El mandatario aludió a las palabras de Vargas, quien este fin de semana condenó la "actitud prepotente" de Noboa y señaló que, si fuera necesario, radicalizarán las protestas y tomarían la capital ecuatoriana.
"Si el Gobierno no hace caso, vamos a estar convencidos de tomarnos Quito, luz de América, compañeros", señaló el líder nacional de la Conaie.
Contra el subsidio
En su mensaje dominical, Noboa anunció que reducirá el Impuesto al Valor Agregado al 8% durante los feriados de la próxima semana, y también los días 2 y 3 de noviembre.
Además, adelantó que el 14 de noviembre se pagará el décimo tercer sueldo a los funcionarios públicos para que puedan tener dinero durante el "Black Friday" y el "Cyber Monday".
"Este país no se va a paralizar por unos cuantos que perdieron el negocio del contrabando y la minería ilegal", afirmó.
La Conaie y sus estructuras, así como los aliados, exigen la derogatoria del decreto 126 que dio paso a la eliminación del subsidio a ese combustible; además, exigen la reducción del IVA del 15 al 12% y la atención estatal a la salud y la educación públicas.
Denuncian represión
"El presidente Daniel Noboa profundiza su política de guerra con el Decreto 174, que declara estado de excepción en las provincias movilizadas", señala la Conaie en un comunicado difundido en su red social X.
La organización indígena, que convocó a este paro indefinido con el apoyo de sus estructuras y aliados, responsabilizó al Gobierno con la "decisión autoritaria" de imponer restricciones en 10 provincias donde se registran manifestaciones para exigir la derogatoria del decreto 126, que eliminó el subsidio al diésel.
"Bajo el discurso del 'orden', el Gobierno ha desatado una represión sistemática contra quienes ejercen su derecho constitucional a la resistencia. Responsabilizamos al presidente Noboa por las consecuencias de esta decisión autoritaria, que busca silenciar y reprimir al pueblo en lucha", señala el comunicado.
Añade que el decreto 174, emitido el sábado, suspende la libertad de reunión e intensifica la movilización de Fuerzas Armadas y Policía, lo que implica una militarización masiva de las comunidades y agrava el riesgo del uso desproporcionado de la fuerza, así como de las detenciones arbitrarias.
Las movilizaciones dejaron hasta ahora una víctima entre los manifestantes, el comunero Efraín Fuérez, en la provincia de Imbabura (norte), epicentro de las manifestaciones; decenas de heridos; un centenar de detenidos, de ellos 12 procesados por presunto terrorismo.
Por su parte, las Fuerzas Armadas denunciaron que 12 militares resultaron heridos y otros 17 retenidos por manifestantes, posteriormente liberados.
(Sputnik)