Los partidos de la derecha italiana se han impuesto claramente en las elecciones legislativas celebradas este domingo con un apoyo de entre el 41 y el 45%. Esto significa que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial la ultraderecha llega al gobierno de esa nación europea. La derecha votó muy por delante de los partidos de izquierda, que sumarían entre el 25,5 y 29,5% de los votos, según la encuesta a pie de urna de la cadena RAI. El partido más votado sería el ultraderechista y neofascista Hermanos de Italia de Giorgia Meloni (22-26%), mientras que la Liga lograría entre el 8,5 y el 12,5% y Fuerza Italia se haría con entre el 6 y el 8% de los votos.
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Si se confirman estos resultados, la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, se perfila como clara candidata a primera ministra, un puesto jamás ocupado por una mujer en Italia, recuerda la agencia Europa Press. Meloni es periodista y militante de partidos de extrema derecha desde los 15 años. Nunca ocultó su admiración por el exdictador Benito Mussolini, a quien consideró un "buen político".
Por su parte la agencia italiana ANSA la coalición liderada por Meloni parece tener la mayoría en el Parlamento.
Agrega la agencia que el acuerdo entre los miembros de la coalición prevé que el partido con más votos tendrá la prerrogativa de nombrar al próximo primer ministro.
Los otros pilares de la coalición son la ultranacionalista Liga de Matteo Salvini y la conservadora Forza Italia de Silvio Berlusconi, que aparecen con 8,5% a 12,5% y 6% a 8%, respectivamente.
Los Hermanos de Italia, nombre que hace referencia a una estrofa del himno nacional italiano, se oponen al aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y a la adopción por parejas del mismo sexo. También se opuso a la aprobación de leyes que penalicen los actos discriminatorios "por razón de sexo, orientación sexual o identidad de género".
Asimismo quiere prohibir el acceso a los puertos a los barcos de las ONG que hayan rescatado a inmigrantes en el mar, aumentar el número de centros de vigilancia e incrementar y acelerar la expulsión de inmigrantes ilegales.