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Entrevistas Cuba | Maldonado | Fidel

Con Noemí Rabaza

"En Cuba vamos construyendo una sociedad de justicia social"

Noemí Rabaza es la vicepresidenta primera del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y habló de Cuba con C&C.

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Caras y Caretas Diario

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Recién llegada de Cuba, Noemí Rabaza, vicepresidenta primera del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), concedió una entrevista a Caras y Caretas, encontrando un espacio en la cargada agenda que tenía en Uruguay junto a Lilia Zamora, directora para América Latina y el Caribe del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.

Venían de una cargada agenda recorriendo Uruguay y fue a su retorno de Maldonado que logramos establecer contacto con Noemí, de casualidad en el aniversario de la desaparición física de Fidel Castro.

¿En qué momento de la revolución los toma un nuevo aniversario del fallecimiento de Fidel?

Yo creo que hay que empezar por recordar que el 25 de noviembre, justamente hace siete años, tuvo lugar la desaparición física de nuestro comandante en jefe Fidel Castro, porque hablar del ICAP es hablar de él, porque él fue quien lo soñó.

Cuando Cuba estaba con su revolución resistiendo los embates de Estados Unidos, cuando incluso habíamos tenido una invasión por Girón, cuando todos los gobiernos decidieron romper relaciones con Cuba y sólo México se quedó al lado, él pensó en una organización social que pudiera hacer relaciones con los pueblos de los diferentes países del mundo; aunque los gobiernos nos abandonaran, nos dieran las espaldas, si sus pueblos tuviesen hombres buenos de buena voluntad, hombre dignos en todo el mundo, que tuvieran relaciones de amistad con Cuba. Y así nace el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) en ese fragor de la revolución. Creció con la revolución en estos 63 años y hemos tenido relaciones con muchos amigos en todo el mundo. Tenemos muchas organizaciones de solidaridad con Cuba en todos los continentes y especialmente aquí en América latina. Relaciones en las que hemos compartido momentos difíciles y momentos también de alegría; hemos compartido lo que tenemos. Hemos reciprocado causas, hemos defendido causas y esa solidaridad que en Cuba se traduce principalmente en el internacionalismo proletario, de llegar a lugares muy difíciles. Y ahí hemos sembrado las semillas del amor, de la solidaridad y eso es lo que nos toca, todos los días explicarle a la gente qué es Cuba, qué es la revolución cubana, en qué consiste nuestra lucha, por qué un pueblo lleva 63 años resistiendo a la hostilidad del imperio porque decidió ser libre, explicar que somos un modelo diferente al que nos quieren imponer y cómo hemos resistido.

Hemos avanzado hasta aquí. Hemos tenido dificultades en el camino, muchas, y en estos tiempos esas dificultades se han acrecentado, es verdad. Pero seguimos. Seguimos adelante luchando con nuestros propios esfuerzos y demostrando que sí se puede, y un poco eso es lo que estamos haciendo acá en Uruguay, hablando con muchos amigos y trayendo la esperanza de que sí podemos y de que seguiremos construyendo una sociedad de justicia social, que seguiremos venciendo los escollos que hoy tenemos y seguiremos enfrentando las situaciones que nos impone una política de máxima presión, en plena pandemia del imperialismo ejercido contra Cuba. Ellos dicen que lo ejercen contra el pueblo. Al final lo están haciendo contra la familia cubana, contra las personas que trabajan y que lo que quieren es convivir y hacerlo lo mejor posible en su país.

Pero Estados Unidos ha aplicado esa política de máxima presión, donde en plena pandemia se decidió aplicar 243 medidas que afectaban a los sectores más importantes de la economía cubana y los sectores que garantizaban la finanza para que el pueblo se desarrollara. Y además de esa política de máxima presión, pues nos incluyeron en una lista de países patrocinadores del terrorismo que, por supuesto, limita mucho las relaciones financieras, las relaciones comerciales y no solo Cuba, sino también de los países que quieren hacer negocios con Cuba o intercambiar económicamente con Cuba.

Estamos en un momento muy difícil, pero los cubanos seguimos resistiendo y estamos seguros de que vamos a lograr una vez más la victoria porque es lo que nos inculcó Fidel.

¿Ha tenido algún impacto la última contundente votación en contra del bloqueo en la ONU?

Es la 31 ocasión en que se volvió a votar, como dices, de manera contundente, y no pasa nada.

