Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Política Cardama | Armada | Lacalle Pou

Inédito e irrevocable

Cardama: tres días antes del cambio de Gobierno, Armada firmó documento que comprometió pagos millonarios

En los descuentos del Gobierno de Lacalle Pou, la Armada firmó un documento condicionando el pago a Cardama por 28 millones de euros de manera automática.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

El anterior Gobierno de Lacalle Pou aseguró el desembolso de al menos dos de los tres pagos cruciales en la polémica adquisición de dos patrulleras oceánicas (OPV) a la empresa española Cardama, por una suma que superó los $20 millones de euros, mediante un mecanismo financiero que se ha calificado de "inédito" e "irrevocable". Esta operación se concretó justo en la antesala del cambio de mando, blindando los pagos frente a la administración entrante, según la información documentada y divulgada por Alberto Grille en Caras y Caretas.

De acuerdo a Grille, todo se articuló luego de un cruce de comunicaciones entre los servicios del Banco República (BROU), la empresa Cardama y los equipos jurídicos del Ministerio de Defensa. El acuerdo final estableció una carta de crédito a ser manejada por el Deutsche Bank en España. Este instrumento, que sustituyó de hecho al contrato original, resultó ser irrevocable, garantizando que el avance de las obras se pagara automáticamente a medida que se presentara la documentación de cumplimiento.

El 12 de febrero de este año, la Armada Nacional se presentó ante las oficinas del BROU para solicitar formalmente la apertura de esta carta de crédito a favor de Cardama por la significativa cifra de 28.794.500 euros, requiriendo que la misma fuera avisada por el Deutsche Bank. La documentación hacía referencia al contrato firmado en diciembre de 2023 para la adquisición de las dos patrulleras (C-250 y C-251), y establecía una serie de hitos de cumplimiento para los pagos.

El segundo hito, referido a la presentación de los planos aprobados de las cuadernas maestras de ambos buques, desencadenó un pago de 8.227.000 euros. Para acreditar su cumplimiento, Cardama debía presentar, además de la factura, un informe de avance emitido por una entidad registrada en el Lloyd’s Register y, crucialmente, una carta de la Armada Nacional avalando el cumplimiento.

En los descuentos de Lacalle Pou, la Armada comprometió millones de dólares

Fue precisamente ese último documento el que se firmó el jueves 27 de febrero a las 11:00 AM, apenas tres días antes de que asumiera el nuevo presidente Yamandú Orsi y la nueva ministra de Defensa. Esta firma, junto al informe del Lloyd’s, permitió a Cardama asegurar el cobro a través del Deutsche Bank, sin que la entrante ministra Sandra Lazo pudiera detener o siquiera opinar sobre la operación.

El proceso se hizo aún más automático en el siguiente desembolso. El tercer hito, correspondiente a la colocación de la quilla del primer buque (C-250), activó un pago de 12.340.500 euros. En este caso, la carta de crédito solo exigió la factura comercial y el informe de avance del Lloyd's Register, omitiendo la necesidad de una carta de reconocimiento de la Armada Nacional. De modo que, cuando la ministra Sandra Lazo explicó que este tercer pago se hizo en "automático", dice la verdad: la presentación del informe de Lloyd's bastó para que el pago se activara mecánicamente, sin intervención del nuevo gobierno, explicó Alberto Grille.

Este inusual blindaje financiero plantea serios interrogantes sobre las intenciones del gobierno saliente. La principal duda radica en la necesidad de utilizar una carta de crédito tan poco habitual y la decisión de excluir la autorización de la Armada para los hitos de pago posteriores al cambio de mando. Además, y a la luz de las controversias previas, queda la incógnita de si alguien se aseguró de que los informes de Lloyd’s fueran genuinos y no falsificados. El Poder Ejecutivo debió intervenir para detener la rotativa, evitando así un cuarto hito de pago que ascendía a otros 8 millones de euros, en una operación que, desde el día uno, ha estado marcada por las dudas y la polémica sobre sus garantías.

Dejá tu comentario