La hegemonía política también parecía estar consolidada por la presencia de la edila Sabrina Buono, esposa del intendente Olivera que integra una suerte de Comisión de Asuntos internos de la Junta Departamental, un lugar bastante inapropiado ya que genera suspicacias sobre el funcionamiento de un organismo encargado, entre otras cosas, de la gestión municipal.
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De esta manera, al principio de su gestión, Olivera fue protagonista en el cierre de varios centros CAIF y uno de adultos, para otorgar su futura administración sin licitación a la fundación A Ganar.
Poco tiempo después en un convenio con la Dirección Nacional del Liberado (Dinale), no observó la contratación de Sergio Escobar, más conocido como el Zorro, una persona procesada por liderar una red de proxenetismo y lavado en 2012, lo que pareció un premio a su destacada participación como puntero político, que llevó al gobierno nacional a Luis Lacalle y posteriormente a Nicolás Olivera.
La frutilla de la torta fue otorgar a un arquitecto extranjero una de las obras arquitectónicas más importantes a llevar adelante en la ciudad contra la opinión de los arquitectos uruguayos.
Todas estas medidas, que bien valdrían cada una el reconocido “ajá” sanducero, una interjección coloquial que le da identidad a la población, no tomaba en cuenta el movimiento que venía preparando una estocada.
La oposición fue tomando color
Es cierto que el triunfo del Sí en Paysandú no es obra exclusiva de las fuerzas internas opositoras; como en cualquier escenario político, jugaron a favor de los “rosados” la crisis económica, el desempleo, la carestía y el aumento de los combustibles.
Es justamente en el desempleo donde se puede leer un castigo de los sanduceros al intendente, en tanto este prometió a troche y moche la generación de trabajo, pero fueron pocos, y para los amigos.
La diputada frenteamplista Cecilia Bottino expresó a Caras y Caretas que el triunfo del Sí fue multicausal, que encontraron una coyuntura favorable, pero que también recorrieron todos los barrios de la capital y cada uno de los pueblos y localidades del interior, en una primera recorrida, explicando el alcance de los 135 artículos, desconocidos para la población, y en una segunda oportunidad ya repartiendo la papeleta.
Los partidarios del No se centraron en los “logros” en la gestión de seguridad, pero utilizando argumentos que desafiaban el sentido común.
“En un pueblo como Merinos le dijeron a la gente que de ganar el Sí, ya no se podría salir después de las 22 horas”, cuenta Bottino, “pero cuando tu preocupación central es la falta de trabajo, el tema seguridad pasa a un segundo plano”.
Paysandú entre todos
Bottino también reivindica la herencia de la matriz trabajadora de los sanduceros, del Paysandú industrial y fabril que generó una cultura de clase obrera organizada y un tejido social consolidado.
Pero el mayor acierto, observa Bottino, es haber logrado a diferencia de la experiencia en otros departamentos del interior, de haber logrado trabajar como comisión del Sí en un amplio acuerdo político y social en el que los partidos no fueron los protagonistas centrales.
“Logramos la participación de dos dirigentes políticos muy importantes del Partido Colorado en Guichón, uno David Elguera y el procurador Bosco Pereira, que juntaron muchísimas firmas y luego lograron una votación muy importante en esa ciudad”, cuenta Bottino. “La integración de dirigentes del Partido Nacional, como Rodríguez, y, a último momento, de Unidad Popular, le dio a la comisión una amplitud política muy importante, pudiendo sacar los colores partidarios y trabajar en forma horizontal”, añadió.
“Paysandú además tiene una característica y es que en épocas de crisis como fue la de 2002 se unió y nació ‘Paysandú entre todos’ y actualmente atravesamos una crisis muy importante por falta de trabajo y empleo, en muchas áreas como el citrus, el puerto, el tema de Ancap, que incluso ameritó que el propio intendente [Olivera] hablara de emergencia laboral, pero que no ha destinado recursos para generar trabajo genuino”, explica Bottino.
