Marset es un títere de la DEA en Bolivia

Hugo Moldiz Mercado es un abogado, periodista, catedrático y político boliviano que ocupó el alto cargo de ministro de Gobierno de Bolivia desde el 23 de enero hasta el 25 de mayo de 2015, durante el tercer gobierno del presidente Evo Morales. Ha publicado el libro “Golpe de Estado en Bolivia. La soledad de Evo Morales”. Moldiz estuvo asilado en la Embajada de México en La Paz junto a Wilma Alanoca y Juan Ramón Quintana, los tres exministros de Morales, bajo acusaciones de “sedición” e “instigación al terrorismo”.

Desde el semanario boliviano La Época, Moldiz ha denunciado el rol de la DEA en particular en el caso del narcotraficante Sebastián Marset, utilizado por la agencia norteamericana para deslegitimar la capacidad del Gobierno de Luis Arce en el combate al narcotráfico.

Caras y Caretas habló en forma exclusiva para Uruguay con el periodista y exministro boliviano.

¿Usted está ocupando alguna responsabilidad política relacionada con el Gobierno?

Yo tengo una relación política con el Gobierno del presidente, así como la tuve en la última etapa después de ser ministro con el presidente Evo Morales, pero me dedico básicamente a la investigación, escribir libros, a mis actividades privadas, entre ellas (aunque no llevo la primera línea) en el semanario La Época que tiene más de 20 años de vida, o sea que, digamos, responsabilidad institucional, ninguna. Yo tengo esa relación política con Lucho(Luis Arce) como la tenía con Evo.

Tú vienes planteando que con respecto al tema Marset hay un manejo por parte de la DEA.

Yo creo que confluyen dos cosas y hay momentos en la historia donde las cosas confluyen y terminan provocando un resultado determinado. Por un lado, la existencia de un narcotraficante, porque esa es la verdad. Marset es un narcotraficante que opera principalmente en el envío de drogas, de cocaína hacia Europa, utilizando el Paraguay y el Uruguay; que se sepa, él no tiene ningún canal de exportación hacia los Estados Unidos, pero por el otro lado confluye una retoma de la ofensiva por parte de los Estados Unidos a través de agencias como la DEA, desde el inicio del Gobierno del presidente Arce.

¿Ustedes ya tenían indicios de esa presencia?

Los indicadores de esa presencia que están utilizando, además, en lo que se llama en inteligencia, medidas de contrainteligencia o medidas activas que es para hacerle hacer a unos lo que ellos quisieran hacer.

Por ejemplo, los audios de narco audio de WhatsApp. El canal que utilizaron fue un colaborador estrecho de la DEA, un coronel que le hace llegar a Evo Morales unos audios, que él al mismo tiempo los denuncia para decir que en el Gobierno había algunas autoridades protegiendo el narcotráfico.

El segundo es el caso del narco vuelo, un avión comercial de la línea aérea BOA (Boliviana de Aviación), que contrata un avión (ojo, no, no lo hace por primera vez), pero normalmente contrataba cada determinado tiempo un avión para la ruta Santa Cruz-Madrid y, en oportunidad en uno de esos vuelos (porque a efectos de mantenimiento BOA cada determinado periodo de manera regular alquilaba este avión), se utilizó por un determinado tiempo para ir en la ruta Santa Cruz-Madrid, Madrid-Santa Cruz para transportar casi media tonelada de la droga hacia España.

De la existencia de la salida de esta droga ya sabía la DEA por las investigaciones llevadas adelante, pero no se le dice nada al Gobierno boliviano; nada, absolutamente nada. Se espera que la droga llegue al aeropuerto de Navajas para proceder a su incautación y generar un golpe político inmediato contra el Gobierno del presidente Arce.

El tercer caso más grande es el de Marset. Está claro que Marset ingresa a Bolivia antes del gobierno del presidente Arce. Va realizando sus actividades normalmente hasta que, por cierto, se sabe que en realidad estaba vinculado a delitos de narcotráfico en Uruguay y Paraguay.

Mi hipótesis es que hay una combinación entre la cooptación de algún oficial, algún policía, algún funcionario, que es una práctica normal, además del narco con la propia DEA, para sacarlo a Marset de Bolivia garantizando prácticamente su traslado de Bolivia hasta el lugar donde está ahora, que uno deduce, antes de que se revelara por la entrevista (de Santo y Seña), que estaba un poco en la zona de la triple frontera.

