmente baja muros de resistencia. El conocimiento siempre nos acerca.
Le pregunto porque en el ejemplo del Dique Mauá se terminó dando vuelta una decisión que traían las autoridades.
Sí, la participación dio vuelta esa situación. Ante una idea puede haber varias posturas. Se puede decir no hacemos nada, cosa que no comparto. Y hay otra opción que es decir que ante un sitio privilegiado de Montevideo qué harían los vecinos de la ciudad. No solamente los vecinos circundantes, porque si ese fuera el criterio la rambla de Montevideo no se hubiera construido. Porque nosotros pensamos que Montevideo nació con la rambla y no, había distintas playas y hubo un plan que cambió playas con un andamiento determinado, con una curvatura determinada, con un trayecto determinado. Hubo un plan de desarrollo urbano. Entonces, participar sí, participar con información. Cuando yo era ministra y estaba este asunto del Dique Mauá se recibieron 800 consultas y ¿qué pasó con esas opiniones? Buena, formaron parte de los insumos de la Facultad de Arquitectura para elaborar un pliego. Es una construcción colectiva donde los expertos de la Facultad de Arquitectura tomaron en cuenta las 800 opiniones pero después hicieron un producto de mucha calidad técnica. Ese producto fue el pliego. Es un proceso.
¿Entiende así también la función política?
Absolutamente. La entiendo así y la practico así. Cuando me integro a equipos de trabajo, cosa que hago todo el tiempo, no necesariamente se resuelve mi propuesta original. Generalmente nunca. Es decir, en términos profundos sí, o en general sí. Pero no llegó con una idea resuelta y la pongo en consideración. No es así. En general vengo con una dirección, ayudo a implementar métodos de trabajo, trato de incorporar a los equipos a gente que piense fuera de la caja con gente que tenga mucha experiencia en el tema. Siempre surgen cosas buenas.
¿Esa puede ser una seña de identidad de una gestión comandada por usted?
Yo trabajo así.
Ante el avance de la pandemia, el gobierno tomó medidas que buscan disminuir la movilidad de la población. Desde la oposición se señala insistentemente que faltan medidas que atiendan la crisis social y económica. ¿Cuál es su posición?
Creo que hay que hablar con la población. Nosotros vemos que en Montevideo la cantidad de casos nuevos aumenta semana a semana. Yo tengo la curva de aumentos semanales y se multiplica por un factor mayor que uno. Lo que he visto en otros países, por ejemplo en Francia, una vez llegado al pico de 640 casos nuevos por día se tomaron determinadas medidas que diez días después generaron una bajada abrupta de ese pico y se sostuvo durante un tiempo. No fue el confinamiento. Francia tomó algunas medidas duras, como por ejemplo el uso del transporte solo para ir a trabajar o algo urgente. Eso no es confinamiento pero sin lugar a dudas fueron medias fuertes. No digo que sean esas las que hay que tomar, digo que lo que dijo el Grupo Asesor Científico Honorario es que se veía una tendencia bastante estable a que el comportamiento siguiera igual, o sea, en aumento. Y que si no se tomaban medidas diferentes no se obtendrían resultados diferentes. Ahora, uno puede decir a las personas que suspendan actividades de entretenimiento, ese fue el gesto de la Intendencia. Nosotros cerramos los teatros municipales no porque hubiera focos en los teatros, era un gesto cultural que nos duele mucho. Es un mensaje. Si yo le pido a las personas que suspendan todo lo que puedan suspender y tienen que ir a trabajar, tengo que aportar de alguna manera para, o bien no vayan a trabajar o bien ayudar para que se movilicen lo menos posible. Por eso desde el Frente Amplio se propone una renta básica universal de manera temporal. Nosotros desde la Intendencia reconocemos una situación de emergencia económica, sabemos que se están desabasteciendo las ollas populares, estamos coordinando con la coordinadora de ollas populares y salimos con este plan de emergencia con los componentes de intervención en barrios en apoyo a ollas populares, de mejora en los servicios comunitarios, en las policlínicas, de extensión de horarios y demás porque es lo que la Intendencia puede hacer.
¿Le parece que las medidas anunciadas por el gobierno deberían haber sido más restrictivas?
Eso hay que verlo cada diez días. Yo lo que veo es que siguen creciendo los casos. El factor de crecimiento semana a semana se mantiene más o menos constante. Al menos en Montevideo. Entonces, estamos para ver la repercusión de estas últimas disposiciones en Montevideo.
Apenas asumió, se reunió con el Presidente Lacalle Pou. ¿Cómo fue la reunión, cómo es la relación actual?
Le envié una carta, me dio una reunión donde estuvo parte de su equipo. Fue una buena reunión. Hoy tenemos mucha coordinación con el Ministerio de Salud Pública. Tienen una camioneta nuestra que se llevan todos los días desinfectada para realizar hisopados móviles. Tenemos coordinación constante, muy buen relación. Los consultamos. La primera reunión al asumir fue con el Ministro de Salud.
¿A usted le parece que desde la intendencia se pueden mostrar distintas formas de encarar este problema?
Son responsabilidades distintas. Nosotros podemos decir lo que hacemos nosotros. En la medida de nuestras competencias damos señales y expresamos preocupación, invitamos a las personas a reflexionar, a tratar de moverse lo menos posible. En la medida de nuestras posibilidades colaboramos para mitigar el problema todo lo que posible.
¿Los gobiernos de Montevideo y Canelones van a ser un contrafuerte importante al gobierno nacional en los próximos años? Sobre todo se lo pregunto respecto a estilos de gestión, prioridades, enfoques.
