¿Cómo está el clima general de la campaña electoral y, sobre todo, después de las declaraciones del ex secretario general de la Intendencia, Andrés Klein, sobre el supuesto hackeo sufrido el año pasado?
El clima general es que (Nicolás) Olivera no deja de hablar del Frente Amplio, cuando en realidad tendría que estar dando explicaciones de lo que está denunciando el ex secretario general de la Intendencia departamental (Andrés Klein), que es del Partido Colorado. Un problema entre el Partido Colorado y el Partido Nacional, que hay denuncias cruzadas y que hay acusaciones y donde el Frente Amplio no tiene nada que ver. Lo que dice Klein (destituido semanas atrás por la intendenta interina Nancy Núñez) viene a reafirmar lo que nosotros venimos denunciando hace casi cinco años de la falta de transparencia, de la opacidad de la gestión, del mal uso de los recursos, del clientelismo, de un montón de situaciones.
La sospecha que plantea Klein estaba en el aire desde que ocurrió el ciberataque en julio de 2024, pero ahora el tema está en la Fiscalía…
El fiscal que toma el caso de oficio se expresó respecto a lo que es la instrucción de la causa, que es una cuestión que a nosotros nos asombra un montón, nos parece una vergüenza, porque debería mantener la reserva del caso porque no es parte de su potestad salir a hacer juicio de valor sobre la denuncia realizada.
¿El fiscal está investigando la declaración de Klein o el tema de fondo?
Nosotros no sabemos bien cuál es el fondo del asunto. Ellos actúan de oficio sobre un dicho de Andrés Klein, de que el hackeo habría sido por lo menos dudoso. La duda es que haya sido de afuera, porque desde la intendencia dijeron que fue un grupo internacional (Alfa).
La Intendencia hizo una investigación interna y se nutrió de informes de Certuy, la oficina de Agesic, que es la que investiga estos casos. ¿Ustedes tuvieron acceso a dicho informe?
Yo no tengo el informe de Certuy. Hice un pedido de acceso a la información pública y nunca me respondieron. Como no me han respondido a lo largo de los cinco años los pedidos de informes que hicimos.
Cuando ocurrió el hackeo, ustedes propusieron que se haga una comisión investigadora, ¿qué pasó en ese momento?
Ellos no aceptaron la comisión investigadora que propusimos, pero crearon una preinvestigadora (sin los ediles del FA) a las 8:00 a.m. del otro día donde nosotros no fuimos citados. Después hicieron una conferencia de prensa diciendo que nosotros no habíamos participado, pero nunca nos convocaron. Entre gallos y medianoche hicieron una reunión entre Partido Colorado y el Partido Nacional y luego salieron a decir en conferencia de prensa que el Frente Amplio había pedido tal cosa y tal otra, pero no se había presentado. Pero la realidad es que a nosotros, ni por los medios oficiales que tenemos, ni por los teléfonos personales siquiera, nos citaron o nos avisaron de que se iba a reunir esa comisión preinvestigadora en la Junta.
Otro caso por el cual han pedido informes es el del estadio cerrado de Paysandú, una obra de remodelación que se anunció que saldría U$S 4 millones, pero que terminó saliendo mucho más cara ¿Quedaron conformes con la información entregada por la Intendencia?
Lo que nos dan son tres grandes gastos que son alrededor de U$S 6 millones. Pero son todas cosas a grandes rasgos. No especifican, no muestran boleta.
El pedido era muy claro, o sea, era que nos dijeran cuánto había salido y que nos mostraran las boletas de compra, pago, todo lo demás, para poder certificar que eso era así. Eso no pasó. Y bueno, a lo que sí pudimos acceder es que salió casi U$S 6 millones el arreglo del estadio cerrado.
¿Desde la Intendencia habían dicho que costaría cuatro millones?
Sí, en principio dijeron que eran cuatro. Dos millones es mucha diferencia, sobre todo porque era una refacción, no es un estadio que se empezaba de cero. Salió más caro que un estadio hecho a nuevo.
Hay otra obra en construcción que es la Residencia Estudiantil, contra la ribera de la ciudad, que también causó polémica por el lugar elegido.