Entonces, por un lado tenemos una DEA muy activa como la del operativo en España y una DEA encubierta (por supuesto, son trabajos encubiertos), que confluye con el hecho anterior de que hay un narcotraficante.

¿O sea que la DEA utiliza la imagen de Marset?

Por supuesto, se utiliza al narcotraficante para golpear al Gobierno de Bolivia. A mi juicio, el punto de negociación es la información que pueda prestar Marset y las declaraciones contra Del Castillo (Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno de Bolivia) y contra Bolivia son apenas la punta de un ovillo.

El papel que está jugando Marset, el libreto que tiene Marset es el de empañar la imagen del Gobierno del presidente Arce y no solamente de su ministro de Gobierno, no solamente la Policía, no solamente de la Fiscalía.

¿La DEA tiene actualmente oficinas en Bolivia?

No, la DEA no tiene oficinas en Bolivia. Fue expulsada en el 2008, pero la DEA nunca dejó de operar.

¿Ustedes vinculan a la DEA en el escenario de lo que fue el golpe de Estado contra Evo Morales?

La DEA y los servicios especiales, como se los llama, o servicio secreto norteamericano actúan sin necesidad de oficina. Lo hace la CIA, lo hace la DEA.

En el caso del golpe de Estado todo parece indicar que participaron la CIA en menor medida y en mayor medida la inteligencia militar norteamericana, vinculada al comando sur.

Quienes llegaron a Bolivia en setiembre aprovechando un encuentro empresarial en Santa Cruz (en el departamento más pujante de Bolivia) camuflados como empresarios, muchos de ellos detectados por la inteligencia militar boliviana, y otros llegaron, como se denunció también incluso desde la propia Argentina, camuflados dentro de los bomberos voluntarios.

Eso se denunció y luego se confirmó la participación del Gobierno de Macri, no solamente en el apoyo con armas y municiones al Gobierno de facto sino en la propia organización del golpe.

El 11 de mayo del año 2013 ingresan a Bolivia desde Panamá los agentes de la DEA Salvador Leyva y Edgar Fernando Fritz por el aeropuerto de Viru Viru en vuelo de Copa Sm 125 y salen del país el 18 de mayo, cuando nosotros denunciamos desde el semanario La Época su presencia y reunión con dos agentes de la CIA.

Se encuentran en la ciudad de Santa Cruz para empezar a elaborar el expediente contra Evo Morales.

¿Se puede afirmar que la DEA incluso colaboró en la fuga de Marset?

Yo creo que la DEA lo saca de Bolivia.

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(Hugo Moldiz)

Pero eso no implica que no haya casos de corrupción.

Las evidencias están ahí sobre la mesa. Objetivamente, yo creo que hay que diferenciar entre lo que es la cooptación de algunos elementos políticos, policiales y civiles por parte del narcotráfico del control de una institución, lo cual cuando existen los segundos podemos hablar de narco estado, que es cuando se ha llegado a un momento en el que el narcotráfico ya no solamente copta voluntades individuales, sino que además de eso ha logrado el control institucional, incluso en la creación de su propio aparato económico militar; hablo de fuerzas paramilitares como existían con Pablo Escobar o en el caso mexicano.

Eso hoy no pasa en Bolivia, no se ha llegado a eso, pero sí se ha logrado involucrar a policías, a fiscales.

¿Cuánto ha impactado en la imagen del Gobierno del presidente Arce?

El tema corrupción y el narcotráfico son dos ejes discursivos o narrativos que están presentes en Bolivia desde el año 2006, cuando Evo Morales asume la presidencia del país, y que han sido utilizados de manera sistemática, a veces con alta intensidad o a veces con baja intensidad. Esas dos mismas narrativas se están utilizando hoy contra el presidente Luis Arce, con un agravante que no había durante los 14 años del Gobierno de Evo Morales.

Necesitan pulverizar la imagen del MAS, de los movimientos sociales, las redes sociales que recuperaron la democracia después de un golpe de Estado, pero las críticas contra Luis Arce generan mayor efecto; es más fuerte el golpe que el que se utilizaba cuando se utilizaban esas dos matrices contra Evo Morales.

Hasta ahora las encuestas, sin embargo, ponen en evidencia que la preocupación de la gente es otra.

¿Qué tanto ocupa en la agenda el tema Marset en Bolivia?

Está, pero no está en la intensidad que se pensaba. No ha logrado, digamos, un gran efecto.