Con la obra de teatro Hay un León Afuera, Andrés Papaleo, resultó ganador del Primer Premio Nacional de Literatura en 2017. Es en sí misma, es una obra autobiográfica. Cuenta la historia de la madre de Papaleo, que fue diagnosticada muy joven con demencia frontotemporal, una enfermedad progresiva neurodegenerativa -nos cuenta Andrés-; a diferencia del alzhéimer, el paciente no es consciente de que tiene la enfermedad.
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Grace es una mujer de 53 años. Trabaja, está casada y tiene 2 hijos. Hace poco empezó a hacer un gesto con la boca, y está muy reiterativa. Podría ser depresión, pero ella no está deprimida. Hay un León Afuera son las páginas en blanco de un hijo que transita el desafío de retratar a su madre que se desdibuja ante sus ojos.
Una obra que borra los límites de la comedia, la ficción y la realidad.
Un escritor bastante desaliñado está solo en su departamento. Evade de varias maneras enfocarse en su trabajo: la corrección de un texto en borrador que hay sobre su escritorio. Esas páginas tratan sobre el proceso de enfermedad mental que está atravesando Grace, esa mujer joven aún, de no más de 53 años, madre del escritor. Una vez que se decide a corregir el texto, comienzan a convivir en escena varios planos, lo que el escritor hace, su propia mente y las escenas que escribió sobre Grace y su familia.
A través del humor, el drama y cierto suspenso, se desarrollan varias escenas sobre la razón y los vínculos humanos.
A medida que va avanzando la obra, el personaje de Grace va perdiendo poco a poco sus capacidades cognitivas y se dificulta día a día la capacidad de comunicarse con su familia y su entorno. Sin embargo, comienza a expresarse, sin digna dificultad, con los espectadores de la sala, dando a conocer así los pensamientos que su enfermedad no deja manifestar frente a sus seres queridos.
Esta obra se estrena el próximo miércoles 15 de junio en la sala Hugo Balzo y va todas las noches hasta el 19 de junio inclusive.
Una muy fría tarde invernal, Andrés Papaleo hizo un alto a los ensayos de la obra que no solo escribió, sino que también dirige, y conversó con Caras y Caretas frente una humeante taza de café para apaciguar el frío.
Andrés Papaleo egresó como actor de la Escuela Municipal de Arte Dramático Margarita Xirgú en 2008 y de la Escuela Nacional de Danza, división folclore, en 2004. Complementó su formación en talleres cursos y seminarios, enfocados a la dirección, actuación y dramaturgia, desde el año 2006. Nos cuenta Andrés: “He mezclado un poco de todo, la actuación, la dirección y como en este caso es una obra que escribí desde mis entrañas, la enfermedad de mi madre, fue algo muy difícil que nos tocó enfrentar como familia. En razón de ello hablé con mi padre y mi hermana, quienes naturalmente leyeron el texto en primera instancia y vendrán a ver uno de los últimos ensayos, antes de que suba el telón de la Hugo Balzo”. Sin duda, Hay un León Afuera, es un mano a mano con Andrés, una larga conversación, una larga charla para entender un poco mejor de qué va esta enfermedad tan compleja que a veces nos toca enfrentar.
En el año 2012 Andrés se incorporó al elenco de la Comedia Nacional; recuerda con orgullo que lo hizo, como todos, por concurso de oposición y méritos y desde entonces está participando de sus espectáculos. Desde muy joven ha sorprendido en el rol del director en obras como Travesti Casi un Musical y el Tiempo Todo Entero. Esta última, nos aclara, llevada a escena por la comedia Nacional en 2014 y 2015. Papaleo se ha destacado también en dramaturgia en obras como Un Niño en el Sillón.
Nos cuenta además que este añocontinúa con mucha actividad en la Comedia Nacional, ya que, nos agrega, “hemos vuelto a la presencialidad total”. Nos cuenta, además, que están trabajando, para hacer más funciones con Hay un León Afuera y añade que hay un proyecto para llevarla de gira no solo en Uruguay, sino también en el exterior.
Otra posibilidad que no descarta es profundizar con el lenguaje audiovisual. Nos cuenta que le encanta esa modalidad, de hecho la obra trabaja mucho con audiovisuales. “También he pensado que la obra podría hacerse una película porque tiene también mucho de narrativa”, indica.
Papaleo tiene una asignatura pendiente. Sueña con un proyecto de cine o miniserie que le permita, algún día, tener algún personaje en la pantalla grande o chica. Espera y sueña que un día suene el celular.