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Internacionales | Omar M. Yaghi | Química |

El poder de la ciencia frente a la barbarie

Omar M. Yaghi, el palestino que ganó el Nobel de Química

El Nobel de Química 2025 fue otorgado al palestino Omar M. Yaghi, cuyo triunfo se convierte en un símbolo de resistencia y esperanza en plena guerra en Gaza.

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En un momento en que Palestina vive una de las etapas más devastadoras de su historia reciente, el científico Omar M. Yaghi, hijo de refugiados palestinos, fue galardonado con el Premio Nobel de Química 2025, un reconocimiento que trasciende los límites de la ciencia para convertirse en un gesto de dignidad, memoria y resistencia frente al genocidio que se desarrolla en Gaza.

Yaghi comparte el premio con el japonés Susumu Kitagawa y el británico Richard Robson, por el desarrollo de las estructuras metalorgánicas (MOFs), materiales que permiten capturar dióxido de carbono, recuperar agua del aire y almacenar gases tóxicos, avances que abren nuevas posibilidades en la lucha contra el cambio climático y la escasez de recursos.

Pero más allá de su relevancia científica, la figura de Yaghi encarna una historia profundamente humana. Nació en 1965 en Amán, Jordania, en el seno de una familia de refugiados palestinos que había perdido su hogar tras la creación del Estado de Israel. Su infancia transcurrió en condiciones de extrema precariedad: “Éramos como una decena en un pequeño cuarto que compartíamos con el ganado”, recordó en una entrevista con la Fundación Nobel. Sin electricidad ni agua corriente, y con una madre que no sabía leer ni escribir, el joven Omar encontró su destino al azar, al abrir un libro de química en la biblioteca de su escuela.

A los 15 años emigró a Estados Unidos, donde comenzó un camino académico que lo llevaría a convertirse en uno de los científicos más citados del mundo. Hoy, su grupo de investigación acumula más de 250.000 citas, y sus aportes se aplican en laboratorios y proyectos de sostenibilidad a nivel global.

Desde la Universidad de California en Berkeley, donde actualmente trabaja, Yaghi defendió el valor social de la ciencia: “La ciencia es la mayor fuerza niveladora del mundo. No solo impulsa la innovación, también abre caminos para quienes no los tenían”. Su vida, marcada por la adversidad, da testimonio de esa idea.

El anuncio del Nobel resonó especialmente entre las voces que denuncian los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. En redes sociales, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, escribió: “Omar Yaghi, palestino, acaba de ganar el Premio Nobel de Química. Los últimos serán los primeros”, en alusión a la histórica marginación que sufre Palestina y al orgullo que representa este galardón.

El premio llega cuando Israel continúa su ofensiva militar sobre Gaza, que ha dejado decenas de miles de muertos y desplazados, y ha sido calificada por organismos internacionales y expertos en derechos humanos como un genocidio. En ese escenario de horror y despojo, el reconocimiento a un palestino por parte del Comité Nobel adquiere una dimensión profundamente simbólica, la afirmación del valor de la vida, del conocimiento y de la humanidad frente a la destrucción.

Las personas inteligentes, talentosas y competentes existen en todas partes. Deberíamos enfocarnos en liberar su potencial ofreciéndoles oportunidades”, dijo Yaghi, para recordar que el talento no entiende de fronteras ni ocupaciones. Su propia trayectoria es la prueba viva de ello.

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