Uno está orgulloso, no de lo que uno dice, sino de lo que dicen los demás. Viene UNIT, evalúa nuestro servicio y dice: "Son todos servicios de calidad". Más de 10 servicios evaluados por la Unidad de Calidad. Viene AENOR, que es un evaluador español, y certifica la calidad. Viene el Ministerio de Salud Pública y evalúa la calidad. Después dirán otra cosa, pero el Ministerio de Salud Pública evaluó varios servicios en calidad.
Evalúan calidad y tenemos los certificados. Acá están todos los certificados. Entonces, una cosa es la leyenda urbana que se construye con la institución y otra la realidad de lo que hoy es. Es la mejor institución de Uruguay. Tanto es así que en poco tiempo vamos a trabajar para ser una de las mejores de América.
Por ejemplo, hace poco nos llegó de parte de una revista internacional lo siguiente: “Consideramos que la participación de Casmu en esta revista, reconocido por su excelencia médica y liderazgo en el sistema de salud uruguayo, enriquecería enormemente nuestra edición inaugural. En otros países, clínicas referentes como Clínica Alemana en Chile, Fundación Santa Fe, Colombia, Clínica Ricardo Palma, Perú, ya forman parte de esta comunidad médica, con visibilidad internacional”. Por supuesto, vamos a participar porque nos da una visibilidad internacional que nos interesa.
Después hay una leyenda urbana que dice que esto estaba mal, pero recuerdo lo que dijo la ministra (Karina) Rando cuando fue al Parlamento y dijo: “Vamos al Casmu a inspeccionar y, lamentablemente, encontramos todo bien”. Y así ha pasado con esa administración; vienen casi todos los días a controlar la puerta de Emergencia, por ejemplo. No encuentran nada porque está todo funcionando como tiene que funcionar, al mejor nivel.
Si el Casmu se cae, es como un castillo de naipes; se cae todo porque se pierde la confianza de los proveedores Si el Casmu se cae, es como un castillo de naipes; se cae todo porque se pierde la confianza de los proveedores
En Casmu los médicos entran por concurso; no digo que sean los mejores, pero seguramente sí lo son, porque entran por concurso y toda su carrera la hacen por concurso. Entonces, tenemos los mejores médicos, la mejor tecnología. Casmu no tenía resonador. Hoy tenemos un tomógrafo de 128 cortes, dos resonadores y un angiógrafo que es de los mejores del mundo. Hoy Casmu tiene una sala híbrida; no hay en América del Sur una sala híbrida. ¿Qué significa? Es una sala donde se está interviniendo, se está haciendo un estudio, y el que hace el estudio encuentra que hay una patología que debe ser de intervención al momento, entonces se transforma en block quirúrgico y ahí ya empiezan a operar. Pero si no es así, si es una patología crónica, la sala híbrida sirve para que, cuando nos están operando, se va al resonador, se hace la resonancia, y el médico mira si está el procedimiento bien efectuado. Todo se resuelve en el momento.
El neurocirujano es el doctor Álvaro Córdoba, presidente de la Federación Internacional de Neuroendoscopía. Trabaja en Casmu, en Uruguay. Además, es un gran artista, toca la guitarra y va por el mundo con su arte y nos dice: “Jamás operé en mi vida en una sala así en Uruguay”. Se operó en simultáneo con el Instituto Burdenko de Moscú, por el acuerdo de colaboración que tenemos con esa prestigiosa institución, es decir, estaban operando y el Instituto Burdenko estaba conectado trabajando en la intervención. Tenemos un convenio con el Instituto, firmado por el ministro de Salud de Rusia, como tenemos convenio con los principales hospitales de Costa Rica y las universidades de San Diego, Chicago, Filadelfia. Es decir, Casmu ha cambiado los niveles y perfiles de lo que es la salud en este país.
Quizás no supimos transmitirlo y ahí está el error. Pero hay que imaginar que están operando y además están conectados los mejores del mundo, porque en neurocirugía el Instituto ruso es el número uno del mundo, y está conectado viendo la intervención y participando con nuestro neurocirujano y todo el equipo. Eso solo pasa en Casmu.
