Luego del exitoso lanzamiento en MMBox, Los Sapos Tetones vuelve a escena en el remodelado Auditorio Vaz Ferreira, ubicado en el subsuelo de la Biblioteca Nacional.
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Desde el 2012 la banda viene haciéndose un lugar en el circuito under montevideano, compartiendo escenario con artistas amigos y grandes bandas reconocidas en el ambiente musical uruguayo.
La apertura de la noche estará a cargo de La Nesta y las entradas están en venta en Tickantel.
Caras y Caretas conversó el vocalista de la banda, Ignacio Duffau para conocer más en profundidad la propuesta artística, el camino recorrido, los proyectos y lo que vienen preparando para el show de este jueves 28 de octubre en el Auditorio Vaz Ferreira a las 21 horas.
¿Cómo surgió la idea de armar la banda?
Al principio la banda surgió como un grupo de amigos para tocar en los cumpleaños de amigos del barrio, pero luego con el correr del tiempo se fue transformando. Primero tocábamos covers, pero poco a poco fueron surgiendo canciones nuestras y a su vez se fueron sumando integrantes hasta ser lo que somos hoy. Al día de hoy somos 13 integrantes en total, siete músicos, Martín Fuentes que se encarga de la gestión y cinco técnicos.
¿Cómo definirían la música que hacen?
La banda siempre se definió bajo el estilo de Rock Barrial o Rock del Barrio, un rock fusión con muchos otros estilos, atados por la constante de incluir historias y relatos que reflejan la vida misma desde las vivencias cotidianas, personales o sociales. Por una parte, tenemos canciones que son historias de vida, de vivencias enfocadas desde lo social como Ese Río y La Esquina, algunas más desde lo personal como Un Rosario y una Flor o Tramitando mi Cerebro, y algunas más volcadas a la crítica como Revolución a tu Memoria o Detrás de Todo.
Después de varios años tocando, llegaron a concretar la edición de su primer disco. ¿Qué destacarían de ese proceso y de la experiencia?
Bueno, fue un proceso con mucho corazón y laburo, con mucho aprendizaje en varios aspectos. Un disco no sale solo, involucra muchos procesos antes de que vea la luz, de los cuales la verdad, viéndolo en retrospectiva, el único que teníamos medianamente cerrado a la hora de plantearnos el disco era la composición. Nos encontramos con que había que hacer un mundo de cosas que teníamos que hacer que no teníamos ni idea.
La primer gran decisión fue si íbamos a grabar acompañados de un productor o por nuestra cuenta. Por suerte, decidimos buscar un productor y dimos con Palito Elisalde. La guía de él fue indispensable para darle una última vuelta de tuerca a los temas que ya veníamos trillando por tanto tiempo. Nos obligó a pensar los temas desde otra perspectiva, mostrando que el todo es muchas veces más que la mera suma de las partes. Y Daniel …, Daniel Blanco tuvo varios roles. Como técnico de grabación, siempre nos empujó a ser más perfeccionistas, a que todas las tomas estuvieran impecablemente grabadas. Nos sentimos muy agradecidos con ambos, ya que entre los dos lograron sacar lo mejor de nosotros.
Durante todo el proceso, descubrimos un mundo totalmente nuevo, más allá de tocar en vivo. De cómo, grabar pista por pista, mezclar y masterizar. En paralelo también tuvimos que crear una tapa que nos convenciera a todos, pensar y concretar los canales para distribuir el disco, filmar algún video, pensar en cómo y dónde presentar el disco. Todo esto es un montón de cosas que en el camino independiente lo tiene que hacer la propia banda, y es una cosa que se invisibiliza. Producir un disco para muchas bandas independientes se torna muy difícil, tenés el laburo, la familia y la vida misma. Todo esto, nos fortaleció como banda, como familia. Nos permitió conocernos un poco más, y aceptar lo bueno y lo malo de cada uno. Al final quedamos contentos con nuestro primer disco de estudio, pero también nos llevamos con nosotros la seguridad de que no va a ser el último.
La nominación a los Premios Graffiti seguramente es un aliciente para seguir. ¿Los sorprendió?
¡La verdad que sí! Lo sentimos como una especie de reconocimiento al esfuerzo que habíamos hecho. La categoría en sí era muy diversa, con artistas increíbles, ya quedar nominados estuvo buenísimo. Más allá de todo, nuestro motor para seguir moviéndonos hacia adelante es lograr hacer llegar nuestra música y nuestro mensaje a la mayor cantidad de oídos posibles. Intentamos hacer visibles ciertas situaciones, que la gente se cuestione lo que está pasando a su alrededor, compartir situaciones y vivencias que nos ocurrieron a nosotros, capaz eso le puede dar una llave, una salida a alguien que se sienta identificado. Si eso llega, es el mejor premio al que podemos aspirar.
¿Qué vienen preparando para el show del 28 en la sala auditorio Vaz Ferreira?
Para el show del 28 de octubre venimos preparando además de todos los temas que están en el disco, algunos temas nuevos y otros que no tocamos hace tiempo. Todavía estamos debatiendo algunos temas, armando y puliendo algunos arreglos. Siempre estamos buscándole la tan deseada vuelta de tuerca a los temas nuevos. Cada vez que nos subimos a un escenario es un momento único, lo que no cambia es la energía que le ponemos al hacer lo que más nos gusta. Vamos a estar compartiendo con La Nesta, banda amiga que hace reggae-rock con una propuesta diferente.
¿Cómo proyectan el futuro de la banda?
Ya estamos pensando en grabar más canciones el año que viene. Ya comenzamos a trabajar en los primeros temas que estaremos presentando el 28 y tenemos también unos cuantos proyectos esperando ver la sala de ensayo. Queremos seguir explorando la fusión del rock con otros géneros, y hay unas cuantas ideas que queremos probar. También tenemos ganas de explorar la parte audiovisual, que nos viene siendo un poco distante. Experimentar con el relato visual, en cómo hacer llegar nuestro mensaje de otras formas, y cómo transmitir un sentir más allá de la letra y la música en un todo.