Ya advertían los antiguos sabios: “Nada en exceso, todo con moderación”. Y esa fórmula, aplicada al buen vino, podría ser una clave para enfrentar la demencia senil. Según la Universidad Ocean, en China, beber una copa al día puede reducir potencialmente el riesgo de desarrollar una enfermedad cognitiva.
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Según esta investigación, las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de los polifenoles presentes en los vinos tintos inducen la liberación de acetilcolina en el cerebro, lo cual mejora la función cognitiva.
En la investigación también participaron investigadores del Hospital Municipal de Qingdao, que analizaron 11 estudios de demencia por todas las causas, por Alzheimer y por origen vascular, y encontraron que el vino era la única bebida alcohólica con efectos protectores cuando era consumido en cantidades ligeras a moderadas.
¿Qué se entiende por cantidades moderadas? Hasta cuatro copas para hombres y tres para mujeres en un solo día, y un máximo de 14 para hombres y 7 para mujeres por semana. Si se exceden, el efecto es el contrario.
Estos resultados no se obtuvieron, por ejemplo, con el consumo de cerveza. De hecho, comprobaron que el consumo excesivo de birra está asociado a un mayor riesgo de demencia.
Otras confirmaciones
Otro tanto encontró la Universidad de Bari, en Italia, cuyo departamento de Ciencias Médicas Básicas, Neurociencia y Órganos Sensoriales detectó que el ácido gálico, que el cuerpo produce al consumir vino, puede bloquear los betaamiloides en el cerebro antes de que aparezcan los síntomas de la demencia.
“Está bastante claro que las personas que beben vino reducen el riesgo de desarrollar demencia; lo que estábamos tratando de hacer es ver por qué esto es cierto”, declaró a su vez el doctor Curtis Ellison, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, que también destaca a los polifenoles.
En un comunicado sobre el tema, Ellison afirmó que la mejor manera de aprovechar los beneficios del vino es beber moderadamente, con la comida, durante el transcurso de la semana.
“No estamos diciendo que salgamos a beber para prevenir la demencia. Sin embargo, si decide que va a tomar vino con su comida todas las noches, puede saber que está obteniendo un beneficio adicional“, precisó.
Beneficios del vino
Amén de proteger a la mente –y alegrar al espíritu- el vino tinto ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, gracias a componentes que promueven la dilatación de los vasos sanguíneos, disminuyen la formación de coágulos y protegen el revestimiento de los vasos, contribuyendo así a una mejor salud cardiovascular.
Aparte de haber sido asociados a una reducción en el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson, los mencionados polifenoles del vino pueden ayudar a prevenir la formación y el crecimiento de células cancerosas, especialmente en el colon y las mamas.
Algunas de las variedades de vino más saludables son:
* Pinot Noir: Este vino tinto es conocido por su alto contenido de antioxidantes y resveratrol. Es una excelente opción para aquellos que buscan los beneficios cardiovasculares del vino.
* Cabernet Sauvignon: Otra variedad de vino tinto rica en antioxidantes y polifenoles. Puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón y mejorar la salud general.
* Tempranillo: Esta variedad de vino tinto es especialmente popular en España. Contiene altos niveles de antioxidantes y tiene beneficios para la salud cardiovascular.
* Sauvignon Blanc: Si prefieres el vino blanco, el Sauvignon Blanc es una opción saludable. Es bajo en calorías y contiene antioxidantes que pueden contribuir a una mejor salud en general.
En fin, que si necesitaba un pretexto para regalarse una o dos copitas al día, ya tiene las dosis de esta suerte de medicina para el cuerpo y el alma. Pero sin volvernos locos.