Intervenido
Pero es una institución intervenida, ¿cómo se viene manejando eso?
-Hemos logrado sobrevivir a todo lo que se nos quiso imponer, a las denuncias en Fiscalía… El gobierno anterior mandó denuncias a Fiscalía, ¿y qué dijo la Fiscalía? Devolvió el expediente porque nada había; puede haber errores administrativos, por supuesto, nadie es perfecto. Yo no digo que el Casmu sea perfecto. No, no es perfecto, tenemos mucho para hacer; si fuera perfecto, yo me iría. Tenemos mucho para hacer y más en lo administrativo. Para eso contratamos un sistema alemán que se llama SAP. Para que todo lo económico-financiero sea exactamente controlado. Ya no se hace en papel, libro, planilla Excel. No. Ahora se ingresan los contratos; el robot es el que tiene el contrato, entran las facturas, él verifica que esté de acuerdo, las avala o no y después recién se paga. Hoy todo pasa por nuestro sistema. Lo pusimos justamente para dar transparencia a la empresa.
No lo pusimos ahora, lo pusimos ni bien habíamos subido en 2021. Dos años después de asumir decidimos que ese era el programa alemán que hoy usan las principales empresas. La propia Intendencia de Montevideo, Coca-Cola y otras empresas de altísimo nivel en el mundo. Es el sistema que a nosotros nos da tranquilidad para darle transparencia a la empresa.
La empresa (Casmu) nace en 2009 tras la separación del Sindicato Médico del Uruguay, con un patrimonio negativo de 100 millones de dólares. ¿Por qué? Por la mala administración que el SMU hizo. Como todos, tenemos nuestros lugares buenos y oscuros; el Sindicato Médico tuvo la gran habilidad de crear el Casmu y, en los últimos años, de 2000 a 2009, tuvo la habilidad de destruirlo. Y llevarlo a la gran crisis de 2009. Ahí el presidente Tabaré Vázquez incidió para que Casmu pudiera existir. ¿Cómo puede hacer una empresa con 100 millones de dólares de patrimonio negativo? Nace de la voluntad política. Esa voluntad política crea el Fondo de Garantía. Nunca ningún gobierno le dio un peso al Casmu. La leyenda urbana dice: “Porque yo pongo plata de la población en el Casmu”. Yo no pongo nada, no mientan, pongo una garantía. Y para poner la garantía, ¿sabe lo que da el Casmu? Todas sus 40 propiedades, todo eso está ahí. Todo eso está a disposición de esa garantía. El Estado pone garantía, pero queda tranquilo porque este sanatorio está hipotecado para esa garantía. El otro sanatorio, todas las policlínicas, todos los inmuebles, todo está hipotecado por cubrir esa garantía. El Estado no pone nada; es una leyenda que construyeron para tratar de destruir a la empresa en el gobierno anterior. Los gobiernos ponen la garantía, de acuerdo a la ley, y después un fideicomiso o un banco presta el dinero y nosotros cedemos además Fonasa. Lo que nos paga el Estado lo cedemos para pagar el crédito. Casmu siempre fue un buen pagador. Terminamos el año pasado, en setiembre, de pagar el primer préstamo del primer fideicomiso que se nos dio después del Gobierno de Tabaré Vázquez, y el segundo lo terminamos en mayo. El tercero lo pagamos en 2027. Nunca nos atrasamos ni un día, siempre pagamos. No hay nadie, ni un banco o un fideicomiso, que pueda decir: "Casmu falta su palabra". De ninguna manera. Casmu pagó religiosamente, además de dar una gran atención de salud, además de hacer todas las obras, además de invertir en tecnología; siempre pagó, y los sueldos los paga el quinto día hábil.
¿Una institución sin conflicto?
-Bueno, el conflicto siempre está. Y en eso estamos tranquilos porque todos están cobrando en tiempo y forma y se les paga lo que corresponde, se pagan los laudos. Acá se paga como manda el Ministerio de Trabajo y los convenios firmados por el grupo salud. Algunos hasta cobran por encima.
Pero volviendo a la fundación, los primeros seis o siete años a Casmu le dieron 120 millones de dólares en fideicomiso. Uno dice 120 millones en cinco años. ¿Cuánta plata? ¿Sabe cuánto factura Casmu todos los meses? 28 millones de dólares. Si yo voy al banco y pido un crédito al consumo, son seis meses de sueldo. Eso es lo que le dan a uno cuando va al banco. Si voy y pido por lo que entra al Casmu, me tendrían que dar 28 millones por seis. No es tanto. Si miramos el volumen de la empresa que paga 330 millones de pesos de salario líquido por mes, 150 millones al BPS, 50 millones de dólares que nos dieron ahora, no existe considerando ese volumen de facturación. Además, quienes estaban interesados en generar dificultades, también decían: "Le vamos a dar todo esto porque la vamos a salvar". Y eso era un poquito más que agua en un momento de sed, pero nada más. No era un litro de agua, era un vasito. Porque esta empresa requiere mucha inversión, porque el mundo evoluciona rápido y lo que no evoluciona rápido es la cápita Fonasa, que está planchada, y le pasa a todas las instituciones, no solo al Casmu. Eso nos impide seguir avanzando en tecnología, ¿o queremos tener salud para el tercer mundo? ¿No queremos tener salud de primera para los uruguayos? ¿O queremos que se vayan del país a atenderse cuando tenemos los mejores médicos? No digo solo el Casmu, otras instituciones también. ¿Queremos que se vayan los uruguayos? No, si nosotros podemos dar la atención. Ahora, nada es gratis, y menos la salud. La salud es muy cara. Entonces, si uno quiere dar salud, sabe que tiene que invertir. Por eso la cápita Fonasa tiene que ser replanteada. Y para eso todas las instituciones están reclamando; no solo el Casmu, todas las instituciones reclaman revisión.
En Casmu los médicos entran por concurso; no digo que sean los mejores, pero seguramente sí lo son. Porque entran por concurso y toda su carrera la hacen por concurso En Casmu los médicos entran por concurso; no digo que sean los mejores, pero seguramente sí lo son. Porque entran por concurso y toda su carrera la hacen por concurso
Pero volviendo hacia atrás: recibimos en esos años 120 millones de dólares. ¿Usted cree que alguien le planteó en ese periodo de gobierno, que también era del Frente Amplio, al Casmu que hiciera una reestructura? Nadie. No hubo ninguna reestructura ni se planteó ninguna. Ni se controló la plata. En el caso nuestro se controló con veedores en varias oportunidades, con los interventores. Se dijo para qué se iba a usar y cómo se iba a usar.
Si a mí sí me prestan la plata, podría tener que usarla en lo que yo quisiera. No fue así. Nosotros tuvimos que decir a los interventores, con los veedores: "Vamos a comprar tanta azúcar, vamos a comprar tanto sucaryl". Al Banco República, que fue el que nos prestó, no fue un fideicomiso, le mandamos la factura del azúcar y del sucaryl y el Banco República les paga; no entra la plata del Casmu. Digo para todos los que hablan por ahí de manejos. No hay ningún manejo; la plata ni entró al Casmu, entraron las facturas de lo que se acordó con los interventores en qué se invertir y a quiénes se les iba a pagar con ese dinero, y cuando nos pusimos de acuerdo con los interventores, la factura fue al Banco República y éste pagó. Pero al Casmu no entró nada. Pero igual es como si hubiese entrado; se pagaron deudas de la institución, pero quiero decir: no entró al manejo de este presidente ni de los contadores.
A pesar de eso, y a pesar de todas las situaciones que lamentablemente vivimos, y que se prorroga la intervención, nosotros tenemos absoluta tranquilidad de conciencia. La tuvimos cuando se mandaron denuncias a Fiscalía. El otro gobierno sabía que a nosotros la Fiscalía nos había dicho que no había nada; sin embargo, cuando la Fiscalía lo dijo, no salieron los de la prensa a decir "nos equivocamos". Con absoluta tranquilidad seguimos para adelante; vamos a tener un proceso electoral ahora el 17 de setiembre, un proceso totalmente transparente en que nos presentamos dos listas. Vamos a tener esas elecciones y veremos qué es lo que pasa; confiamos en que todo va a andar bien y que la gente va a ratificar el trabajo que hicimos médicos, funcionarios, usuarios que no se fueron. Porque, además, el gobierno anterior intervino la institución y no cerró el padrón. Normalmente, cuando se cierra, se interviene para ayudarla, no para hundirla. Ahora sí lo deja abierto; si la gente no confía, se va. Bueno, 3.000 socios del Casmu no confiaron y se fueron. Pero la gran mayoría se quedó porque confió y el gobierno anterior, que esperaba que la gente se fuera en corrida, no tuvo suerte; la gente no se fue y acá sigue, y acá va a seguir el Casmu, que ya tiene 90 años. Vamos a festejar los 100, los 120. El Casmu va a seguir adelante y va a seguir en las condiciones que hoy sigue, siendo la mejor institución.
Hoy tenemos un centro de operación, de intervención y de intervencionismo de cabeza y cuello. Es único y fue reconocido por el Ministerio de Salud Pública; es un IMAE. Tenemos varios IMAE en traumatología, en cardiología, tenemos IMAE en nefrología que es único. Tiene un modelo de filtración, con lo cual los pacientes salen mucho mejor, sin las debilidades musculares y las dificultades que les quedaban a los pacientes en diálisis. En diálisis aguda tenemos un dispositivo cardiorrenal de primer nivel y único en Uruguay. Es decir, Casmu ha hecho inversiones en tecnología, en infraestructura y en calidad. Tenemos toda la parte de educación. Casmu, para trabajar en calidad, hace investigación. Es la única institución privada de este país que investiga. Investigamos junto con el Clemente Estable, con el Instituto Pasteur y con los principales laboratorios del mundo y con universidades. Hoy estamos haciendo investigación con Pfizer y vamos a hacer una investigación con Siemens. Está todo publicado y en las principales revistas.
¿Liquidar al Casmu?
En base a lo que me ha dicho, ¿hubo intención de hundir al Casmu?
-No tengo pruebas, pero lo que viví me da para pensar que sí. Me da para pensar que en la Torre Ejecutiva en aquel momento, y digo la Torre Ejecutiva para no involucrar todo un partido, por supuesto que sí. Porque si no, no se iba a generar esa situación. ¿Por qué no se intervino el Casmu en la peor crisis? ¿Por qué Tabaré Vázquez no lo intervino cuando acá se debían seis meses de salario de los médicos y tres de los funcionarios? Tabaré no intervino y el Casmu siguió adelante. ¿Qué necesidad había de intervenir cuando el Casmu está pagando en fecha? Que lo único que necesitaba era un préstamo y para enfrentar el préstamo lo que necesitaba era la garantía que está dada por ley. ¿Para qué? Que me expliquen por qué el Estado se manejó de maneras diferentes. ¿Cuál es la razón? Con todo lo que hay a la vista, porque esto no está escondido. Nuestros usuarios entran y lo ven. Es decir, no es que yo esté inventando; esto es lo que se ve ahora, y además lo que hay debajo de cables, de sanitaria, de todo lo que tiene que haber para que esto funcione, que no se ve, pero que es plata; está ahí. Acá ha habido, desde que estoy yo, tres veedores. Revisaron todo. Mandaron tres más, revisaron todo, nunca pasó nada. Después vinieron los interventores, tres interventores, hicieron lo que hicieron, nos mandaron a Fiscalía, nada. Vinieron otros tres interventores. Se fueron, nada. Y ahora tengo tres nuevos. Ahora, explíquenme por qué el Casmu tiene que pagar 100 mil pesos por mes al interventor, cuando en ningún momento se encontró nada.
