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Sociedad

INFORME SOBRE EL CONSUMO DE DROGAS EN AMÉRICA

Drogas y jóvenes en Uruguay

La Organización de Estados Americanos (OEA) acaba de publicar su informe sobre el Consumo de Drogas en América, el cual alerta sobre el consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco, el cannabis y la cocaína. El organismo internacional abogó por la necesidad de implantar políticas preventivas desde “la primera infancia”.

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Por Víctor Carrato

Uruguay se ubica a medio camino entre los más altos y los más bajos consumos de drogas, según el análisis hecho entre todos los países de América. En alcohol la prevalencia está entre el 31,40% y 41,09%; en marihuana entre el 11,9% y el 17,19%, en tabaco entre 5,9% y 9,49% y en cocaína entre el 1,80 y 2,99%.

Las cifras oficiales no parecen reflejar la impresión que la población tiene sobre estos consumos.

Alcohol

El consumo de alcohol varía ampliamente en la población general de las Américas. La prevalencia del último mes varía de 9,5% en El Salvador a 52% en Argentina y Uruguay.

El consumo problemático de alcohol en la población general, en el último año, oscila entre el 6,5% al 28,6%. Es más bajo, del 6,5% en Uruguay, país que sin embargo tiene prevalencia de consumo alta. Esto representa un descenso de 1,5% respecto a 2016.

Se toma como consumidores altos y excesivos a aquellos que habitualmente ingieren cinco o más tragos.

En 2016, los consumidores altos y excesivos se encontraban en el 8% (lo que representaba a 102.000 personas aproximadamente), siendo los menores de 45 años los que presentan los porcentajes más altos.

Se considera como uso problemático aquel que genera situaciones vinculadas al consumo que, potencialmente o de hecho, afectan la salud del individuo, ya sea en su esfera biológica, psicológica o social. Este uso problemático puede darse tanto en los consumidores que tienen un patrón de consumo frecuente como ocasional, e incluso experimental. Por ejemplo, una persona que toma solo en eventos sociales, pero que cuando lo hace consume mucho, es considerado un usuario problemático aunque su frecuencia sea muy baja, debido a los riesgos potenciales de esa única u ocasional ingesta excesiva (accidentes, problemas cardiovasculares, coma alcohólico, hipertensión, etc.). En tal sentido, los episodios puntuales de abuso de consumo por ingesta -un aspecto que muchas veces no es tratado con la importancia que tiene- son considerados como indicadores de uso problemático de alcohol.

La prevalencia del último mes de bebidas alcohólicas en la población general es del 52% entre 2001-2014.

 

Tabaco y cigarrillos efectivos

El consumo de tabaco en todo el hemisferio está en declive.

En la población general en Uruguay es de 29,5%. Una tasa de consumo de las más altas. La prevalencia pasó de 34,5% en 2001 a 29,5% en 2014.

El tabaco es la segunda droga más consumida en Uruguay. El 64% de las personas de 15 a 65 años ha consumido tabaco alguna vez en su vida, mientras que el 33% declara haberlo consumido en los últimos 12 meses y el 29,5% en los últimos 30 días, según datos de 2016.

Respecto a la incidencia, se encuentra que afecta a 5.538 personas aquellos que iniciaron el consumo de tabaco en los últimos 12 meses, lo que representa el 0,5% del total de la población que no había fumado anteriormente. Se incorporan al consumo de tabaco en mayor medida mujeres que varones residentes en las localidades del interior del país que en Montevideo, y jóvenes de entre 15 y 25 años de edad.

La edad promedio de inicio del consumo de tabaco es 16,2 años, siendo la edad más frecuente de inicio los 15 años, con una mayor precocidad en los varones (15,8 años) respecto a las mujeres (16,6).

El promedio de consumo diario es de 12,2 cigarrillos, manteniéndose el guarismo tanto en Montevideo como en el interior del país. Las diferencias por sexo son significativas: son los varones los que presentan mayor consumo diario de cigarrillos.

 

Cannabis

Según el informe de la OEA, en la población general la prevalencia del último año oscila entre el 0,5% a casi el 16%. Entre los estudiantes de enseñanza secundaria, el rango es aún más amplio, desde menos del 1% en el extremo inferior (0,9%) hasta casi un tercio (32,8%) en el otro extremo. En la mayoría de los países el consumo de cannabis es mayor entre los hombres que entre las mujeres. En Uruguay es menor al 10%.

La prevalencia del último año de consumo de marihuana ha tenido variaciones persistentes a lo largo de toda la serie de estudios en nuestro país. Al inicio de la serie, en 2001, el registro era de 1,4%, pasando a 5,5% en 2006, luego a 8,3% en 2011 y a 9,3% en 2014. Según los datos de 2016, el 23,3 % de las personas entre 15 y 65 años ha probado marihuana alguna vez en su vida. El consumo habitual de marihuana en los varones es dos veces y media mayor que el de las mujeres; el consumo en Montevideo es el doble que en el interior del país.

La percepción de gran riesgo del consumo de marihuana en la población general es baja en Uruguay. Menos de un tercio de la población indica que usar ocasionalmente marihuana implica riesgos. Entre el 50% y 60% de la población considera que es fácil conseguir marihuana.

La prevalencia del último año entre los estudiantes de enseñanza secundaria es de 15%.

La percepción de gran riesgo del consumo ocasional de marihuana (consumir alguna vez, o una o dos veces) por parte de los estudiantes de enseñanza secundaria es de menos del 10%.