El tema del contrafuerte es una definición de alguien que lo lee de afuera. Yamandú y yo somos frenteamplistas los dos, tenemos un programa de gobierno que cumplir y tenemos una visión profundamente humanista y una coincidencia de principios muy grande. Además tenemos un límite geográfico que nos une. De hecho estamos hablando con Yamandú para trabajar en equipo, tenemos proyectos ambientales en conjunto, etc.
El diario El Observador publicó unas declaraciones de Orsi señalando que la pandemia se enfrentaba sin perfilismos y las reseñó como una respuesta a su alto perfil en estas semanas de gestión. ¿Usted qué piensa de esas declaraciones?
No las leí.
Se lo pregunto porque, dado que son dos figuras relevantes y de renovación en la izquierda, es probable que en los próximos tiempos se insista en sus diferencias.
Si hay gente que en teoría se dedica a la información que se pone a busca diferencias entre compañeros frenteamplistas en lugar de dedicarse a una emergencia catastrófica que está sucediendo en el mundo, en Uruguay, en Montevideo y Canelones, no lo puedo creer. Habría que dedicarse a esta emergencia en lugar de buscar las siete diferencias entre dos personas como si fuéramos una caricatura.
¿En su fuero íntimo ya realizó una autocrítica respecto a la razones por la cuales el Frente Amplio perdió el gobierno?
Sí. No creo que haya una causa ni un culpable. Creo que la autocrítica es una proceso normal, no tiene que ver con fustigarse por un tema sino que es un proceso normal. En ingeniera es permanente, se debe rever todo lo que se hace para ver si hay que cambiar un rumbo. Y ese proceso normal también debe existir en la política. No hay que hacerla cada cinco años, ni cada quince, es un proceso de revisión de rumbos que debe ser constante. Y para hacerlo hay que tener, me parece, una participación real muy intensa. Una participación de todos. El Frente Amplio es más que el Frente Amplio.
¿Cómo es eso?
Cuando vos estás con los frenteamplistas, no los de la estructura, los que tenemos responsabilidades pública, no. Cuando estás con los frenteamplistas de a pie, es ahí donde está el Frente Amplio. Los principios están muy frescos y muy intensos en la gente. En la gran mayoría y eso es el Frente Amplio.
¿Eso lo descubrió durante la campaña?
Sí. Yo soy una más, tengo principios frescos y firmes. Pero en la campaña descubrí la masividad y lo difícil que es definir el Frente Amplio. Y es difícil de definir porque es profundo y no es de una persona, es de un colectivo. Realmente lo viví. Cuando en la interna recorríamos los lugares e íbamos los cuatro candidatos, la explosión de alegría de la gente cuando nos veía entrar a un pueblo todos juntos, o nos veía recorrer las calles, esa expresión de alegría es la unidad. Y esa unidad ya hizo carne en la gente, es parte indisoluble de la izquierda uruguaya y no depende de un Plenario, de si tengo o no más o menos votos. Cuando la juventud te plantea cosas con mucha claridad, o los viejos hacen planteos, lo que están haciendo es decirte lo que sienten que está bien. Esa es la esencia del Frente, que es mucho más que las letras FA, mucho más que sus autoridades. Por eso tengo tanta confianza y tanta esperanza.
¿Descubrir eso la volvió a emocionar?
Sí, claramente.
¿Se alejó el Frente de todo eso?
El Frente es eso. Algunas personas, que no sé quiénes son ni me importa, pueden haber perdido la perspectiva. Eso puede pasar. Pero el Frente es eso. Los principios están intactos, tienen frescura y profundidad. Cuando yo voy por la calle y la gente que no me conoce me dice cosas maravillosas… eso es el Frente.
Usted declaró semanas atrás en una entrevista que en el Frente se pudo haber perdido contacto con la base material. ¿Qué quiso decir?
No se puede perder contacto con la base material. Porque las ideas surgen en función de la base material.
Van a decir que es marxista.
Yo soy muchas cosas al mismo tiempo. Soy frenteamplistas. Pero si vas a los documentos de creación del Frente Amplio y lees los párrafos donde se agradece a todos quienes participaron de su formación, todos los que listan son la base material. Trabajadores, intelectuales, profesionales, universitarios, capas medias. La idea de humanismo está ahí. Es ver y defender el mundo desde ese lugar.
¿Para usted peligra la unidad del Frente Amplio?
No.
Ya señaló que va a firmar contra la Ley de Urgente Consideración. ¿Está conforme con cómo se procesó esa discusión, hubiera querido que se firmara contra toda la ley?
No participé en el proceso para alcanzar los acuerdos para ir al referéndum. Pero sí participé de la discusión parlamentaria de la LUC y entiendo que habiendo tenido conversaciones con las organizaciones sociales, el Frente no puede mirar para el costado.
¿Se puede gobernar sin las organizaciones sociales, sin escucharlas?
No, no se puede. Eso es alejarse de la base material. Porque además si te fijás todos los gobiernos del Frente Amplio que hicieron cosas, las hicieron porque respondían a reclamos de antes. Y esos reclamos venían de las organizaciones sociales. Qué está pasando ahora. Una conciencia medioambiental brutal de la juventud que es un refresh de una concepción de izquierda y humanista. Viene de ahí el planteo y hay que escucharlo.
En definitiva la sociedad tiene que impulsar al Frente para lograr los cambios que pretende.
Es que son los dueños. Y no al revés.
¿Qué se fue con Tabaré Vázquez?
¿Se fue? Yo a veces siento que hay algo de Tabaré en todo lo que hacemos. Yo lo siento así. Lo extraño mucho. Aprendí muchísimas cosas con él. Es un referente de la política uruguaya sin lugar a dudas y un frenteamplista total.