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Like multiorgasmo | respuesta sexual | eyaculación

¿Misión Imposible?

El multiorgasmo masculino, ¿cuál es el secreto?

Pues sí, con técnica correcta y práctica, los hombres pueden experimentar el multiorgasmo, una explosión de placer que parecía reservado para las mujeres.

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Para asomarse una y otra vez a esta suerte de nirvana, el multiorgasmo, la clave está en aprender a separar la eyaculación del orgasmo. Y entender que, a diferencia de las mujeres, la mayoría de los hombres experimentan lo que se llama “período refractario”, durante el cual no pueden alcanzar otro orgasmo.

Sin embargo, algunos hombres han aprendido a controlar su respuesta sexual y evitar la eyaculación durante el orgasmo, lo cual les permite experimentar ese éxtasis varias veces sin un período refractario prolongado.

Esta capacidad se adquiere mediante la práctica de técnicas específicas, como el llamado “orgasmo seco” o el entrenamiento del pubococcígeo: al fortalecer y aprender a dominar este músculo, responsable de controlar la eyaculación, los hombres pueden experimentar orgasmos múltiples sin soltar un géiser seminal.

El secreto, revelan los expertos, está en abrir la mente, despojarse de prejuicios, explorar sensaciones y aprender a controlar el cuerpo, con paciencia. El secreto, revelan los expertos, está en abrir la mente, despojarse de prejuicios, explorar sensaciones y aprender a controlar el cuerpo, con paciencia.

El pubococcígeo (PC) es un músculo en forma de hamaca que se extiende desde el hueso púbico hasta el cóccix, en el área del suelo pélvico. Amén de jugar un papel crucial en el control urinario, un PC bien tonificado puede tener beneficios sexuales significativos tanto para hombres como para mujeres.

Para fortalecer este músculo existen los Ejercicios de Kegel, que implican su contracción y relajación consciente, y que demandan no solo compromiso, sino la valiosa virtud de conocerse uno mismo: cada persona es única, y en materia de placeres nada está tallado en roca, y se valora la creatividad y la espontaneidad.

La petit morte

Los sexólogos clasifican los orgasmos en dos tipos: secuenciales y múltiples. Los primeros tienen una breve pausa entre ellos; en los segundos la estimulación no cesa y sobrevienen otros, en cascada.

Se conoce como multiorgasmo u orgamos múltiple a una sucesión de clímax dentro de una misma relación o acto sexual. Después sobreviene lo que los franceses llaman “la petit norte” (la pequeña muerte), esa suerte de desvanecimiento, casi inconsciencia, que se experimenta en el mencionado período refractario.

El problema -para los hombres- es que esa fase de recuperación tras eyacular puede variar entre 30 minutos y varias horas, lo cual dificulta la aspiración de alcanzar varios orgasmos seguidos, pero no lo impide.

La sexóloga española María Martínez afirma que la claves es evitar la eyaculación, pero no el orgasmo, pues una va seguida del otro, pero no son lo mismo. El secreto, revelan los expertos, está en abrir la mente, despojarse de prejuicios, explorar sensaciones y aprender a controlar el cuerpo, con paciencia.

La experta insiste en que la idea es parar justo cuando se note que está llegando el momento del orgasmo, pero sin esperar a alcanzar lo que define como un punto de no retorno: la eyaculación.

La también sexóloga española Irene Bedmar, responsable del portal El Diván de Irene, recomienda algunos tips para desarrollar y entrenar la capacidad de vivir multiorgasmos:

* Practicar los llamados Ejercicios de Kegel, para tonificar la musculatura pélvica.

* Entrenar la mente para potenciar el erotismo, la capacidad de fantasear y excitarse.

* Aplicar técnicas de relajación, respiración y “mindfulness” podrán aguzar la atención sensorial.

* Conseguir y proporcionar una excitación sexual adecuada.

* Masturbarse cuando realmente se desee, sin presiones, culpas o verguenzas.

* Tener una buena comunicación sexual con la pareja.

* No forzar una actividad sexual por moda, presiones sociales o mero capricho.

* Nunca forzar el orgasmo: disfrutar el proceso y fluir.

Por otro lado, tampoco es obligado tener más de un orgasmo: hay quien le basta con uno, y está bien. Pero que sea bueno.

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