Los altos mandos militares brasileños han reaccionado con malestar y rechazo a las tentativas del presidente Jair Bolsonaro, de implicarlos en sus políticas.
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Según consigna, Folha de Sao Paulo, las insinuaciones del mandatario para hacer uso de la fuerza, produjeron malestar en jerarcas militares de la reserva y en actividad.
Las reacciones de los altos mandos se producen, luego que Bolsonaro sugiriera la posibilidad del uso de las fuerzas Armadas, contra aquellos gobernadores que proclamaron reducción de la movilidad, como forma de disminuir el crecimiento de los contagios por Covid-19.
De acuerdo a una investigación de Folhapress, pasaron el pasado domingo y este lunes, conversando entre ellos, luego de que el mandatario sugiriera el uso del Ejército contra gobernadores estatales que no siguen su política respecto a la pandemia.
“Algunos tiranetes o tiranos toleran la libertad de muchos de ustedes, Pueden estar seguros, nuestro Ejército es verde oliva y ustedes también, Cuenten con las Fuerzas Armadas por la democracia y la libertad (…) están estirando la cuerda, haré cualquier cosa por mi pueblo”, había expresado Bolsonaro, el pasado domingo ante una concentración de sus seguidores.
De acuerdo a las palabras de un oficial de la Marina, señala el diario Jornaldocomercio, “siempre que Bolsonaro se encuentra bajo presión política, grita “lobo”.
Para la ocasión actual, “el lobo de la fábula”, resalta el medio de prensa, “es una especie de intervención militar”.
De acuerdo al diario, O Tempo, dos ministros de la Corte Suprema de Brasil, consultaron a un alto general de la reserva, quien les manifestó “que no había riesgo de apoyo a ninguna iniciativa autoritaria o inconstitucional”.
La información del medio señala, que había trascendidos de que, en el Planalto, se “estaba estudiando la adopción del estado de sitio”, un escenario que ubica a las Fuerzas Armadas en el centro de su ejecución y que determina la suspensión de derechos constitucionales.
El rumor llevó a que el presidente del Supremo, Luis Fux, llamara al mandatario brasileño, para “escucharlo negar tal hipótesis”.
Sin embargo, el malestar surgido por los dichos del presidente, se prolongaron durante todo el fin de semana y “exaltó los ánimos, que poco a poco han ganado cuerpo, desde 2020”, entre estos actores tan relevantes de la política brasileña, como son los militares.