Peñarol: Damiani y el fin de una era

En un rápido repaso por la historia de Juan Pedro Damiani como dirigente de fútbol, se nota una extensa trayectoria como directivo de Peñarol en juveniles, neutral de la Asociación Uruguaya de Fútbol, vice y Presidente aurinegro. Polémico, emprendedor y con un estilo propio que no imitó al de su padre.

Era difícil ser "el hijo de", pero Juan Pedro logró marcar camino alejado de la frase del Contador Damiani, "obras triunfos y balances". La histórica lista 10, con dificultades sacó al carbonero de los malos últimos años del contador. Su gran obra fue el Estadio Campeón Del Siglo. Tuvo picos altos en lo deportivo como el Campeonato Uruguayo 2009/10 y la Copa Libertadores 2011. También bajos, como no clasificar a ninguna copa internacional en 2010 y 2015, la estadística clásica negativa (única en comparación con sus antecesores y predecesores), también algunas deudas que debieron ser sobrellevadas por otros dirigentes.

Lo más importante que dejó Juan Padro Damiani fue la masa social. No hay otro club con tantos ingresos a nivel padrón, la entidad de las once estrellas volvió a ser abierta gracias a Juan Pedro.

En cuanto a su principal queja, la política interna de la institución que tanto mal le hace al club", Damiani también tiene responsabilidad al igual que los otros grupos políticos del club. Mostró habilidades en situaciones límites como cuando evitó que la oposición llegara a la presidencia en 2017, logrando que el Dr. Jorge Barrera reviera su posición de no presentarse en las lecciones y finalmente ganarlas.

Su vehemencia lo llevó a cometer errores como el despido de Pablo Bengoechea como entrenador en el verano de 2016, retrocediendo en la forma de aplicar la modernización del fútbol-empresa. Su decisión de no presentarse tiene varias aristas. Las esgrimidas públicamente, las familiares y las electorales: perder con Ignacio Ruglio no es un buen final para una carrera con tantos triunfos en las urnas.