“Así que aunque íbamos a informar sobre los artículos porque la gente tenía mucha desinformación, la preocupación mayoritaria tenía que ver con el tema del desempleo, de la pobreza, de gente que anda en los contenedores de basura, que eso no se veía en Paysandú, y sin dudas estuvo presente el tema del aumento de la tarifas y del combustible”, sintetiza Bottino.
Pidiendo salvavidas
Casi que en el mismo sentido de Bottino, en rueda de prensa el intendente Olivera justificó la derrota.
El intendente sanducero expresó que “la gente dio un mensaje en un tema nacional como es la LUC, donde en las últimas semanas se mezclaron la suba de precios, la inflación. Se mezclaron muchas cosas que nada tiene que ver con la LUC.
Olivera reclamó que “tiene que haber mas presencia del gobierno nacional en Paysandú o reforzar políticas en el departamento”.
Sin embargo, para el diputado departamental por el Partido Colorado, Juan Carlos Moreno, “la realidad nacional impacta en todo el país y en un departamento frenteamplista como Salto ganó el No. Nosotros recorrimos todo el departamento y en el interior profundo ganó el No, pero en el resto de las ciudades donde impacta más de cerca la gestión municipal, la gente pasó factura”, analizó Moreno.
“Hay que recordar que en Paysandú no hay gobierno de coalición y no se puede gobernar sin llegar a acuerdos”, pidió aclarar Moreno a Caras y Caretas, y consultado sobre el futuro de los partidos que integran la coalición a partir del resultado, expresó: “Si no se entiende que hay que trabajar para la coalición republicana, se abre el espacio para que la coalición de izquierda vuelva al gobierno departamental”.
No se puede gobernar solo
La diputada departamental del Partido Nacional, Nancy Núñez, compartió la valoración de su colega colorado, en el sentido de que hubo un voto castigo a la gestión municipal.
“Yo desde noviembre que estoy recorriendo todo el departamento explicando la ley y la importancia de mantener los 135 artículos de la LUC, pero los problemas internos en el Partido Nacional no nos están permitiendo darle soluciones concretas a la gente”, analizó Núñez.
“Yo soy diputada del mismo sector que el intendente Olivera y, sin embargo, no he logrado tener diálogo con él, pero no se ha entendido que no se puede gobernar solo”, profundiza la diputada sanducera para sintetizar que “nosotros nos sentimos fuertes con los dirigentes de Cabildo, del Partido Colorado, con los del partido, pero luego Olivera empezó a gobernar en soledad por ser la fracción mayor”.
Núñez también denunció que la falta de acuerdo en el partido le costó a ella acceder a la vicepresidencia de la Cámara de Diputados y que planteara urgente la situación en el Comité Departamental del Partido Nacional, con los resultados electorales a la vista.
Algunos números
Durante 2020 el desempleo en Paysandú promedió 12,4 por ciento, mientras en todo el país fue de 10,4 (el departamento superó el promedio de desocupados para todo el país) y en el interior de 10,9, mientras en Montevideo este índice fue de 9,5 por ciento.
Los valores fueron dados a conocer en un informe del Instituto Nacional de Estadística, al hacer un resumen del escenario nacional en el período.
En Paysandú, paralelamente, la tasa de actividad fue de 56 por ciento y la tasa de empleo de 48,9 por ciento, en todo el país 60,5 y 54,3 respectivamente y en el interior de 59,1 y 52,6 respectivamente.
Pasando a la discriminación del grado de ocupación por sexo, indica el informe, en Paysandú en hombres el desempleo es de 9,5 por ciento, en tanto que en el caso de las mujeres es de 15,7 por ciento. En todo el país el desempleo en personas del sexo masculino es 8,6 por ciento.
En el caso de las mujeres, el desempleo en Paysandú es 15,7 y, como señalábamos, en todo el país 12,4 por ciento.