Está claro que el ambiente que nos rodea cambió por el stand by al que se sometieron nuestras vidas. Y por si todo eso fuera poco, ahora sabemos que también se registraron menos rayos por este motivo.
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Esta es la conclusión de un estudio publicado recientemente por científicos del Centro Aeroespacial Alemán y el Instituto de Astrofísica de Andalucía. En él analizan cómo disminuyeron los rayos durante la cuarentena en la zona con más actividad eléctrica de Europa: el valle del Po, en Italia.
¿Pero cómo pueden relacionarse estos sucesos? La clave está en los aerosoles. En este caso, se hace referencia a los aerosoles contaminantes que se emiten tanto a causa de la actividad industrial como por el tráfico de medios de transporte.
Si se relacionan con los rayos es porque las partículas que los componen actúan, en cierto modo, como andamios para que las gotas de agua se agrupen y, consecuentemente, se genere actividad eléctrica.
Estas partículas son muy pequeñas, de menos de 10 micras en este estudio. Cuando estas llegan a una nube, las gotitas de agua que se encuentran en ella empiezan a aglutinarse a su alrededor. Se forma así algo conocido como hidrometeoro. Y, claro, lógicamente, cuantos más aerosoles haya, más hidrometeoros habrá.
Según contó al medio español Hipertextual Francisco Javier Pérez Invernón, autor de este estudio, también serán hidrometeoros más pequeños. Esto se debe a que, si hay pocos aerosoles, muchas pequeñas gotas tendrán que compartir el mismo núcleo, generando gotas más grandes. “Sin embargo, si hay muchos aerosoles, no habrá tantas pequeñas gotas compartiendo el mismo núcleo, así que al final habrá más gotas (porque hay más núcleos), pero serán más pequeñas, porque en cada núcleo hay pocas gotas juntas”.
Estos hidrometeoros se van moviendo por la nube, interviniendo en la formación de hielo y nieve, por ejemplo. Y en ese desplazamiento se van dando colisiones entre ellos, de modo que la nube se va cargando eléctricamente.
Explica Pérez Invernón en un hilo en su cuenta de Twitter: “Los electrones se aceleran y se produce una onda de ionización que no deja de avanzar en forma de ramas hasta conectar las capas de las nubes, o una de ellas, al suelo”. Así aparecen los rayos.