Uruguay se encuentra ente los países que perciben mayor facilidad para acceder y obtener marihuana.

En América del Sur la mayor oferta directa de marihuana en el último año se registró entre los estudiantes de Uruguay con 31,2%, seguido por Chile con casi 41%.

La tasa de consumo de los universitarios de Uruguay es de 29,8%.

La prevalencia de consumo de marihuana fue más alta en Colombia y Uruguay, sin embargo, la percepción del riesgo de usar esta droga, tanto ocasional como frecuentemente, fue la más baja.

Los datos indican que el uso de hachís es suficientemente alto en Argentina, Chile y Uruguay como para justificar la indagación también por el consumo del último año y del último mes. En Uruguay el consumo es superior al 0,8%.

 

Cocaína

El consumo de cocaína está muy extendido en todo el hemisferio y sus subregiones.

La prevalencia del último año de consumo de cocaína en Uruguay es de 1,6%. En Argentina y Uruguay hay alrededor de tres hombres que consumen por cada mujer.

En Uruguay el consumo de cocaína entre 2001 y 2014 pasó del 0,2% al 1,6%. En 2016, el 6,8 % de las personas entre 15 y 65 años ha consumido cocaína alguna vez en su vida, lo que muestra estabilidad con respecto al registro de 2011.

El consumo de cocaína se da mayormente en varones, residentes en Montevideo y menores de 35 años de edad.

El consumo pasó de una prevalencia de 1,7% en 2003 al 1,5% en 2005, experimentó una importante variación a 3,7% entre 2005 y 2007, un fuerte cambio a 1,4% entre 2007 y 2011, y luego otra variación a 2,1% en 2014.

Los datos sobre el porcentaje de estudiantes de enseñanza secundaria que reportaron haber recibido ofertas directas de cocaína al menos una vez en el último año o el último mes son de 6,1%.

La prevalencia del consumo de cocaína en la población universitaria es de 3%, una de las más altas.

De los siete países de los cuales se dispone de esta información, los datos indican que entre el 60% y el 65% de los estudiantes universitarios consideran de gran riesgo el uso ocasional de cocaína. La excepción es Uruguay, donde la percepción de riesgo es del 52%.

La percepción de facilidad de acceso y oferta directa de cocaína entre estudiantes universitarios es del 20,5%, una de las más altas.

Colombia y Uruguay son los países de mayor consumo, el 9,7% y 7,7% de los universitarios recibió alguna oferta de cocaína en el último año.

 

Pasta base de cocaína (PBC)

El uso frecuente de PBC es considerado de gran riesgo por más del 90% de la población general de Uruguay. Más del 80% de la población general de Uruguay considera de gran riesgo el consumo ocasional de PBC. El uso frecuente de PBC es considerado de gran riesgo por más del 90% de la población general de Uruguay. La percepción de facilidad de acceso y oferta directa de PBC en la población general es de 37%.

La prevalencia del último año del consumo de PBC entre los estudiantes de enseñanza secundaria oscila entre el 0,5%. En el último año entre los estudiantes el consumo pasó de 0,7% en 2003 a 0,5% en 2014, a 0,7 % en 2016.

 

Éxtasis

El consumo de éxtasis en la población general de Uruguay es del 0,4%. Al menos una de cada diez personas percibe que es fácil conseguir éxtasis.

Nuestro país mantuvo un estable el consumo de éxtasis entre 2003 y 2011, con registros del 0,3%, el cual cambió considerablemente en 2014 hasta llegar al 0,8%.

Al menos el 70% de los estudiantes registra percepción de gran riesgo en el uso frecuente de éxtasis. Más del 5% de los estudiantes considera que el éxtasis es de fácil acceso en nuestro país.

Al menos el 3% de los estudiantes recibió una oferta directa para comprar o probar éxtasis en los últimos doce meses.

La prevalencia del último año de consumo de éxtasis en la población universitaria es del 1,2%.

Los mayores niveles de oferta directa de éxtasis en el último año reportan el 4,1%.

 

Anfetaminas

La prevalencia de vida en la población general en el consumo es del 0,4%. Entre estudiantes de enseñanza secundaria fue del 0,2%. En tanto, en la población general es de 0,2%. Entre los estudiantes de enseñanza secundaria fue de 0,3%, y entre estudiantes universitarios fue del 0,55%.

 

Drogas de diseño o síntesis

El 2% de la población ha experimentado con estimulantes de tipo anfetamínico (ETA): éxtasis, anfetaminas, metanfetaminas, estimulantes sin prescripción médica.

 

Otras drogas

El 3,1% de la población declara que consumió alucinógenos alguna vez en su vida.  El 2,8% ha consumido hachís por lo menos una vez en su vida. Las demás sustancias (inhalantes, crack, ketamina, heroína, etc.) muestran un uso aun más marginal: no alcanzan en ningún caso al 1% de la población. En el caso de todas estas drogas se trata de policonsumidores y básicamente son usos experimentales.

 

Psicofármacos

El 27,2% de la población estudiada ha consumido alguna vez en su vida tranquilizantes.

Dos de cada diez lo hicieron sin prescripción médica y, cuando la hubo, solo en el 37% de los casos un psiquiatra fue quien hizo la prescripción.

El consumo de las mujeres es sensiblemente mayor que el de los varones, fundamentalmente en los adultos. El 10% de la población ha consumido alguna vez en la vida antidepresivos. El 5% lo ha hecho en el último año.

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