Sebastián Marroquín, previamente llamado Juan Pablo Escobar, es hijo de Pablo Escobar, el conocido narcotraficante colombiano que murió en Medellín aparentemente abatido por las fuerzas de seguridad colombianas el 2 de diciembre de 1993. Marroquín adoptó su nueva identidad a los 16 años de edad, cuando su familia se trasladó a Buenos Aires tras la muerte de su padre.
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Se instaló en la capital de argentina junto con su madre María Isabel Santos, y su hermana, Manuela Escobar. Estudió arquitectura y diseño y hoy dedica su tiempo a exponer sobre lo que considera la imagen real de su padre, y no aquella que se muestra en las series de Netflix.
En una conferencia de prensa en Santiago de Chile a la que fue invitado por el Consejo para la Transparencia y la municipalidad de La Florida, Marroquín declaro que "Hoy Pablo Escobar, a 30 años de su muerte, genera más noticias que cuando estaba vivo". Actualmente en Chile se está viviendo un aumento de las actividades del crimen organizado.
Marroquín considera que hay una "glorificación" de la actividad criminal y de su padre, Pablo Escobar. "Muchos jóvenes me escriben diciéndome: vi la película, vi la serie y quiero ser como tu papá". Mi padre no debe ser retratado como un caso de éxito, porque nunca pudo disfrutar nada", afirmó.
“Yo me siento muchísimo más rico que mi padre, porque soy un hombre libre”, agregó Marroquín, y comentó que hoy es amigo de la mayoría de los hijos de los narcotraficantes que fueron enemigos de su padre y que le ha pedido perdón a centenares de sus víctimas.
Marroquín fue consultado sobre como derrotar al narcotráfico, y éste se mostro a favor de regularizar el consumo de las sustancias actualmente ilícitas. “Toda esa maquinaria de la prohibición ha generado este contexto”.