Sí, porque es una zona inundable. Algunos de esos terrenos eran municipales y otros eran terrenos privados. De hecho, desalojó familias que estaban viviendo ahí, pegadas a la Residencia Estudiantil, aduciendo que las iban a relocalizar y construyó unas viviendas, pero a algunos les dieron montos muy inferiores a los que salía en realidad su casa. Los obligó a irse porque es una zona inundable y construye unos metros más abajo la residencia estudiantil…
Respecto al precio y cómo fue el proceso de licitación, ¿ustedes también han pedido información a la Comuna?
Sí, todavía no tenemos ningún tipo de respuesta.
Junto a los otros dos candidatos frenteamplistas, anunciaron que en el caso de ganar cortarían el vínculo de la Intendencia de Paysandú con la Fundación A Ganar. ¿Qué irregularidades advierten acerca de ese nexo?
Nosotros entendemos que la Fundación A Ganar como tal —no los trabajadores— se debe ir al otro día de que gane el Frente Amplio. Primero que nada, porque están cogobernando, gestionando los recursos humanos de la Intendencia de Paysandú, que debería ser parte del organigrama de la Intendencia y no de una fundación correligionaria que vino a precarizar el empleo. Desde la bancada que hicieron denuncias en Fiscalía sobre este tema también, porque se licita un 31 de diciembre del 2020, en una situación por lo menos turbia, donde se le adjudica a la Fundación A Ganar, y hoy tenemos más de 500 funcionarios que entraron por esa fundación.
A nosotros nos parece un disparate que en estos cinco años de gobierno hayan utilizado la Intendencia, primero para precarizar el empleo de los trabajadores y, segundo, para que contrate funcionarios con diferencia salarial. Yo vengo al movimiento sindical y entiendo que los trabajadores que cumplen una función no deben cobrar menos que el otro que cumple la misma función.
Lo que hace la Fundación A Ganar es tomar trabajadores que son de segunda compitiendo con trabajadores que vendrían a ser de primera, que son los que son presupuestados o con contrato a término. Pero, además, la Fundación A Ganar se lleva el 4 % del salario de cada uno de esos trabajadores y trabajadoras. Una cosa que a nosotros nos parece aberrante.
Si gana el Frente Amplio, la fundación tiene que irse al otro día, como organización, como cúpula. Entendemos que ahí se van a ir con la Fundación A Ganar los punteros políticos que tiene Nicolás Olivera en la intendencia.
Otro cantar son los trabajadores, sobre todo porque el departamento atraviesa una crisis laboral que es alarmante, angustiante.
¿Cuáles serían las otras urgencias en las que se enfocaría el Frente si gana?
Nosotros tenemos el ABC, que hay que cumplirlo, porque la gestión de Olivera se ocupó de cosas dentro de las cuatro avenidas: estadios, parque de fútbol y plazas. Nosotros entendemos que existe la vida sanducera después de las cuatro avenidas y ahí hay una gran desidia en cuanto a lo que es el ABC: iluminación, barrido y calles, que hay que ponerse a trabajar firme y al otro día de asumir.
Además, tenemos problemas que pasaron de ser coyunturales a ser estructurales. La indigencia en este periodo de gobierno de Olivera se duplicó, lo que hace que haya muchísimas personas en situación de calle y eso complejiza un montón.
Vamos a tener que articular con el Gobierno nacional, con los diferentes ministerios, llámese Ministerio de Vivienda, Ministerio de Salud, Ministerio de Desarrollo Social, para poder combatir, o por lo menos mitigar el impacto de las políticas ausentes en el territorio que son parte de la gestión de vivienda, pero también de lo que nos deja de herencia el gobierno de Luis Lacalle Pou a nivel nacional y sobre todo con un enorme impacto negativo a nivel departamental.
Y acerca de la herencia, se estima que el Gobierno departamental tiene una deuda de 60 millones de dólares. ¿Han tenido acceso a esos números?
Nosotros no tenemos mucha idea porque hemos hecho un montón de pedidos de informes que no fueron contestados. A mí me tocó la semana anterior hacer un llamado a sala a la actual intendenta interina (Nancy Núñez) que es de la línea de Olivera, que pertenecía a la lista 51 y fue diputada por esta lista en el periodo pasado. Esta señora asume la intendencia junto con Andrés Klein como secretario general (del Partido Colorado) y dicen no tener acceso a los números.
Ella misma reconoce que la gestión de Olivera fue una gestión poco transparente. Nada nuevo bajo el sol. Están peleados; entre ellos tienen algún tipo de disyuntiva ahí que no es problema del Frente Amplio, ni nos preocupa, pero sí queremos saber cuál es la realidad material de la Intendencia departamental y cuál es la realidad financiera.
