Adelina Perdomo, actriz y comediante, presentará su unipersonal "Qué necesidad" el próximo viernes, 20 de octubre. El mismo marca un "regreso" a los escenarios más formales de stand up y una dedicación total a la comedia en estos momentos.
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La comediante habló con Caras y Caretas de cómo surgió este "regreso", de qué tratará el unipersonal y qué se proyecta a futuro en esta nueva etapa de su carrera como comediante. Además, Adelina participó en el documental de Las Flores de Safo, como parte de su "militancia", en la que desde el humor abarca el ser mujer comedianta y parte de la comunidad LGTB.
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Contáme un poco más del unipersonal. En la presentación menciona diferentes experiencias: de perder el trabajo a los 50 años, la maternidad homoparental, retomar la carrera artística.
Primero se llama "qué necesidad" por decir 'qué necesidad de hacer dinero' y también el 'por qué me meto en estos líos'. Yo trabajaba en una empresa multinacional y después de 18 años me despidieron, este año. Lo tomé como una oportunidad para darle más bola a la cuestión artística, que es el stand up. No quiere decir que no esté buscando otro trabajo, pero sí esto me dio como... lo tomé así, como una oportunidad para dedicarle más.
Todo este tiempo entre 9 horas de trabajo, la familia y demás, solo hacía cosas muy puntuales y ahora estoy poniendo más energía, más trabajo, tomándomelo como un trabajo, que no era algo que estaba haciendo, lo tomaba más como un hobbies. Va por ahí, mi experiencia de ahora ser una veterana de casi 50, no tener laburo, buscarlo y no conseguirlo; de mi familia, de nuestra hija, de la crianza de una niña de 7 años con dos mamás, lo que es ir acompañándola en las distintas etapas de su vida; cosas que enfrentamos las 3 y ese tipo de cosas. Con humor, para sacar a la gente de este mundo, un ratito aunque sea.
Algo que siempre trataste en tus shows fue tu experiencia como parte de la comunidad LGTB y desde hace unos años el haber formado una familia lesbomaternal, ¿Cómo fue ese proceso?
Primero nosotras queríamos formar una familia, después que se aprobó la Ley de Reproducción Asistida, ahí fue cuando dijimos 'es ahora'. Es más, el casamiento no estaba en nuestros planes, surgió por una cuestión de asesoramiento legal, que eso es importante. Olivia tiene 7 años ahora, la mamá gestante es mi esposa y en su momento el asesoramiento que nos brindaron fue que teníamos que hacer una unión concubinaria, después que naciera iba a ser hija legítima de mi esposa y yo tenía que hacer un proceso de adopción... que podía llevar 4 años. Después por cuestiones de la vida unas amigas nos dijeron 'no, cásense, porque en realidad si se casan la anotan directamente en la libreta como hija legítima de las dos'. También es cierto que éramos, no digo las primeras, pero de las primeras parejas en estar amparadas por la Ley de Reproducción Asistida.
Nos casamos en febrero y Olivia nació en marzo. Lo hicimos porque teníamos que hacerlo. Entiendo que a las parejas heterosexuales no les piden estar casados para reconocer un hijo, pero hoy en día es la opción más rápida y más segura. Imagínate pasar por un proceso de adopción de tu hija por el hecho de ser lesbiana. Capaz que hay que repensar muchas cosas de la Ley, pero al mismo tiempo, si tú gracias al matrimonio igualitario poder resolverlo así, te casas y es un papel. Pero sí, es todo un viaje. Me acuerdo que para Cosem toda la cuestión ginecológica es en el hospital evangélico y teníamos todo el prejuicio de que como era un hospital evangélico íbamos a tener... Y nada que ver, desde que nació Olivia, a mí me decían madre, por ejemplo.
Hubo un comediante una vez que me dijo: 'habla de de minería, si sos minero'. Entonces, yo hablo de mi, de mis experiencias y de mi vida, llega a ser político en algunos aspectos. Yo hablo de lo que soy y de lo que me pasa, después cada uno que lee ahí los mensajes que yo mando, saca las conclusiones que puede y que quiere.
Hablaste también de 18 años en una multinacional, ¿Qué trabajo hacías?
