Como se informó a través de Caras y Caretas, en la jornada de ayer Waldemar Victorino, un ídolo histórico de Nacional, había sido ingresado en el CTI de la Asociación Española tras un intento de suicidio en horas de la mañana. La condición del futbolista era muy grave y varias horas después de su internación, sobre las 19, se confirmó lo que todo el mundo vinculado al fútbol no quería: Victorino había fallecido.
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Por edad nunca pude verlo jugar en vivo, tanto con la camiseta de Nacional como con la selección uruguaya. Pero recuerdo los cuentos de mi viejo, hablando de un flaquito, bajito, al lado de zagueros gigantes.
"Metía como loco, era tremendo guapo y lo que saltaba". Así contaba mi padre, con un aire de fanático y de admiración incondicional. Eso fue a comienzos de los ochenta, cuando se realizó el Mundialito. Contaba también que "vinieron los tanos, los brasileros", pero que justo en la época más negra de la historia del país, esa fue la cuota de felicidad, de esperanza para todo el pueblo.
Con los años, y gracias a mi trabajo, pude conocer personalmente a Victorino. Con una personalidad fuerte, frontal, me contaba que él había visto y trabajado con un joven Luis Suárez, entre otras futuras estrellas del fútbol.
Waldemar, como otros tantos, decidió terminar su sufrimiento. Un signo que trasciende a los titulares y a las estadísticas: un caso que pone en evidencia un complejo fenómeno que reclama urgentes líneas de acción orientadas a la ayuda y al acompañamiento.
Estos casos también llaman la atención sobre otro asunto. Con los millones que circulan en el mercado del fútbol, ¿por qué instituciones como la AUF no crean un fondo de solidaridad para apoyar a las glorias que marcaron la historia de este deporte?
En la actualidad se habla, como si fueran caramelos, de millones de dólares por pases y contratos. Pero quienes han analizado la historia con atención, en los años ochenta, por ejemplo, en pleno apogeo de la carrera de Waldemar Victorino, la realidad era muy distinta.
Es inadmisible que figuras que le dieron tanto al fútbol de nuestro país pasen situaciones qué no tendrían que pasar.