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Cultura y espectáculos Amaral | Doña Ramona | teatro

Doña Ramona

Fernando Amaral, el actor todoterreno

Desde principios de octubre los lunes de noche un centenar de espectadores agotan las dos funciones de esta Doña Ramona 2022 que dirige Fernando Amaral con buena mano.

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Amaral conversó con Caras y Caretas una calurosa tarde ya veraniega en el jardín del espacio cultural La Cretina.

Para este actor todoterreno, montevideano de pura cepa, todo comenzó en su pequeño mundo de una cuadra en calle Mburucuyá en el barrio Tres Cruces “allí arranqué, siempre fui muy morisqueta, muy de hacer números para los amigos.” Confiesa que nunca tuvo vergüenza “en los apagones de los setenta y ochenta recuerdo que los vecinos de la cuadra iban para mi casa y yo improvisaba un show”. Después vinieron los años del colegio José Pedro Varela; “en las fiestas escolares siempre actuaba.”

Hace muchos años que Fernando Amaral es un nombre central en la cartelera montevideana. Desde que en el año 2008 coprotagonizó Leonardo y la máquina de volar, junto al legendario Berto Fontana, “la obra que me cambió la vida,” todo transcurre entre escenarios y sets de filmación.

Hasta hace una semana integró el elenco, con singular éxito, de El Enfermo Imaginario. Se despidieron en el teatro La Gaviota con un “hasta luego”.

Nuestro mano a mano con Fernando comenzó recordando sus años de estudios en El Picadero, primero su frustrado ingreso en la EMAD y luego sus años de estudio e el Grupo de la Ciudad Vieja. “Me enamoré de El Picadero, era un lugar mágico donde recibí una formación muy práctica todo el día con el elenco adentro del teatro y me olvidé de cursar en la Escuela Municipal de Arte Dramático”. Desde ese día mantiene un promedio de cinco a seis trabajos por temporada. Los tiene contados: lleva 90 papeles en teatro.

Vivir del teatro, dedicarse únicamente a la actuación y poder pagar la cuentas con ello es una quimera que no todos los actores uruguayos pueden soñar. Amaral es uno de los pocos que lo ha logrado.

Antes de conversar de la dirección de Doña Ramona, Fernando nos cuenta que el año próximo también será de mucho trabajo. Como actor se viene la segunda temporada de Porno y Helado para Amazon, está muy ilusionado con el papel que tendrá en la miniserie sobre la tragedia de Cromañón (Amazon) y por último, nos cuenta orgulloso que tendrá una participación en la película El mejor Infarto de tu Vida de Disney, en la que actuará junto a Eleonora Wexler y la multipremiada Rita Cortese.

Doña Ramona

Fernando nos cuenta que tiene un cariño especial por la obra de Víctor Manuel Leites (basada en la novela de José Pedro Bellón) porque fue la que interpretó como actor en su egreso del grupo teatral El Picadero. Recuerda que interpreto el rol masculino del hermano Alfredo.

Este clásico uruguayo, que nos lleva al Uruguay del 1900, no pierde vigencia; una sociedad dividida entre la gente bien y el populacho que vivía intensamente la ola de transformaciones sociales de raíz liberal impulsadas por el batllismo y la separación de la iglesia del Estado acapara la discusión pública y también puertas adentro.

La vieja casona de la calle Soriano 1236 (hoy transformada en La Cretina) que albergó durante muchos años la imprenta del Poder Judicial es el marco ideal para el desarrollo dela obra. La vivienda en sí misma, típica casa de clase acomodada de principios del siglo XX, que luce aún hoy sus tres balcones a la calle de enrejado finamente trabajado con balustrada de madera y zócalos de granito rojo y una hermosa puerta de madera tallada es el marco perfecto, el escenario ideal, para la puesta de Doña Ramona concebida por Fernando Amaral, que pasea la actuación por todos sus ambientes. Vamos de la puerta cancel al primer patrio o jardín de invierno como gustaban decir las señoras de la casa. Para desarrollar también varias escenas en la zona de servicios y el jardín.

Fernando nos cuenta que cuando empezó a trabajar la obra sentado en lo que hoy es parte de la cantina, se dijo a sí mismo tiene que ser acá. En este patio trasero de la casa mirando el jardín tiene que ser el final. Y nos agrega este golpe final más intenso en relación directa con los espectadores.

Pasan los años y esta obra ambientada 120 años atrás, que retrata personas muy infelices que mantienen una relación clandestina mientras tratan como pueden de sostener las apariencias, no ha pasado de moda.

Está a la vista una vez más que esta historia está vigente y que está dispuesta en la versión de Fernando Amaral a construir su propia historia, distinta a la de Amanecer Dota en el Galpón del 73, diferentes a la de Jorge Curie con Jorge Bolani en el Circular en los ochenta. También diferente a la de Jorge Bolani, como director, que subió en 2011 con la Comedia Nacional a la Zavala Muniz.

Con buen equipo -Mauricio Chiessa, Gabriela Quartino, Soledad Gilmet, Rosario Martínez, y Cristina Cabrera-, Amaral nos presenta una Doña Ramona modelo 2022 que se las trae y que vale la pena no perdérsela. Amaral supo construir una historia potente y seductora y superó el exigente desafío de renovar el atractivo de esta escenificación del violento choque entre el siglo XIX y el siglo XX.

Textos: Rosana Cheirasco

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