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Un hito de la revolución energética

Ingeniero uruguayo logró producir gasolina a partir del aire, el agua y la luz solar

El ingeniero uruguayo Aldo Steinfeld desarrolló una tecnología que convierte aire, agua y luz solar en gasolina.

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Nacido en Montevideo en 1960, Aldo Steinfeld es un ingeniero uruguayo que desde su laboratorio en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zürich), encabeza un proyecto que muchos consideran un punto de inflexión en la historia de la energía porque puede transformar aire y luz solar en gasolina.

La idea, que durante décadas pareció ciencia ficción, es hoy una realidad comprobada. En 2025 Steinfeld sorprendió al mundo al conducir una Harley-Davidson impulsada únicamente con “gasolina solar”, producida por la empresa suiza Synhelion, surgida de su grupo de investigación. El combustible, obtenido a partir de dióxido de carbono (CO), agua (HO) y radiación solar concentrada, puede utilizarse en motores convencionales sin necesidad de modificaciones.

Steinfeld creció en Uruguay con una marcada curiosidad científica. Estudió ingeniería aeronáutica, su doctorado en la Universidad de Minnesota lo especializó en procesos termoquímicos de alta temperatura.

En 1991 se incorporó al Paul Scherrer Institute en Suiza y, ocho años después, fue designado profesor en la ETH Zürich, una de las instituciones tecnológicas más prestigiosas del mundo. Allí fundó el Laboratorio de Ciencia y Tecnología Solar, desde donde impulsa innovaciones que trabajan en sustituir los combustibles fósiles con energía solar concentrada.

El principio detrás del invento

La tecnología que Steinfeld y su equipo desarrollaron se basa en un sistema de espejos heliostáticos que concentran la luz solar en un reactor ubicado en lo alto de una torre. Esa concentración eleva la temperatura hasta unos 1.500 °C, suficiente para activar reacciones químicas que dividen el agua y el CO, generando monóxido de carbono (CO) e hidrógeno (H).

Esa mezcla, conocida como syngas, se convierte luego en gasolina, diésel o queroseno mediante procesos catalíticos como la síntesis Fischer-Tropsch. El resultado es un combustible líquido idéntico al convencional, pero neutro en carbono, ya que el CO emitido al quemarlo es el mismo que se capturó al producirlo.

“Queríamos cerrar el ciclo del carbono usando la energía más abundante que tenemos: el Sol”, explicó Steinfeld en una entrevista con ETH News.

De la torre solar a la Harley-Davidson

El salto del laboratorio a la realidad llegó con el proyecto DAWN, la primera planta industrial de combustibles solares, ubicada en Jülich (Alemania). Allí Synhelion ya produce miles de litros de gasolina solar al año.

El momento simbólico ocurrió cuando Steinfeld encendió su motocicleta Harley-Davidson usando ese combustible. La demostración fue un gesto de orgullo científico y una declaración de intenciones, probar que la tecnología es totalmente compatible con los motores actuales.

“Si una Harley puede funcionar con gasolina solar, cualquier vehículo puede hacerlo”, comentó durante la presentación.

El objetivo final de Steinfeld va más allá de los automóviles. Su visión es que los aviones del futuro vuelen con queroseno solar, eliminando una de las fuentes más difíciles de descarbonizar del transporte mundial. Synhelion ya colabora con empresas aéreas europeas en proyectos de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés).

El sistema no requiere baterías ni cambios radicales en la infraestructura existente, lo que lo convierte en una de las opciones más prometedoras para sustituir los derivados del petróleo en sectores donde la electrificación directa no es viable.

Reconocimientos y legado científico

Con más de 360 publicaciones científicas, 27 patentes y 60 tesis doctorales dirigidas, Steinfeld es un referente mundial en energía solar termoquímica. En 2024 recibió el SolarPACES Lifetime Achievement Award, el máximo reconocimiento internacional en ese campo, otorgado por la Agencia Internacional de Energía.

Synhelion, la compañía derivada de su laboratorio, avanza hacia la producción a gran escala y proyecta construir nuevas plantas en regiones de alta radiación solar.

Aunque el avance es notable, Steinfeld reconoce que el desafío principal es escalar la producción y reducir los costos. Hoy el litro de gasolina solar sigue siendo más caro que el fósil, pero el proceso se abarata con mejoras tecnológicas y plantas más grandes.

El otro reto es garantizar que el CO utilizado provenga de fuentes renovables, como la captura directa del aire, para asegurar la neutralidad de carbono del ciclo completo.

También existen limitaciones geográficas, las plantas requieren amplias extensiones y niveles muy altos de radiación solar directa, condiciones que sin embargo abundan en América Latina, el norte de África y el suroeste de Estados Unidos.

Embed - World’s first motorcycle ride powered by Synhelion’s solar gasoline

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