Ella (Núñez) dice que el contador (Martín) Thomasset, director general de Secretaría de la Intendencia, que está en la lista de Nicolás Olivera, además, y que responde aparentemente, según los dichos de la propia intendenta, al exintendente, quien sigue, parece, según los dichos también de ella, gobernando desde afuera, no la ha permitido acceder al estado financiero contable, que es parte de lo que denuncia el propio Andrés Klein cuando salió a los medios.
¿Qué consideración hace sobre la destitución de Klein?
La denuncia nace, según los dichos de Klein, de alguien de su propio partido, que ahora está en las filas del Partido Nacional. Acusa al exdiputado Moreno de haberle sacado las fotos (llegando a un acto partidario con un auto oficial de la Intendencia) y de haberlas puesto mediáticamente para que la gente lo viera.
El tema de Nancy Núñez es que tiene una interna bastante compleja con su propio partido, que también lo denuncia el exsecretario general. Estaba en curso el llamado a sala que le íbamos a hacer a Núñez cuando ella define sacar a Klein, porque parece que el Partido Nacional le dijo que, desde la bancada de ediles y edilas del partido, le iban a quitar todo tipo de respaldo en el llamado a sala si ella no sacaba a Klein de circulación. Eso lo denunció Klein.
Tienen una interna compleja que claramente distancia a los candidatos del Partido Nacional, más allá de que actualmente se habla de algún pacto como para llevar la campaña en paz, por llamarlo de alguna manera, porque les está jugando en contra. Larrañaga se despega continuamente del accionar y de la gestión de Olivera, pero hay algo que tiene que quedar muy claro: hoy quien tiene más votos en el departamento aparentemente sería Nicolás Olivera. Lo que hace que Larrañaga lo que está haciendo es juntarle votos para que Olivera siga en carrera.
En ese sentido, mientras en el PN se muestran divididos y así amplían supuestamente la base de votantes, los tres candidatos del FA demuestran mucha unidad. ¿Cómo analiza esta circunstancia en el escenario electoral?
Nosotros no somos el Partido Nacional, somos el Frente Amplio y entendemos que la unidad es parte fundamental de lo que somos y que nace desde el fondo de la historia de la creación del Frente Amplio. Nosotros no podemos salir peleados, y esto lo digo de forma muy personal.
Tengo una muy buena relación con Guillermo Caraballo y con Mario Díaz, y si bien tenemos cada uno de nosotros nuestra propia impronta y perfil político, entiendo claramente que la unidad en la diversidad es parte fundamental. Pero además tengo un afecto muy personal, hemos trabajado bastante durante los últimos cinco años con los dos compañeros y muchísimos otros más que tenemos un muy buen relacionamiento y creo que eso la gente lo ve también.
Creo que es importante para el pueblo ver que el Frente Amplio trabaja unido, trabaja con respeto, que hay una cuestión de apoyo y de respaldo entre los tres.
En el caso de ganar, ¿qué iniciativas o proyectos va a proponer?
Atender primero la situación laboral del departamento. No es un rol o algo que nos corresponda como intendente o intendenta del departamento, si nos toca, pero que sí le vamos a poner mucha cabeza. Estamos planificando para generar algún tipo de jornal solidario, con un salario un poco más digno que el que tienen ahora, y poder sostener y mitigar un poco el impacto del desempleo.
Tenemos políticas públicas basadas en género. Hoy en la Intendencia departamental de Paysandú, desde la interna de sus propios trabajadores, han denunciado el acoso, el maltrato y el abuso, pero sobre todo hacia las mujeres. Eso lo vamos a corregir si me toca ser intendenta. Esas prácticas hay que erradicarlas, y ahí voy a ser muy implacable.
También una política medioambiental que transversalice toda la gestión y todas las direcciones de la Intendencia, porque tenemos un impacto ambiental bastante negativo en el territorio donde se pretende instalar una planta de refinería de combustible sintético en la costa de nuestro río (para fabricar hidrógeno verde). Yo voté negativamente esa recategorización de suelos porque entendemos que es extranjerizar, que es regalar nuestros recursos, pero además es contaminar nuestro río y es el agua que tomamos los sanduceros y las sanduceras y, para abajo de Paysandú, muchísimos departamentos más.