Luego de su salida de Wanderers, en la que "aprendí muchas cosas", Antonio Pacheco habló con Tarde de Fútbol sobre su etapa como futbolista, el momento más difícil de su carrera, y lo que le dejó su primera experiencia como entrenador principal de un equipo.
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El "Tony" confesó que si bien la fractura que lo mantuvo al margen, "fue un momento durísimo" en su carrera, "no fue el más duro" que le tocó vivir. "El momento más difícil de mi carrera fue cuando Peñarol no me renovó, que me daba vueltas y no me decían nada claro. No fueron las formas y lo sufrí un montón", reveló.


Pacheco aseguró que "lo máximo que me pasó fue poder vivir mi sueño que tenía desde niño que era jugar en Peñarol y poder entrar en la historia de un club tan inmenso".
El entrenador fue consultado sobre la decisión de no saludar al presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, en un encuentro en que el bohemio visitó al carbonero. "No lo saludé porque me cruzó en la calle y no me saludó. Por eso decidí no saludarlo durante el partido", contó.
Sus primeras armas en Wanderers
Cuando no fue renovado en Peñarol, el conjunto del Prado le abrió las puertas, algo que hizo varios años después para que hiciera sus primeras armas como entrenador.
"Mi etapa en Wanderers fue de mucho aprendizaje. Llegamos con el equipo peleando el descenso y pudimos clasificarlo a la Sudamericana", destacó.
Finalmente, Pacheco contó que llegó al bohemio bajo la presidencia de Fernando Nospitch con quien "tuve la suerte de que me abriera las puertas y con quien pudimos trabajar muy bien", algo que no se repitió con el nuevo presidente, quien "no cumplió con las cosas que se prometió".