Un estudio reveló las secuelas fisionómicas que provoca revisar los dispositivos móviles. El informe indica que la papada aumenta cada vez que miramos el teléfono para abajo. Y si se tiene en cuenta que una persona mira el celular un promedio de 150 veces al día, las secuelas fisionómicas se marcan cada vez más.
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Además, en la investigación señalan que exponerse a un alto nivel de luz azul emitida por estos dispositivos podría generar alteraciones en las funciones celulares, en el colágeno y en el ácido hialurónico.
Es por eso que, en palabras de los expertos, las consecuencias en los rostros seguirán presente e, incluso, se harán cada vez más visibles las denominadas “cara de smartphone”.
Sobre este estudio, Ricardo Hoogstra, cirujano plástico, confirmó: "A medida que pasan los años, aparece más exceso de piel en la papada y al lado del mentón. Es difícil entender que uno porque baje tanto la cabeza para mirar el celular, a uno le produzca una papada. Esto se produce con el paso de los años", confirmó el especialista.
Fuente: Página 12