La Cámara Baja de Estados Unidos podrá acceder a las declaraciones de impuestos de Donald Trump, expresidente de este país entre 2017 y 2021, tras recibir la autorización de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia. La noticia se divulgó a pocas horas de que el FBI allanara la mansión que Donald Trump tiene en Florida para buscar documentos. El Partido Republicano tachó esta acción del FBI de persecución política.
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Este tribunal del distrito de Columbia, en el que se encuentra la ciudad de Washington, desestimó el alegato de la defensa de Trump, que sostenía que, según los estatutos, cuando un comité del Congreso solicita las declaraciones de impuestos debe tener "un propósito legislativo legítimo".
"La solicitud de 2021 busca información que pueda informar al Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de EEUU sobre la eficacia del Programa de Auditoría Presidencial. La solicitud no violó los derechos de la Primera Enmienda [de la Constitución] para las partes del caso de Trump. Confirmamos", dijo el citado tribunal de Columbia.
El expresidente impugnó sin éxito la publicación de las declaraciones por parte del Departamento del Tesoro, argumentando que viola la Primera Enmienda de la Constitución y el principio constitucional de separación de poderes.
A través de su cuenta en Twitter, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, que solicitó las declaraciones de impuestos de Trump en 2019, celebró que la corte haya determinado que la ley está de su lado y confió en recibir esos documentos de forma "inmediata".
Cuestión de transparencia
Desde Gerald Ford, que gobernó EE.UU entre 1974 y 1977, Trump fue el primer presidente que no publicó cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores consideraban parte de su deber de transparencia y de rendición de cuentas ante la población.
El entonces mandatario republicano alegaba que sus declaraciones estaban sujetas a una auditoría por parte del Servicio de Rentas Internas de EE.UU, aunque numerosos expertos legales aseguraron que ninguna norma le impedía haberlas divulgado si hubiera querido.
En 2019, el citado comité de la Cámara Baja solicitó estos registros para investigar sus finanzas y sus posibles conflictos de intereses. Sin embargo, Steven Mnuchin, entonces secretario del Tesoro, se negó a proporcionárselos, lo que desató un litigio judicial.
En julio de 2021, el Departamento de Justicia ya había determinado que el Servicio de Rentas Internas debía entregar esos registros financieros, lo que acercaba la posibilidad de que se hicieran públicos, ahora reforzada por el Tribunal de Apelación.
La decisión del Departamento de Justicia llegó un año después de que el Tribunal Supremo de EE.UU ordenara a Trump entregar sus declaraciones de impuestos a un fiscal que investigaba sus finanzas en Nueva York.
(Con base en Sputnik y Página 12)