Corea, un rival que juega con gente que mascan aguas vivas

Si bien el encuentro será entre dos naciones orientales, de confirmarse la presencia de Cavani, nuestro Charoná del siglo XXI, la orientalidad quedará como rasgo de identidad de los sur coreanos.

Para los celestes el equipo rival no es de temer ya que los uruguayos poseen varias ventajas y entre ellas una de las mas importantes, el peso de la historia.

Será el octavo enfrentamiento entre uruguayos y sur coreanos en la historia a nivel de selecciones mayores. De los 7 partidos que se jugaron, Uruguay ganó 6 y el restante finalizó en empate, la Celeste anotó 12 goles y Corea del Sur 4. De esos 7 encuentros 2 correspondieron a copas del mundo (1990 y 2010).

Este dato no es menor no tanto para predecir el resultado del partido, sino para apostar (en moneda constante y sonante) a la victoria uruguaya.

Las estadísticas estarían mostrando que Uruguay tiene un 53% de chances de ganar contra un 20% de los coreanos y habría un 27% de que empataran, en cuyo caso no se devolvería el dinero.

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La otra ventaja no es menor y es de carácter mas cultural y está ligado a la presencia de un animalito acuático y los vínculos de nuestros pueblos con él.

Mientras en las costas uruguayas la AguaViva (una suerte de medusa) despierta el temor a ser picado o la audacia y estimula la picardía de nuestros niños para darlas vueltas, en Corea se las mascan.

Así como lo leen, las aguavivas son uno de los platos preferidos, tipo gelatina incolora de los coreanos. (me cuenta Huan Chun Zing mientras sorbe un cafecito :“Para preparar las medusas, enjuágalas con agua corriente fría. Luego, llena un tazón grande con agua fría y deja que las medusas se remojen durante una hora, hasta que las hebras estén flexibles y no saladas,Escurrir y reservar. Mientras tanto, dora el ajo y las cebolletas en el aceite a fuego lento en un wok o sartén para saltear. Cuando estén doradas, añadir las medusas y el resto de los ingredientes”).

Si se piensa que solo en Corea del sur hay mas de 53 millones de habitantes, uno puede entender que la especie animal busque refugio en nuestras costas huyendo de las fauces coreanas.

(Claro, el animalito no conoce la dentadura de Luis Suárez, pero ese es otro tema).

¿Que relación hay del agua viva, se masque o se pateé , con el fútbol?

Que imperceptiblemente, acostumbrar a nuestros pies a esquivar pisarlas en la orilla del agua, saltar cuando se divisa una semi enterrada con arena, educa al cuerpo a los quiebres de cintura, verdaderos dribling para esquivarlas en el agua, que explican parte de la destreza del jugador oriental (oriental de Uruguay).

El coreano por el contrario solo se la manda a bodega sin mayor trámite y sin ningún tipo de incidencia en su arte deportivo.

No obstante todas éstas ventajas, el equipo uruguayo debe estar atento a algunas advertencias.

La primera, que siendo ya complejo retener los nombres originales de los integrantes del equipo coreano, debería estar atento a si alguno tiene apodo.

Por ejemplo si entre los delanteros hay algunos que se apoden “Kia”, “Daewo” o “Hyundai”, a esos hay que marcarlos contra la raya.

Uruguay debe buscar preferentemente el juego por la altura, ya que se sabe, desde que los coreanos del norte hacen pruebas de misiles, los surcoreanos instintivamente tienden a no andar levantando el balero; siempre temen poder estar cabeceando un misil en lugar de la globa.

Godin que empezó su carrera profesional fubolera en el albiceleste Club Atlético Cerro, podría rememorar para incidir en el ánimo sur coreano, el recuerdo del Paralelo 38 de la villa cerrense en época de huelgas frigoríficas, y que fue la linea que separó en plena guerra a los dos Coreas.

De todos modos para consuelo del equipo coreano de ser derrotado, siempre tienen chance de una dulce venganza; las imágenes que puedan registrar los goles y el triunfo celeste, serán tomados desde equipos marcas Samsung o LG.

El cafetero de la tribuna

Ilustración Jorge Fuentes