Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Cultura | Roberto Juarroz | Poesía vertical |

Roberto Juarroz en tres poemas

Poeta, bibliotecario, crítico y ensayista argentino; Roberto Juarroz es uno de los artistas más relevantes de la región. Compartimos algunos de sus versos.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Salvo su colección realista Seis poemas sueltos (1960), la obra del artista argentino Roberto Juarroz se agrupa en una serie de volúmenes correlativamente numerados del uno al catorce bajo el título general de Poesía vertical; el primero de ellos data de 1958, el segundo de 1963, el tercero de 1965, el cuarto de 1969 y así sucesivamente; en 1997 apareció la decimocuarta entrega, en forma póstuma.

Esta es una selección de poemas de la Séptima poesía vertical para adentrarse en el universo creativo de Juarroz.

9

Toda palabra llama a otra palabra.

Toda palabra es un imán verbal,

un polo de atracción variable

que inaugura siempre nuevas constelaciones.

Una palabra es todo el lenguaje,

pero es también la fundación

de todas las transgresiones del lenguaje,

la base donde se afirma siempre un antilenguaje.

Una palabra es todavía el hombre.

Dos palabras son ya el abismo.

Una palabra puede abrir una puerta.

Dos palabras la borran.

96

Escapar de la mirada de los otros,

como un nudo del hilo.

Escapar después de la propia mirada,

como un hilo de sus propios extremos.

Y escapar luego de la mirada de las cosas,

para disipar del todo el ahogo.

Y llegar a no ver lo que la mano escribe,

a no ver lo que los ojos escriben,

sabiendo que el último poema

se parecerá al primero,

como la línea de la mano

se parece a la línea de pie.

Pero ¿cómo escapar

de la mirada que nos rodea aunque no haya nada?

Quizá únicamente si crecemos hacia atrás,

si crecemos hacia lo pequeño,

si crecemos hasta merecer la nada.

104

Apoyar la cabeza sobre una palabra

o sobre un color recién descubierto,

para descansar a otro nivel

o quizá para despertar a otra transparencia.

Porque llega el momento

en que hasta el sueño es una ironía

y el despertar un simulacro.

Comprendemos entonces

que no importan los límites,

sino la persuasiva permeabilidad de los límites.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO