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Sociedad

El colectivo brinda clases de apoyo a estudiantes

Gurises MPP: un proyecto que «trasciende banderas partidarias»

El proyecto de apoyo gratuito para estudiantes que deben rendir exámenes y no pueden costear clases particulares va por su tercer año consecutivo, la cantidad de asistentes va en ascenso y los porcentajes de aprobación anual siempre resultan positivos. Sin embargo, esta iniciativa solidaria recibió duras críticas por parte de la senadora nacionalista y docente Graciela Bianchi.

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Desde hace tres años un grupo de militantes y voluntarios brindan un programa de apoyo a estudiantes que deben rendir exámenes y no pueden costear clases particulares. Prepararon a más de 3.000 jóvenes en 4.000 exámenes de educación media y técnica desde su inicio, en 2018. La iniciativa surgió entre jóvenes del Movimiento de Participación Popular (MPP), quienes explicaron que detrás de la iniciativa no existe un trasfondo político partidario, sino que se trata de un espacio abierto a estudiantes y voluntarios, independientemente de su ideología o sector.

En el primer año que se realizó la experiencia, diciembre de 2018, se anotaron 500 estudiantes para preparar los exámenes de diciembre y para el periodo de febrero ya eran mil. En aquel momento Julieta Sierra y Melody Caballero, militantes que participaban del programa, le contaron a Caras y Caretas que la iniciativa de ayudar a estudiantes a salvar materias se inspiró en un discurso de José Pepe Mujica que tuvo lugar en noviembre del año 2018 en el club Platense. Estas jóvenes militantes y otras personas presentes se sintieron interpeladas por aquel discurso en que Pepe destacó de la importancia de la educación y decidieron realizar algún aporte en este sentido. “Cuando estábamos en la organización de aquel acto, varios compañeros se encontraban preparando exámenes y otros compañeros, que eran egresados o estudiantes avanzados de alguna carrera de Udelar, comenzaron a darles una mano, pero en la interna de nuestro sector. Luego del acto, nos pusimos a pensar como podíamos aportar algo a la educación y se nos ocurrió que, así como nuestros compañeros, podía haber varios gurises que necesitaran ayuda para salvar alguna materia. Y así decidimos hacer una convocatoria abierta a través de las redes para ver si se arrimaba alguien más”, contaron.

 

Al firme

En diálogo con este medio, Analía Scapino, militante y voluntaria de matemáticas, recordó que inicialmente las clases surgieron como “un apoyo entre pares” y que luego decidieron “abrir la cancha” y lanzar una convocatoria para hacer un proyecto más elaborado y de mayor alcance. “En aquel momento tuvimos 500 inscriptos, que era algo que no nos esperábamos. Desde entonces no hemos parado, estuvimos al firme en todos los períodos de examen”. Cuatro años después, el programa de apoyo continúa funcionando y la nómina de estudiantes sigue creciendo. “Tenemos clases de todas las materias de secundaria, de primero a sexto y las más convencionales de UTU. A veces vienen estudiantes a pedir ayuda con materias de UTU muy específicas, de las que no habíamos escuchado nunca, y tratamos de conseguir un voluntario de algo relacionado que pueda dar el apoyo”.

Con respecto a la dinámica de clases, la voluntaria contó que hay de clases “casi todo el día, desde las 8 y hasta 21 horas”.

Debido al importante flujo de estudiantes, comenzaron a dar clases en otros locales como el de Cadesyc y La Huella, que les ceden para la preparación de aquellas materias más masivas como matemática y física. “Vienen adolescentes de todas partes de Montevideo y Canelones, y también adultos. Tenemos estudiantes desde 12 años hasta mayores de 50 que se animan a terminar esas materias que les quedaron del liceo”.

Al evaluar la evolución que tuvo el programa en los últimos años, valoró que se ha logrado descentralizar las clases en diferentes zonas de Montevideo y en otros departamentos. “Se han dado clases en el oeste de Montevideo, en Sayago, así como en los departamentos de Colonia, Florida, Salto, Lavalleja y Cerro Largo. Esto es algo muy importante porque hay montón de gurises en interior que necesitan el apoyo y no tienen posibilidades de venir a Montevideo”.

Otro de los avances importantes para el programa fue implementar la virtualidad. “Esta modalidad nos permitió hacer el camino más equitativo. Cuando llegó la pandemia teníamos un período de clases armado y nos tuvimos que reinventar. Esa situación nos desestabilizó bastante y nos obligó a buscar otras maneras, ya que no podíamos cancelar el período y dejar a los chiquilines en banda. Así que comenzamos a dar las clases por Zoom, lo que a la vez nos ayudó a elaborar una biblioteca audiovisual con ejemplos de exámenes, repartidos, teóricos, clases grabadas, videos de ejercicios y eso sirvió para que el material llegara a más estudiantes del interior, de departamentos donde no se habían podido descentralizar las clases. Al día de hoy mantenemos ambas modalidades”.

