Un grupo de investigadores descubrieron un cementerio inca de más de 500 años de antigüedad en La Paz, Bolivia.
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Los expertos consideran que el cementerio ya ha sufrido saqueos con anterioridad. Este hallazgo ofrecería datos relevantes sobre esta interesante cultura ancestral. En el lugar fueron encontrados más de 100 restos humanos junto a una amplia variedad de objetos decorativos entre los que estaban 30 vasijas en buen estado de conservación. Los objetos se utilizaban para efectuar ritos a los muertos, según informaciones del arqueólogo Jedu Sagárnaga
La investigación estuvo a cargo de un profesor de la Universidad mayor de San Andrés.
Jedu Sagárgana dijo que ningún cuerpo intacto se encontraba dentro de la tumba ya que los se encontraban desintegrados, sin embargo fue posible rescatar restos humanos como cráneos alargados, resultado de deformaciones artificiales.
Estas deformaciones eran realizadas por los incas con el fin de establecer una diferencia clara entre las personas según el rango social.
Además de las vasijas que fueron encontradas enteras también se hallaron objetos decorativos de bronce, entre otros adornos utilizados para adornar el cabello de las mujeres, pulseras, collares y diademas en forma de herradura, las que eran usadas para integrantes de la nobleza además de alfileres que también solían utilizarse en los entierros de mujeres.
Según el arqueólogo el antiguo cementerio pertenece a la cultura Pacajes afirmando que el yacimiento había sido objeto de un saqueo anterior al descubrimiento.
Otro arqueólogo, también director del Centro de Investigaciones Arqueológicas y Antropológicas de Tiwanacu, resaltó que el descubrimiento tiene un significado trascendente para Bolivia dado que muestra la existencia de otro pueblos que influyeron culturalmente, no solo de origen incaico lo que importa para conocer la identidad que constituye la esencia de los pueblos y la importancia de los ancestros en el rescate histórico.