Fiesta, reflexión y arte en una noche
Kumbiaracha hace historia con su primer Teatro de Verano
La orquesta de mujeres y disidencias que transformó la escena tropical uruguaya llega al Teatro de Verano con un espectáculo expansivo.
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Caras y Caretas Diario
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La orquesta Kumbiaracha, integrada por mujeres y disidencias, sigue marcando hitos en la música popular uruguaya. El próximo 21 de noviembre, el grupo subirá por primera vez al escenario del Teatro de Verano Ramón Collazo para presentar “Kumbiaracha en Concierto”, una propuesta que promete unir fiesta, reflexión y arte en una noche histórica.
Después de conquistar escenarios, festivales y corazones a lo largo del país, la banda apuesta a un formato diferente, pensado para ser vivido desde las butacas sin perder la esencia bailable y colectiva que la caracteriza. Será un encuentro con su público fiel de las “Fiestas K”, pero también con las familias que han acompañado el proyecto desde sus comienzos.
Con motivo de esta noche que marcará la historia de Kumbiaracha, conversamos con Lali Ganz y Mariana Escobar sobre el camino recorrido por la banda y de lo que vienen preparando para el 21 de noviembre.
“Esta fecha es la más importante de nuestra vida como orquesta”, asegura Lali Ganz, una de las fundadoras. “Estamos dándolo todo, apostando a un espectáculo integral desde lo visual, lo musical y lo escénico, con bailarines, pantallas y una puesta que nos representa”.
Kumbiaracha nació como un grupo de amigas músicas que soñaban con ocupar la escena tropical con una nueva mirada. “Al comienzo éramos siete u ocho, probando repertorios e instrumentos. De a poco nos fuimos transformando en orquesta y hoy somos catorce”, recuerda Ganz.
Esa expansión fue también ideológica: una apuesta a construir espacios colectivos en un género históricamente dominado por hombres. “Creo que pasa en toda la música, no solo en la cumbia”, explica Mariana Escobar. “Nuestro propósito no es solo hacer bailar, sino conquistar espacios, ser visibles, comprometernos con causas, generar conciencia. El arte también tiene que incomodar y hacernos pensar”.
El proyecto, además, rompió prejuicios. “Hace veinte años escuchar cumbia era de ‘terraja’”, señala Escobar. “Hoy podemos hablar de cumbia y plena con orgullo. Hubo un cambio cultural y nosotras somos parte de ese proceso”.
Una de las claves del éxito de Kumbiaracha es su modo de organización. La orquesta se autogestiona bajo una estructura cooperativa, con comisiones dedicadas a distintas áreas: gestión, música, estética, vestuario, redes y números.
“Es una apuesta al colectivo sabiendo que implica más tiempo y debate, pero las ventajas son muchas”, afirma Ganz. “Todas estamos representadas y eso enriquece la propuesta”.
Escobar agrega: “Esta forma nos permite hablar de ideas, pensar la estética, las letras, las imágenes. Nos da libertad creativa”.
Sus presentaciones combinan baile, disfrute y militancia. En cada show implementan el “Punto K”, un dispositivo de cuidado que promueve espacios seguros y libres de acoso. “Lo hacemos entre todas”, cuenta Ganz. “Colocamos carteles, comunicados, mensajes en redes. Cuidarnos también es parte de la fiesta”.
Las letras, pensadas colectivamente, reflejan esa conciencia. “Hacer arte también es una forma de decir algo”, sostiene Escobar. “Nos preguntamos qué bailamos, qué cantamos, qué escuchamos, porque eso también somos”.
El crecimiento del grupo se dio de forma orgánica, combinando grandes presentaciones con trabajo territorial y comunitario. Las “Fiestas K” y los toques junto al Municipio G fueron claves para acercarse a nuevos públicos.
“El último tema que pegó fuerte fue Plena Buena, pero también Eloísa y La rebelión en la bailanta marcaron camino”, señala Escobar.
Las giras por Argentina y Brasil ampliaron su horizonte. “Nos sorprendió el público brasileño”, recuerda Ganz. “Parecía que ya nos conocían. Cantaban los estribillos y al final nos regalaron artesanías, vestuario, aromas. Fue una experiencia integral y muy emotiva”.
El espectáculo del 21 de noviembre será un punto de inflexión. Habrá estrenos de canciones, nuevos formatos sonoros, invitados especiales y una puesta artística que reflejará los años de crecimiento del colectivo.
Entre las presencias confirmadas están Ana Prada y Mariano Bermúdez, además de otras sorpresas que se develarán en la noche.
“Será una Kumbiaracha expansiva”, dice Ganz. “Queremos devolverle al público todo el cariño de estos cinco años, con un show que nos muestre tal como somos, pero potenciado”.
Escobar resume el espíritu del evento: “Queremos invocar a nuestras referentes, a esos pequeños deseos que alguna vez vimos en un escenario y que hoy podemos hacer nuestros”.
Kumbiaracha no solo hace bailar: propone una forma de habitar la música desde la empatía, la conciencia y la alegría colectiva.
Su paso por el Teatro de Verano será más que un concierto: será una celebración de todo un proceso de transformación cultural, donde el arte, la igualdad y el goce se dan la mano.
Las entradas están a la venta en Tickantel