Para Bottinelli, este movimiento es un síntoma claro de que hay "segmentos de activistas del Frente Amplio que no sienten la existencia de canales por los que puedan transitar estructurados" y se ven forzados a salir del esquema formal "para hacer oír su voz y generar una noticia".
El análisis del politólogo sugiere que este "ruido" de las bases y las redes sociales no pasó desapercibido para la cúpula. Bottinelli vinculó directamente este malestar con la decisión del FA de convocar, por primera vez, a una movilización relacionada con Palestina, a la que acudieron figuras como el presidente del partido, Fernando Pereira, y la vicepresidenta de la Asamblea General, Carolina Cosse.
"Sin duda le da una oficialidad al punto de vista partidario", explicó, marcando la diferencia entre una convocatoria social y una que lleva el sello oficial del partido de gobierno. Esta reacción, indicó, fue un intento de "acortar" la sintonía negativa que se estaba generando en su base electoral.
El diagnóstico de Bottinelli retrata así a un Frente Amplio con dos realidades paralelas, una estructura dirigencial que prioriza la cohesión y el apoyo al gobierno, y una militancia que, al sentirse huérfana de espacios de debate interno, comienza a buscar sus propias formas de expresión, configurando un nuevo desafío para la fuerza política.
Embed - Legítima Defensa 2da Dosis - 12 de Octubre 2025 - Entrevista José Olivera y Oscar Bottinelli