En el 2024 lanzó su Ep “No dicho” el cual fue apoyado por FONAM para la realización del mismo.
Una de las canciones del disco “Del silencio ” obtuvo Primer Premio en los Premios Nacionales de Música en la categoría Rock/Pop a cargo del Ministerio de Educación y Cultura.
En este EP tiene canciones en colaboración con Alfonsina y Camila Ferrari.
A inicios del 2025 lanzó su segundo EP “CASA ” también con el apoyo de FONAM.
Actualmente se encuentra en proceso de producción de su primer disco de larga duración.
Su forma de componer está atravesada por la mirada de directora: junto a Magui Mieres conforma la dupla Amas de Caza, con la que ha dirigido numerosos videoclips de artistas como: Alex Ubago, La Triple Nelson, Alfonsina y La imbailable Orquesta.
Su propuesta evita las etiquetas de género: puede nutrirse del indie folk, el pop, lo acústico o lo electrónico, pero siempre desde la experimentación y la búsqueda honesta de un lenguaje propio.
El próximo 20 de noviembre presentará en vivo su espectáculo llamado "Sobre la medianoche" en la Sala Hugo Balzo y sabía que el nombre no era casual, había algo más que indagar ahí , y rodeadas del entorno creativo de Escaramuza, nos reunimos.
Eugenia: “El arte es la metáfora de la vida”
Hay artistas que se definen por una disciplina y hay otros que expanden los límites de lo que significa crear. Eugenia pertenece al segundo grupo: cantante, actriz, cineasta, fotógrafa, y una de las voces más inquietas de la escena alternativa uruguaya. Entre ensayos, guiones y másters, prepara Sobre la medianoche, un concierto que es más que un concierto, es una experiencia inmersiva, poco definida (aunque milimétricamente craneada) con inspiración onírica.
Promete ser una experiencia inmersiva y sensorial donde confluyen la música, la imagen y, justamente, lo onírico.
“Siempre tuve diversos intereses”
La conversación empieza como una enumeración imposible. Eugenia ríe cuando cae en la realidad de su contante inquietud artística con la producción audiovisual ( Amas de Caza), la música coral ( Coralinas) y su carrera solista.
“Siempre tuve intereses en muchos lados. Hoy estoy metida en el audiovisual, sigo con Coralinas, estoy terminando una maestría en psicología clínica y escribiendo el tratamiento de un largo que ganó un fondo de la ACAU. Por lo que siempre hay algo”.
Ahora se encuentra en una etapa donde le atrapa entender el mundo de los sueños, escribe sobre ellos, sus sombras y sus silencios.
“No tengo claro cuál fue mi primer amor —dice—. La música y la actuación siempre estuvieron a la par. Después vino la escritura, el cine y la psicología como otro campo. Soy licenciada en artes visuales, así que lo plástico también está. Todo se fue conectando como consecuencia de la curiosidad”.
“El arte es una metáfora de lo psicológico”
La palabra metáfora aparece una y otra vez en su discurso. “Para mí el arte es la metáfora de la vida —afirma—. Lo que me hace sentido, en la forma que sea. La psicología lo invade todo, incluso cuando no te das cuenta. Lo aplico desde la composición, en la búsqueda de ambientes más oníricos, íntimos, psicológicos. No pienso tanto en la armonía o en la técnica, sino en cómo se conectan los sonidos, cómo uno interrumpe o abraza al otro. Eso también es humano”.
Esa conexión con “lo humano” es el hilo invisible que atraviesa su obra: lo que pasa por el cuerpo antes que por la razón, lo que vibra en la emoción antes de traducirse en palabra.
“La nocturnidad como territorio creativo”
Cuando habla de la noche, Eugenia no piensa en boliches ni en luces de neón. Habla de otro tipo de nocturnidad:
“Me interesa ese momento en que todo se apaga, cuando uno se acuesta y queda solo con sus pensamientos, sin mandato ni forma. De ahí nace el desvelo, ese estado íntimo y onírico donde aparecen las imágenes más fuertes”.