En estos 90 años el Casmu pasó por muchas vicisitudes, pero una de las cosas más visibles fue durante la pandemia. ¿Sin el Casmu hubiera sido distinta la situación?
-Nosotros fuimos al Greg Mortimer, le propusimos al ministro (Daniel) Salinas que estábamos dispuestos a ir, primera cosa. Es un ícono, como ganar el Mundial del (19)50. Fuimos, trajimos a los pasajeros y después, más adelante, trajimos a los trabajadores, que nadie los traía. Después vimos que se venía por las casas de salud; iba a afectar como estaba pasando en España, en Canadá, en Italia, iba a entrar por las casas de salud la pandemia. Llamamos un domingo al mediodía a Álvaro Delgado, el secretario de la Presidencia, y le dijimos: “Álvaro, nosotros creemos que hay que cambiar la estrategia de atención en las casas de salud para evitar que el virus se propague; tenemos que hacer que en la casa de salud, en que hay 30 personas de distintas instituciones, no vaya al médico de cada una, solo una institución se encarga de esa casa de salud, no importa si es un socio; es la manera de que no esté circulando gente continuamente”. Me dice: “Ah, bueno, buena idea. Te llamo después”. Habló con el Mides y a las 17 me llama. “¿Estás dispuesto a apoyar?”. Sí, claro, por eso propusimos la idea. ¿Cuántas casas de salud atendimos? 90 y pico. ¿Cuánta plata nos dio el gobierno? Cero. Fuimos los que atendimos más casas de salud para cuidar la población, no solo de las casas de salud, la población general, para que el virus no se expandiera. Cuando vino el empuje al otro año, las camas CTI no alcanzaban en este país. Se decía que la continencia del sistema estaba atada por la cantidad de camas CTI disponibles. Nosotros pasamos, en 10 horas, de 35 a 90. Si Casmu no hubiese hecho eso, en 10 horas donde se sumaron anestesistas, internistas, es decir, sin adhesión de la gente, el sistema se hubiera desbordado. En 10 horas triplicamos las camas de CTI. ¿Qué institución puede hacer eso? Ninguna, solo Casmu.
Es la única institución privada que investiga; lo hacemos con el Clemente Estable, con el Instituto Pasteur y con los principales laboratorios del mundo Es la única institución privada que investiga; lo hacemos con el Clemente Estable, con el Instituto Pasteur y con los principales laboratorios del mundo
Y con eso ayudamos a paliar la pandemia y atender a todos los uruguayos: las clases más pudientes que vinieron a atenderse acá y los más pobres de ASSE, que también vinieron a atenderse acá. Es decir, les dimos atención a todos y a los socios de Casmu, que nunca tuvieron problema para atenderse si tenían covid, porque teníamos igual dos sanatorios, un sanatorio covid y un sanatorio no covid, porque las otras patologías siguen existiendo, en menor cantidad, pero siguieron y fueron atendidas. Hicimos toda una inversión para poder hacer eso. ¿Cuánto nos dio el gobierno? No al Casmu, a todas las instituciones. Fuimos a la guerra, el Ejército fue a la guerra y no le dieron para una bala. Cero pesos. Sin embargo, dice que fuimos muy ineficientes y de ahí viene la intervención. Otras empresas de salud tuvieron grandísimas ganancias porque, como no tienen sanatorio, solo internaban a los pacientes cuando se enfermaban; tuvieron ganancias millonarias, mientras que instituciones como la mía, como otras del mismo nivel, tuvimos que enfrentar esa situación. Otras que no tuvieron que enfrentarlas ganaron muchísimo dinero y siguen ganando muchísimo dinero. A nuestra institución, que atiende como atiende, que tiene los sanatorios que tiene, que tiene el personal que tiene, que tantos médicos por cama, tantos enfermeros, tantos nutricionistas, licenciadas, etcétera, todo, se nos exige y luego viene la intervención. Y hay otros que se llenan.