Es difícil de explicar, pero es una empresa de software, tecnología para empresas de viajes. Yo estaba en la parte de hoteles. Estudié hotelería, pero no tiene mucho que ver con lo que estaba haciendo. Cuando vos estás por viajar y pones una página para buscar el ticket del avión y otra para reservar el hotel, toda esa información que aparece en las distintas páginas la distribuye la empresa donde yo trabajaba, para todos los hoteles del mundo y de líneas aéreas y etcétera. Entonces estaba en eso, que básicamente era enviar mail, recibir mails y hablar en inglés.
En una entrevista de años atrás cuando te preguntan sobre dedicarte al stand up, contestás "no me animo, mucho es miedo". ¿Esto te dio el empujón que faltaba?
Si, porque dejar ese trabajo no era algo que yo fuera a hacer, en ningún momento, me iba a jubilar ahí. ¿Por qué? Por la seguridad, la estabilidad que me daba.
¿Nunca estuvo en tus planes empezar el stand up formalmente?
En el sueño sí. En el deseo, digamos, eso profundo de pensar 'como me gustaría hacer esto'. Pero trabajar en eso no, por la seguridad que me daba ese trabajo, todos los meses tenía el dinero, ese dinero nos ayudó a nivel familiar a conseguir muchas cosas importantes. No era algo que yo fuera a hacer, dejar esto, a esta altura del partido además.
Si me decís que yo arranqué con el stand up a los 17 años, tengo 21 y no tengo una hija ahí, etcétera, etcétera, seguramente sí. Pero en ese momento no y hasta mayo tampoco, cuando me despidieron, pero lo tomé como una oportunidad de 'es ahora, si no lo hago ahora, no lo hago nunca más'. Además, creo que lo que tengo ahora es otra cabeza, seguramente sea otra madurez.
De igual manera, siento que obviamente necesito, por una cuestión mental mía, un trabajo estable que me dé estos ingresos fijos. Pero estoy segura que ya la comedia está en mí de otra forma, como más internalizada, como objetivo. Lo que quiero hacer es esto, que probablemente y ojalá así sea, en un tiempo pueda decir dejo el trabajo estable y sigo con la comedia sola. A esta altura la diferencia es que no es más un hobby, es un "por acá voy".
Siempre estuve (haciendo shows), pero era como la comediante intermitente. Desde el 2009 hago stand up, pero en bares, algún show en particular, básicamente lo que me divertí en hacer. Nos juntamos en su momento con Laura Falero y María Rosa Oña y dijimos: 'vamos a ser "Perfaloña": Perdomo, Falero y Oña'; hicimos ese grupo hace muchos años, total éxito, nos divertimos pila, fuimos a pequeños teatros, fuimos al interior, estuvo genial. En cambio, el unipersonal del 20; lo estoy disfrutando, estoy copada, quiero hacerlo, me encanta; pero también lleva un trabajo, desde publicar en las redes hasta, por ejemplo, hacer entrevistas. Todo eso lo estoy haciendo yo. Si estuviera trabajando en un trabajo formal, sería una locura, no podría hacerlo.
¿Cómo fue la experiencia de dar cursos de stand up, años atrás, con María Rosa Oña y Diego Vignolo?
Me encantó, me encanta la docencia, digamos. Me gustó mucho, la pasábamos muy bien. Pero también coincidió con el nacimiento de Olivia y la verdad que todo no podía este, pero sí me encanta y no descarto seguirlo haciendo en algún momento.
¿Qué necesidad es el comienzo de nuevos shows y otra etapa?
Esperemos que sí. Este año yo quería, sí o sí, hacer unipersonal en un escenario que no fuera un bar. O sea, si se quiere el Under Movie es donde pasan muchas cosas que tienen que ver con el stand up y me interesaba estar, que hubiera una foto mía ahí de que estuve. Ya estuve en el Under Movie hace mucho tiempo, en varios espectáculos colectivos, pero no propio.
Estamos en octubre, o sea, no creo que pase mucho más con este unipersonal este año, pero sí ya el año que viene arrancar a hacer otras cosas. Puede ser el mismo unipersonal, puede ser una cosa nueva, puede ser llevarlo al interior; no lo sé, pero como de aquí... al infinito y más allá.