Transforma esas experiencias en inspiración: “Es algo igual de apasionante que escalofriante. Hay una dimensión ahí, una especie de universo paralelo. Me interesa plasmar eso en mis canciones, en los personajes, en las fotos que tomo cuando cubro marchas o situaciones sociales. Siempre busco esa zona difusa entre lo real y lo onírico”.
Su nuevo espectáculo, Sobre la medianoche, nace de ese universo. “La mayoría de las canciones son hijas de los desvelos”, cuenta. “Quiero generar una experiencia inmersiva, no solo un toque. Quiero que la gente se sienta dentro de un relato".
"Habrá una puesta de luces especial, una idea de oscuridad no negativa, sino introspectiva. Una melancolía luminosa”. “Cuando dejás de escuchar, te escuchás”.
Aunque habla con fascinación de la noche, Eugenia se declara “fan de la mañana”. Se levanta temprano incluso en vacaciones. “El silencio es fundamental. Antes del lenguaje, hubo silencio. Es la base de todo. Hoy hay muy poco silencio, tanto sonoro como visual. Pero cuando dejás de escuchar afuera, empezás a escucharte. Y eso es revelador”.
Su canción Del Silencio explora justamente ese territorio: “Empieza con una guitarrita muy simple y de repente entra un sintetizador roto, disonante. No es un arreglo bonito, es una irrupción. Pero para mí tiene sentido psicológico. Es metafórico, intuitivo, no técnico”.
“Me conmueve el discurso de autor”
La conversación deriva hacia la creación en tiempos de inteligencia artificial. Eugenia no duda: “La IA puede darte algo casi perfecto, pero no hay nadie hablando. No hay emoción. Es como esas casas Airbnb donde no ves a la persona, no ves su gusto, su historia. En el arte pasa igual. Cuando escuchás una canción podés o no ver a la persona detrás. Cuanto más producto, más anónimo. A mí me conmueve el discurso de autor, el gesto humano”.
"Celebro el fenómeno colaborativo que recorre la escena local. Creo que en Uruguay las colaboraciones se dan de forma más auténtica. Versionar canciones de amigos o crear algo juntos no es por estrategia, sino por ganas. Es una red de apoyo y estimulación”.
“Quiero generar una experiencia inmersiva, lenta y reflexiva”
El show Sobre la medianoche no busca el impacto inmediato: “No es un espectáculo maníaco ni una acumulación de estímulos. Quiero que sea un momento de pausa, de foco, de conexión. Que la gente se entregue a lo que la música proponga, que haya tiempo para sentir. Una especie de refugio lento en medio de tanto ruido”.
Piensa cada detalle: el vestuario atemporal, las coreutas con ventiladores sutiles que evocan presencias del sueño, la proyección inicial como de película con créditos al final. “Quiero mezclar todas las disciplinas: música, cine, teatro, fotografía. Que sea una experiencia total”.
Y en el fondo, como ella misma reconoce, también hay un gesto de exorcismo: “Me atrae el lado más oscuro de las cosas. Me asusta y me fascina a la vez. Tal vez ponerlo en escena sea mi forma de hacerlo cuerpo, de darle otro sentido”.
“Todo está conectado con todo”
Antes de despedirse, Eugenia reflexiona sobre lo que significa ser artista hoy. “El arte no debería tener cajas ni etiquetas. No hay que decidir si uno es músico o cineasta o , si bien no soy psicóloga porque mi licenciatura es en artes, me atrae la psicología y estoy haciendo un máster al respecto. Todo está conectado con todo.
Somos nosotros, los humanos, los que encasillamos. Lo importante es poner en diálogo las disciplinas y dejar que se contaminen entre sí. Ahí es donde nace algo verdadero”.
Las entradas para vivir (más que solo ir a escuchar) "Sobre la medianoche" se encuentran en este link y no es una oportunidad para dejar pasar, porque en la propuesta, somos la parte que falta para completarla.