Ahora disfrutamos, se puede decir la palabra, de una iniciativa que desarrollaron amigos de toda Europa y de Estados Unidos: un tribunal internacional contra el bloqueo como una iniciativa estratégica del Parlamento Europeo, donde la solidaridad a dos semanas de haberse votado demostró, a partir de abogados, de jueces, de 24 testigos de toda Europa y de Estados Unidos, cómo la política va a seguir. Esa política de máxima presión obedece a que tiene que destruir la revolución e incluso, fíjate, nos aplicaron el artículo 3 y el artículo 2 de la ley Helms-Burton (ley de bloqueo a Cuba).

¿Y qué dice ese título 2? que nos quitarán el bloqueo cuando en Cuba se haya rendido la revolución, se haya rendido el partido y ellos pongan a un gobernador que responda a los intereses de Estados Unidos. Y cuando ese gobernador logre que el pueblo entero se pliegue a Estados Unidos es que ellos van a quitar el bloqueo; o sea, ni siquiera cuando se caiga la revolución lo van a quitar. Cuando todas sus exigencias estén cumplidas, cuando el pueblo completo está rendido a sus pies. Es un tema político y en eso estamos hace 63 años, y, por supuesto, el más castigado es el pueblo.

Ahora mismo tenemos situaciones complicadas de desabastecimiento, de falta de medicamentos, de falta de combustible; tenemos largas colas, tenemos situaciones complejas con la economía. Desde 1960 que decían: “Este es un pueblo que apoya su revolución. Así que sólo aplicando una política de máxima presión donde provoquemos el desabastecimiento, el hambre, la desigualdad salarial es que vamos a lograr que caiga la revolución”. Y así estamos desde hace muchos años y seguimos resistiendo y seguimos avanzando. Ahora nos hemos propuesto, con ese gran potencial que tenemos del profesional científico en el país y de gente muy preparada, de gente muy instruida, muchas metas, estamos aplicando muchas medidas gracias a las cuales estamos seguros de que vamos a salir de la situación que tenemos.

Es importante, además de lo que estamos haciendo los cubanos, que el mundo sepa que seguimos luchando y que esa solidaridad es más necesaria que nunca, porque Cuba nunca ha estado sola y es importante que en estos momentos donde más se necesitan los amigos, estén ahí, porque la solidaridad forma parte de nuestra vida.

¿Cuál ha sido la actitud de organismos internacionales, tanto del Tribunal de la Haya o la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

No se ha llevado a ninguno de esos organismos internacionales, porque el bloqueo lo constituyeron en ley al aprobarse por el Congreso de Estados Unidos y sólo el Congreso de Estados Unidos lo puede levantar. Incluso el presidente de Estados Unidos tiene algunas prerrogativas que, claro, lo varían, pero sólo son prerrogativas.

¿Cuál es la situación de los grupos extremistas dentro de Cuba?

Bueno, en este momento nuestro país es un país tranquilo, ese tipo de situaciones que se nos dieron en un momento no están ocurriendo.

También sabemos que no es el ciento por ciento de los cubanos por la revolución, no somos una sociedad homogénea en estos momentos, pero la principal causa es la situación; hay mucha gente que está desalentada. Por ejemplo, tenemos una situación con la inmigración, que se sigue estimulando la emigración insegura.

Estados Unidos u otros países tienen prerrogativas a los cubanos, a diferencia de otros emigrados, y eso también que altera el funcionamiento del país, porque en este momento en la política se ha aplicado hacia los jóvenes y los que fundamentalmente se están yendo son los jóvenes, son los profesionales formados por la revolución y, por supuesto, los que tienen que garantizar el futuro del país. Y eso se está atendiendo seriamente y estamos seguros de que lo vamos a revertir.

¿Se ha dado algún fenómeno de gente que se haya ido de Cuba y haya retornado?

Sí, se está dando ahora mismo. El fin de semana pasado se desarrolló en La Habana la cuarta Conferencia Nacional de Migración. Las tres primeras las desarrolló Fidel y hace 18 años que no se hacía. Se iba a hacer antes de la pandemia, pero no se pudo hacer.

El fin de semana pasado, en esa conferencia, el presidente y los ministros le dieron respuesta a muchas demandas que por muchos años se habían relacionado con el tratamiento que Cuba le daba a los emigrados y los derechos que ellos defendían.

Y fue muy alentador el evento porque se le dio respuesta a muchas situaciones y allí se corroboró que hay una inmigración que en su mayoría quiere ayudar al país, quiere participar en el desarrollo económico del país con propuestas importantísimas; propuestas que se van a tener en cuenta. Ya hay ejemplos de cubanos residentes en otros países que están invirtiendo, que están en varios proyectos apoyando la economía del país y también es bueno que están regresando al país.

