Cuando corrían 75 minutos del partido en el Estadio Centenario entre Peñarol y Nacional se desató tremenda tormenta de lluvia, viento y descargas eléctricas, se jugó unos minutos más, pero llegó un momento en el que directamente no se veía y era un peligro seguuir jugando. Allí el árbitro Leodán González lo suspendió, el clásico estaba 0 a 0.
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En ese momento se iba a esperar que parara. Pero si bien aflojó con la lluvia y el viento, la actividad eléctrica aumentó.
Los árbitros salieron al rato y sin salir del tunel y después de hablar con los cancheros y varias personas que estaban allí se decidió la suspensión definitiva del partido.
Un rato después en el vestuario se hizo el sorteo que dio ganador a Peñarol, para saber quien juega el lunes a primera hora y quién a segunda hora.
Mientras tanto en Maldonado tampoco pudieron jugar Santiago Wanderers de Chile con Sarmiento de Junín de Argentina; allí también se sorteó y ganaron los chilenos, por lo que el lunes a las 19:15 horas jugarán Nacional con Sarmiento de Junín en el Gran Parque Central y a las 21:30 horas en el estadio Campeón del Siglo jugarán Peñarol con Santiago Wanderers de Chile; probablemente y si el tiempo lo permite, en el Campeón del Siglo habrá preliminar entre la sub 20 de Peñarol que jugará la Copa Libertadores de la categoría, enfrentando a la selección de Maldonado.
Lo que se jugó
En cuanto al encuentro, se vio a Peñarol con una idea más afiatada a lo que quiere el entrenador, pero con el mismo problema de la temporada pasada, el enlace de tres cuartos de cancha hacia adelante, donde termina flotando solo el Canario Alvarez Martínez.
Peñarol fue un equipo compacto con la línea de cuatro bien parada y un gran trabajo de Musto delante de ellos, funcionó de buena manera la sociedad Ramos – Cruz por la izquierda y en forma distinta, Laquintana con Aguirregaray y con elvolante que se le acercara, pero individualmente Laquintana fue el más desequilibrante.
Al punto que un par de llegadas de Laquintana dribleando casi terminan en gol.
Pero si no le hacen los espacios al Canario se pierde entre los zagueros y no hay llegadas al gol.
Nacional esperó y eso llevó a que Almeida tuviera serios problemas con Laquintana, lo que llevó a que Repetto lo sustituyera a los 34 minutos de juego.
Nacional tuvo lo mejor en sus dos volantes centrales, allí le cortó el juego a Ceppelini y se trató de sacar contragolpes que no tuvieron profundidad. Nacional intentó por derecha con la sociedad Trezza – Pumita Rodríguez y lo que pretendía Otormín que se tuvo que tirar siempre a los costados porque la mitad de la cancha era controlada por Peñarol y no encontraba espacios.
Lo mejor de Nacional estaba en la pelota quieta, fundamentalmente en los corner que fue la única forma de llegada clara.
En el segundo tiempo Nacional adelantó las líneas y allí igualó el trámite con la entrada de Ocampo que tuvo un par de llegadas peligrosas, sobre todo un tiro al minuto que obligó a Dawson sobre el palo derecho.
Un tiro libre de Ceppelini apenas alto y una jugada preparada que remató Musto tras un tiro libre que atajó Rochet fue todo lo de Peñarol en el complemento.
Los cambios comenzaron a desvirtuar el partido, en el caso de Peñarol, Bentancourt por el Canario y el centro delantero seguía sólo arriba porque el Rusito Olivera lo incluyeron como extremo y ahí no pesa; mejoró cuando entró Cristian Olivera y el Ruso pasó al medio. Saravia volvió a ser el jugador seguro y compacto, incluso en el momento de desconcierto.
Nacional logra posicionarse en campo contrario pero sólo pudo llegar por un par de errores en Peñarol, el más peligroso el tiro del Pumita Rodríguez que rebotó en una espalda de un hombre de Peñarol y Dawson atajó en dos tiempos arrojandose sobre el palo derecho.
Ya con la lluvia hubo un par de corridas de Nacional que pusieron en peligro el arco de Dawson y el partido se suspendió.
Lo que dejó el partido es que Peñarol sigue sin solucionar la soledad del Canario y la llegada para definir, como que deberá trabajar en la pelota aérea defensiva.
En Nacional Repetto tiene mucho más trabajo, el colombiano Castro sigue brillando por la ausencia, la defensa no tiene firmeza y arriba son impulsos individuales. El doble cinco es su punto más firme.
Hay una idea de salir con la pelota jugada, el Torito Rodríguez metiendose entre los zagueros para salir jugando, pero el resto de los circuitos casi no existen.