Considerado como el político laborista más influyente de las últimas décadas, Tony Blair, quien fuera primer ministro del Reino Unido entre 1997 y 2007 y líder del Partido Laborista entre 1994 y 2007, ha concedido una entrevista al diario El País Global, de España.
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Abocado a trabajos de asesorías para empresas en el rubro energético y financiero, así como, a dirigir el Instituto para el Cambio Global, que fundara hace varios años, el ex primer ministro suele mantener sistemáticos intercambios con varios medios de prensa europeos.
En este sentido, la entrevista sostenida con el periodista Rafa de Miguel de El País Global, es una pequeña muestra de este tipo de intercambios.
Es también, una interesante mirada de quien sin dudas es un experto, a la situación en Gran Bretaña, sus relaciones con la Unión Europea y los posicionamientos con relación al tema vacunas.
Consultado en relación a sus valoraciones sobre las relaciones de Gran Bretaña con la Unión Europea, el ex primer ministro británico dijo:
“Me resulta mucho más interesante señalar qué ha perdido la UE sin nosotros. Si el Reino Unido aún formara parte de la Unión, nunca habríamos contemplado esa situación en la que se ha arrebatado a los Estados miembros el control de la adquisición de vacunas”.
Para Blair que la Comisión Europea asumiera la contratación y distribución de los fármacos, para evitar una competición entre los Estados, “no fue una decisión sensata”.
“Con un asunto de tal importancia, necesitas que el control esté en manos de un grupo de personas con dedicación exclusiva. Al final, todo esto ha supuesto que la Unión Europea (UE) lleve un retraso de unas 10 semanas en el programa de vacunación, aunque estoy seguro de que tarde o temprano se solucionará”, declaró.
La perspectiva de análisis de Blair, resalta el periodista español, no es triunfalista, sino práctica, ello explica que afirmara: “ya se pueden imaginar que todos los defensores del Brexit han celebrado este contraste como una victoria. Y yo les recuerdo que, en el pasado, la UE ha hecho muchas veces las cosas mejor que el Reino Unido, y a la inversa”.
Respecto a la estrategia del actual gobierno británico con relación al tema pandemia y vacunas, señaló: “que el Gobierno de Johnson ha hecho bien su estrategia de vacunación es un hecho constatable. Pero la clave ha estado en dejar que un grupo reducido de personas actuara. Los Gobiernos son los más capacitados para establecer una estrategia, pero no suelen ser los más indicados para desarrollarla. Nuestros sistemas son muy burocráticos y muy reacios a asumir riesgos”, expresó.
Con relación, a las estrategias asumidas por los diferentes países, respecto a la pandemia y el accionar de los mismos para minimizar daños y revertir las situaciones que ella ha dejado en diferentes áreas de la vida social y económica, Blair puso énfasis en la importancia de planificar pensando en el futuro.
“Hasta el momento, los países han intentado protegerse a sí mismos, y es perfectamente comprensible por el modo en que se ha desarrollado esta pandemia. Pero lo cierto es que hace un año ya conocíamos cuál era su gravedad. La lección que debemos aprender es que la cooperación global es necesaria, al mismo tiempo que cada país protege su interés nacional. Será el único modo de hacer más breves las pandemias futuras” afirmó.
En el plano económico, la valoración de las reacciones de los gobiernos, es evaluada por el ex primer ministro británico, en los términos siguientes:
“La mayoría de los Gobiernos occidentales han apostado a que no importa que la deuda crezca, a que el peligro de la inflación ha desaparecido y a que los tipos de interés seguirán siendo muy bajos. La pregunta fundamental que hay que hacerse es si todas estas presunciones resistirán, porque si no es así, nos encontraremos ante un serio problema. Algunas de las personas con las que suelo hablar, que no mostraban preocupación alguna sobre la inflación el año pasado, hoy están mucho menos relajadas. Nos enfrentamos a muchas incertidumbres, y cada vez parece más claro que muchos Gobiernos van a tener que reordenar sus prioridades fiscales”, advierte Tony Blair para quien esta “fase económica” de la pandemia es preocupante.
Consultado sobre si el Brexit fue un error, Blair respondió: “Siempre va a haber motivos para señalar desde el Reino Unido que la UE está haciendo mal las cosas, y siempre habrá razones para justificar por qué a los británicos les va peor y que el Brexit fue un error. Vamos a necesitar altura de Estado por parte de los líderes de ambos lados, porque urge la cooperación contra futuras pandemias, contra el cambio climático, o en asuntos como la energía o la defensa. Nuestra relación política, legal o económica puede cambiar, pero no nuestra geografía, nuestra historia o nuestros principios. No podemos seguir jugando de cara a la galería”.
Y añadió de forma enfática: “No tiene sentido alguno quejarse sin parar. El problema existe porque es la consecuencia legal y política de la decisión que tomó el Gobierno del Reino Unido. Tenemos que buscar soluciones prácticas para resolverlo. Si deshaces lo acordado, vuelves a la casilla de salida. No creo que la UE acepte que se anule el protocolo. Y aunque lo hiciera, no serviría de nada. Volveríamos a la situación original y a la necesidad de desarrollar un nuevo acuerdo”.
Finalmente, la entrevista ingresó en temas de valoraciones políticas sobre la situación del partido Laborista y la confianza, del ex primer ministro, en el nuevo líder del laborismo inglés Keir Starmer.
“Era la consecuencia inevitable de sacar del laborismo a la extrema izquierda. Necesita lograr que vuelva a ser un partido que gane elecciones. Y hacerlo en medio de una pandemia es todo un reto, porque las decisiones las toma el Gobierno, y a nadie le importa lo que diga la oposición”.
Para Blair, el partido Laborista “ha iniciado un proceso de regreso al centro, y debe volver a equilibrar sus propuestas y su pensamiento. Pero tiene tiempo, hasta las elecciones generales de 2024″.
El único riesgo que observa, señala el periodista español es que “no se deje engañar por las guerras anecdóticas en las que cae a veces la izquierda, como la reciente polémica en torno a si mantener o derribar estatuas de personajes históricos con un pasado esclavista o colonialista”.
“Lo que yo llamo el centro radical debe asegurar una sociedad más justa. Durante mis Gobiernos avanzamos mucho en la igualdad racial o sexual. En eso debe concentrarse el laborismo. En discutir sobre el futuro, no sobre la historia”, concluyó enfatizando el ex primer ministro de Gran Bretaña.