En un momento regresaron muchos más, pero están regresando al país y están con estos proyectos económicos que hacen mucha falta en estos momentos.

¿Cuáles son las apuestas del Gobierno desde el punto de vista del proceso económico? ¿A qué ramas de actividad están apuntando?

Hay tres prioridades que se están trabajando en la economía y se está apostando todo lo que se tiene, incluyendo lo que pueda venir de afuera en inversión extranjera, en cooperación, en empresas mixtas.

Tienen que ver con la alimentación en la producción y también en todo lo que se puede importar en función de garantizar el mercado mayorista y minorista.

Se está cambiando la matriz energética, hay un programa de cambiar la matriz energética hasta el 2030.

Se están haciendo grandes inversiones en biotecnología, en la industria farmacéutica. Se están aplicando medidas que le llegan directamente al cubano para que el cubano pueda desarrollarse a partir de pequeñas, medianas y grandes empresas, que pueda fertilizar los programas fundamentales de la economía. Y hay un paquete importantísimo de medidas que, por supuesto, tienen sus limitaciones, porque, si no te entra al país todo el combustible que pudiera entrar, si no puedes hacer transacciones bancarias, si no puedes acceder a la tecnología que necesita la infraestructura, por supuesto que es más lento, pero está todo planteado.

Estamos seguros de que vamos a avanzar, porque se están firmando importantes acuerdos también con otros países y estamos seguros de que vamos a tener un resultado más temprano que tarde.

¿Cuál es el número de brigadas solidarias internacionales operativas en este momento?

12 de América latina, de Europa, tenemos también de Asia y de Estados Unidos.

¿Cuál es la imagen de Fidel para el cubano actual, sobre todo entre los más jóvenes?

Fidel es, para el cubano, un líder. Hay una generación (la mía) que decidió que es nuestro padre y se hace de todo por difundir su obra y por aprovechar todo su legado. El centro Fidel Castro se inauguró hace 2 años y atesora toda la vida y obra del comandante, y desde ahí se hacen importantes acciones, además de todo lo que hay estructurado en la educación, en la educación superior, la cultura, los medios de prensa; o sea, se trabaja la imagen de Fidel en las nuevas generaciones, no como una fotografía o como los discursos que dio o los mensajes, eso que repetimos mucho. En algunos momentos se trabaja su legado desde ese Fidel que podemos hacer cada uno de nosotros, construyendo y haciendo con nuestro país.

Y eso es complejo porque las nuevas generaciones, por ejemplo, los jóvenes que nacieron en el 2000, prácticamente no lo conocen, no lo escucharon, no disfrutaron sus discursos, no disfrutaron de sus enseñanzas y eso les llega por esta influencia que estoy explicando. Pero estoy segura de que como es tan puro, como es tan imprescindible su pensamiento y además tan atemperado a la realidad concreta y las necesidades del país, hay un respeto y se asimila y se necesita. Incluso nosotros hemos escuchado a muchos jóvenes diciendo: “Te necesitamos escuchar, Fidel”, por todo lo que les contamos, por lo que saben que ha pasado.

Nosotros tenemos, dentro y fuera de Cuba, muchos odiadores que son cubanos también, que por supuesto su discurso es desmontar todo eso. Pero te garantizo que la mayoría de los cubanos respetan mucho a Fidel y quieren aprender cada día de su legado.

¿Cuál es la apuesta de Cuba al G77?

Lograr impregnar de una integración para el bien de todos es el papel fundamental que tenemos y que podamos seguir trabajando sobre las desigualdades. Y que sigamos uniendo en la diversidad, que sigamos haciendo por los pueblos por encima de ideologías y por encima de conflictos y situaciones, y estamos apostando por la paz, también importante.

¿Qué perspectivas ha abierto el triunfo de Lula en Brasil, volviendo al BRICS y retomando la integración latinoamericana?

Nosotros tenemos unas excelentes relaciones con Lula; fuimos uno de los países que más luchó por su liberación; hicimos un gran movimiento popular en Cuba y con todos nuestros movimientos sociales en función de su liberación, porque creemos en él, porque creemos en su proyecto, en su proyecto de gobierno y las perspectivas son muchas porque ya comenzamos desde la Zona de Desarrollo Mariel y hay importantes acuerdos.

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