¿Cómo ve las perspectivas? ¿Cómo ve el tiempo que viene?
-Nosotros tenemos en este momento una dificultad financiera que se arrastra por esa gran deuda que hemos bajado en 55 millones de dólares. Hoy el patrimonio es de 45 millones de dólares. En el periodo nuestro, de seis años, llevamos 30 millones; quiere decir que algo bien debemos haber hecho. Necesitamos que ASSE se ponga al día con la deuda. Nos debe 600 millones de pesos y con eso nosotros resolvemos el tema financiero y no necesitamos interventores. Tenemos los mejores contadores, los mejores estudios de abogados y los mejores estudios jurídicos acá. Nada se hace si no pasa por los abogados. No hay un contrato que se haga si los abogados no lo vieron y firmaron que están de acuerdo, si los contadores no estudiaron la situación y me dicen “estoy de acuerdo”; nada se firma acá si no pasa por ahí. Entonces, ¿qué es lo que necesitamos? Que el gobierno se ponga al día con el dinero.
Casmu va a seguir para adelante porque los pacientes así lo dicen. Este mes revertimos esa curva que nos generó esa leyenda urbana que nos llevó a la intervención. Este mes logramos ya ganar 46 socios; no es mucho, pero revertimos la curva. El avión empezó a levantar vuelo de nuevo. Revertimos la curva, seguimos facturando.
Casmu es una corporación, porque no solo tiene los socios Fonasa, tiene un sistema previsional, tiene la 1727, tiene Medis Group, tiene venta de servicios, es decir, hoy es una corporación. Es una potencia que va a ir hacia adelante. Tenemos Integramas. ¿Qué institución promueve que a los pacientes de la diversidad sexual se los atienda como se hace acá en una clínica especial? Solo en Casmu. Los pacientes con enfermedad celíaca, ¿dónde se atienden? Solo en Casmu. Los pacientes con tumores pancreáticos son atendidos en equipo solo en Casmu. No es que yo esté orgulloso; sí estoy orgulloso de este hijo, pero es que las cosas están hechas. No las hice yo, porque yo soy médico de familia. Lo hicieron cada uno de los jefes y médicos que vinieron acá y me dijeron: "Raúl, hay que hacer esto", y bueno, vamos a hacerlo, les di para adelante.
Eso es parte de egoísmo apropiado; yo soy socio de Casmu. Cuando yo me retire, quiero dejar la institución que atienda bien y me atienda bien a mí. Entonces, quiero que mis hijas sean bien atendidas. Les cuento historia familiar porque es importante saber por qué también la adhesión a la institución. Mi padre, a los 18 años, era socio de esta institución por el convenio con Conaprole, en 1940, quiere decir, y no lo puedo demostrar, que mi abuelo era socio de Casmu, porque él era el que trabajaba en Conaprole. Mi madre murió acá, porque era socia. Yo, de niño, fui intervenido. De bebé, me salvaron la vida acá en Casmu. Y mis hijas nacieron acá. Y siguen siendo socias. Por eso uno es hincha de Casmu, se siente la camiseta del Casmu. El día antes de que el presidente de la República, Lacalle Pou, dijera lo que iba a hacer con Casmu —”me doy plazo hasta el viernes para decir lo que voy a hacer con el Casmu”—, lo recuerdo, yo con total tranquilidad di el jueves de noche una conferencia junto con otros actores de la salud y con la tranquilidad de haber cumplido, la tranquilidad de que acá no iba a aparecer nada. No había nada para ocultar.
Si el Casmu se cae, es como un castillo de naipes; se cae todo porque se pierde la confianza de los proveedores. “Teníamos esa relación con el Casmu y el Casmu se cayó, ¿qué pasará con nosotros? ¿Qué pasará con la otra?”. Entonces se van del sistema de salud. Por eso al Casmu hay que cuidarlo. Y nosotros lo estamos cuidando.