El mundo está dado vuelta y en él habitan los "militantes de la contra": un grupo de seres malhumorados y negativos que intentan disimular la bronca y critican las militancias que evidencian las opresiones de esta sociedad. Y si el mundo ya no tiene futuro, se pregunta la murga Cero Bola, y las niñeces son el futuro, ¿ellas tendrán que salvarlo? Por suerte existe el juego, la murga como lugar en el que ser más libres al menos un rato.
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Cero Bola, murga autogestiva y feminista, integrada por mujeres e identidades no hegemónicas, vuelve al escenario con su espectáculo "Un mundo de mierda" el viernes 1° de diciembre a las 21:00 horas en la Sala Zitarrosa, en el marco del ciclo MAREA. Las entradas están a la venta en Tickantel y en boletería de la sala. Abre la noche Benja Runco.
MAREA es el ciclo de mujeres y disidencias de la música y el audiovisual de la Sala Zitarrosa que, de acuerdo con el material de difusión oficial, "busca ser un espacio de relevancia donde visibilizar y dar valor a las artistas mujeres y las disidencias de estas disciplinas a nivel nacional y regional, a lo largo de todo el año, promoviendo una programación paritaria".
Caras y Caretas dialogó con el colectivo sobre este espectáculo, el proceso de trabajo y qué se viene para el próximo carnaval.
¿Cómo viene siendo el proceso de trabajo de este espectáculo?
El proceso colectivo arrancó con distintos talleres para construir la idea del espectáculo, que sirvió como disparador para las letras y la estética general. Luego nos organizamos por comisiones de trabajo en las que hay tareas específicas hacia la construcción del espectáculo. Definimos los temas que queremos abordar, que nos mueven, nos cuestionan y a su vez tomamos las temáticas de actualidad que vamos viendo y viviendo. Una vez seleccionados los temas, discutimos, investigamos, jugamos, escribimos para seleccionar qué ideas centrales plantear en cada temática.
¿Qué puede esperar la gente que vaya al espectáculo?
Un espectáculo hecho a pulmón, desde la autogestión y desde el lenguaje de Cero Bola, una murga con 16 años de vida. Una invitación al juego, a la creatividad popular, en momentos de desesperanza e incertidumbre. Una apuesta a reconfigurar las luchas y replantearnos los lugares cómodos que muchas veces se disfrazan de "crítica" pero que nos inmovilizan frente a una sociedad que es urgente cambiar. Un espectáculo que va a divertir, a problematizar, que invita a jugar y a repensarnos. Una invitación a investigar el deseo, por un feminismo del goce, por reivindicar el placer en un mundo patriarcal que nos quiere sumisas.
¿Van a hacer tablados en verano, qué planes tienen para el espectáculo?
Sí, la idea es hacer tablados en circuitos alternativos al carnaval oficial y poder presentarnos en distintos escenarios apostando a la autogestión y a llevar el espectáculo a distintos lugares. Participamos del Colectivo Carnavalé, un proyecto autogestivoconformado por agrupaciones artísticas de todo tipo de expresión, más allá de las categorías clásicas del carnaval, que a partir de asambleas abiertas y del trabajo en red con organizaciones barriales y municipales gestiona escenarios populares abiertos para dar espacio a espectáculos carnavaleros diversos.