 

Otros intereses

Consultada sobre la motivación de este proyecto, la militante expresó: “La idea principal es brindar apoyo en la preparación de exámenes a estudiantes que no pueden acceder a profesores particulares para preparar las materias pendientes y, por este motivo, van quedando por el camino en el sistema educativo. Entendemos que esta iniciativa es una excelente manera de contribuir a hacer el camino más justo para que la educación esté al alcance de todos. A pesar de las mejoras del sistema educativo siguen quedando un montón de adolescentes que no pueden terminar el liceo y consideramos que nosotros, en su mayoría estudiantes universitarios o de Instituto de Profesores Artigas, tenemos las herramientas para poder brindarles apoyo”.

Scapino aclaró que el proyecto no tiene nada que ver con una academia de clases particulares, sino que se trata de un grupo de jóvenes que se juntar para “tratar de dar una mano”.

La voluntaria de matemáticas aseguró que este programa implica “mucho más que una clase de apoyo”. “Que salven los exámenes es importante, pero hay otras dinámicas en torno al programa que también los son. Se genera una síntesis colectiva y solidaria que es inexplicable. Por otro lado, el proceso de apropiación que han tenido los mismos estudiantes que participan es muy fuerte: un montón que empezaron siendo estudiantes actualmente están dándole clases a otros. Eso para nosotros es un orgullo, ver que la solidaridad se contagia y que vienen a preparar un examen y después se sienten confiados y con la necesidad de devolver lo que recibieron”.

De acuerdo a su experiencia personal, Scapino dijo que lo más gratificante que le dejó esta experiencia es ver el agradecimiento, satisfacción y felicidad de los y las estudiantes cuando salvan las materias. “Recibimos mensajes hermosísimos. Me acuerdo siempre de una madre que pasaba todo el día acá con su hija, que preparó varias materias, y que cuando salvó le mandó un mensaje a su profe que decía ‘muchas gracias por devolvernos la confianza’. Esos mensajes, son el mejor regalo que tiene este proyecto”.

 

“Adoctrinamiento” no aprobado

En pleno período de preparación de exámenes, el proyecto solidario debió enfrentar duras críticas por parte de la senadora nacionalista Graciela Bianchi, quien días atrás tildó de “gravísima” la situación ocasionada a partir de los programas de apoyo para exámenes a estudiantes de UTU y liceales que lleva adelante Gurises MPP. También cuestionó otros programas similares, como el de apoyo escolar de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida y del Sunca. Según declaraciones de Bianchi ante la prensa, estas clases de apoyo son programas de “adoctrinamiento”, que, a su entender, violan la laicidad. Por este motivo, le solicitó al Codicen que tomara medidas. “Si la calidad de la educación pública es buena, no se necesitan clases particulares”, expresó la senadora. “Para eso tenemos las tutorías y las escuelas o liceos de tiempo completo o de extensión de tiempo pedagógico”, y opinó que es responsabilidad del Estado.

Las intenciones de Bianchi de desmantelar el proyecto de clases de apoyo quedaron frustradas cuando el Presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, declaró que el organismo que preside no tiene potestad para ejercer el tipo de controles que pidió la senadora nacionalista sobre un grupo de personas que ayudan a estudiantes a preparar exámenes.

Sobre esta polémica, la vocera de Gurises MPP aseguró que en este proyecto no existe ningún redito político. “Nosotros entendemos que cualquier persona que llega a las puertas de este lugar o nos escribe es porque necesita el apoyo. No se le pregunta a nadie de qué contexto viene y a qué identidad partidaria pertenece, ni a los estudiantes ni a los voluntarios”. Con respecto a las personas que brindan clases de apoyo, aseguró que también “está abierto a todo el mundo y que siempre son bienvenidos y necesarios”. Y aclaró: “La mayoría de las personas voluntarias que dan clases no tienen ninguna vinculación a la militancia ni a la organización del MPP. Es gente con conocimiento de determinada materia que se acerca a dar una mano porque entiende la causa. Incluso hay muchos que vienen de otras identidades y lo sabemos porque ellos mismos no cuentan. Eso para nosotros es algo tremendo y demuestra con hechos que el proyecto trasciende banderas partidarias”.

Scapino reconoció que “hay mucha gente que no puede entender cuál es nuestra retribución con el proyecto”, por lo cual se ha preferido especular que existen “otros intereses”. “Intereses tenemos un montón, pero son solidarios. Nos interesa que los estudiantes puedan salvar las materias que sigan estudiando y que el camino sea más justo para todos”, remarcó.

Las declaraciones de Graciela Bianchi fueron recibidas sin mucha preocupación por un equipo voluntario que está concentrado en el periodo de exámenes de febrero. “No es la primera vez que ella [Bianchi] habla sobre este proyecto de clases, ya ha hecho tuits en el pasado y nunca nos pareció que ameritaba una contestación. Lo único que tenemos para decirle es que si está preocupada por la situación de las clases de apoyo, las puertas están totalmente abiertas y la invitamos cuando guste a darse una vuelta. Entendemos que ella también es docente así que será más que bienvenida a dar una mano o a presenciar una clase para que vea que acá se preparan exámenes. No se hace política partidaria”.

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